A 50 años del histórico Jamboree de Japón: el testimonio de los scouts de la Agrupación Ararat que representaron a Argentina y Armenia

30 de octubre de 2021

Se cumplen 50 años del XIII Jamboree Scout Mundial que se realizó en Japón, un evento  que marcó un hito ya que los 12 participantes de la Agrupación Ararat de Homenetmen representaron tanto a los scout armenios como a los argentinos.

El Jamboree, la reunión de scouts mundial que se realiza cada cuatro años, fue en el paraje Asagiri Heights, en la ladera del monte Fuji, a 150 kilómetros de Tokio y asistieron alrededor de 23.000 socouts. Según Wikipedia, en un área de 4 km cuadrados con una suave pendiente y, de alguna forma, estuvo supervisado por el Ejército y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Para los scout de Ararat la etapa previa para participar de esta gran reunión mundial llevó casi un año de aprendizaje y preparación. En enero de 1971 se realizó el campamento anual de la Agrupación en San Martín de los Andes y fue fundamental para la selección de los que finalmente asistirían al esperado Jamboree en agosto del mismo año. Tres meses antes de viajar los participantes tomaron clases de japonés con un sensei (profesor) armenio venido de Japón.

Caros Seferian recordó que antes del viaje se organizó una gran fiesta en el Salón Centro Armenio para juntar fondos. “Había venido hasta el embajador de Japón para compartir la noche. El salón estuvo lleno de bote a bote, con mucha gente colaborando. La Comisión Directiva y la gran comunidad homenetmenagan entendieron la importancia de este evento internacional”.

 “Quisiera destacar la responsabilidad, el compromiso y el esfuerzo de la Comisión Directiva de la época encabezado por el ieghpair Barkev Barsamian y por el ieghpair Harutiún Zarukian quienes, junto al resto de la Comisión, no escatimaron esfuerzos para este viaje”, señaló Seferian en coincidencia con otros participantes del Jamboree que remarcaron el apoyo institucional recibido por parte de Homenetmen para realizar tan importante experiencia.

“Tiempo atrás habíamos iniciado una campaña para poder participar como armenios con un grupo de scouts armenios de Francia que se llamaba Hai Arí (de uniforme azul), cuyo Jefe era el Dr. Kourken Medzadourian que había sido amigo de Beden Powell, el fundador del scoutismo”, dijo a Diario ARMENIA Arturo Ohanessian, el jefe de la delegación que partió de Buenos Aires. “Armenia, a través de Hai Arí, fue el único país de este lado del muro que tenía representatividad en la Asociación Scout”.

Los scout de la Agrupación Ararat de Homenetmen con Hai Arí de Francia

Con su memoria vivaz, Ohanessian recordó el nombre y el cargo de cada uno de los participantes. “Como delegación representante de Armenia viajaron Roberto Boyadjian, Jefe de Tropa; Esteban Arslanian, Guía Primero; Juan José Partamian, Juan Arslanian, Carlos Seferian y Rubén Topalian, como Guías. Como representantes de la Argentina, participaron Ricardo Koutnouyan, Jefe de Tropa; José Berberian, Subjefe de Tropa; Daniel Chismechian, Guía Primero, Juan Carlos Barsamian, Gregorio Sasyan y Daniel Barreiro de la Agrupación Bernardino Rivadavia, como Guías.

Ricardo Koutnouyan, que había participado del anterior Jamboree de 1967 en los Estados Unidos, dijo que el hermoso viaje de conocimiento y aplicación de experiencias dejó una marca indeleble en la vida de los 12 participantes. “Homenetmen fue el gran artífice por todo el esfuerzo para realizar ese viaje”.

“Andrés Perciavale nos invitó a su programa en el Canal 13 y fuimos enfundados con nuestros uniformes scout. Quedó sellada, para la gran audiencia, la presencia de los armenios que irían a participar de un evento de magnitud impredecible para nuestra colectividad”, recordó Koutnouyan quien encabezó la representación argentina en Tokio. “Desfilamos con uniformes gauchos y ante el palco principal detoné un ¡Viva Argentina! Mi saludo generó unos aplausos que sorprendieron a todos”. El viaje quedó plasmado en distintos medios gráficos como la Revista Gente o el Diario La Razón.

Roberto Boyadjian contó que la primera mañana se trasladaron al pabellón donde estaban las banderas de los 96 países participantes en orden alfabético. “Argentina la tercera y Armenia la cuarta. Los mástiles eran altísimos y las banderas enormes. Para nuestra sorpresa estaba izada la bandera armenia con la oz y el martillo. Inmediatamente denunciamos ante la jefatura scout que esa no era la bandera de Armenia. De la jefatura nos respondieron que si no era esa la bandera que lleváramos la que correspondía. Así lo hicimos pero la que izamos era de un tamaño muchísimo menor que las otras y justamente sobresalió por eso”, cerró Boyadjian que fue totemizado Ardilla Perspicaz.

Juan Arslanian, calificó el viaje “como uno de los momentos más lindos de su vida” y agregó que como scouts de Homenetmen, criados con los valores y símbolos de la República Armenia de 1918, lograron que se izara la ierakoin (tricolor). “Hoy más que nunca recuerdo a todos aquellos que lucharon y soñaron el regreso de una Armenia libre. Dirigentes que trabajaron para transmitir a las generaciones siguientes la llegada de ese sueño que muchos no pudieron ver. Hoy los desafíos son otros y pasan por ayudar a la nueva realidad de Armenia que por cierto no es nada fácil”.

“No fue sólo la bandera”, añadió Juan Arslanian. “llevamos la cultura armenia a ese contexto internacional. Desfilamos con ropa folklórica armenia y mostramos bailes típicos armenios. En mi caso, hice lo que pude a pesar de haberlo preparado con tiempo…”.

“El lema de este Jamboree fue ´For understanding´ (por el entendimiento)”, explicó Esteban Arslanian. “El objetivo fue que los participantes de todo el mundo pudieran conectarse, conocerse, interactuar, entenderse y entender que somos todos iguales y diversos al mismo tiempo. Esa premisa se vio reflejada en nuestras culturas, creencias, lealtades y formas de pensar. Sin duda fueron mayores las coincidencias que lo que pudiera separarnos”.

“Durante el campamento tuvimos la oportunidad de visitar y de ser visitados por otros acampantes.  Intercambiamos distintivos, compartimos fogones, meriendas, juegos, competencias. Tuvimos la oportunidad de presentar nuestros bailes y danzas en un escenario a cielo abierto donde bailamos malambo, servimos mates a los asistentes, hicimos el Shurch Bar con atuendos armenios acompañados por música en vivo interpretada por nuestra delegación”, completó Esteban Arslanian.

José Berberian, por su parte, dijo que uno de sus principales recuerdos fue el encuentro con los iejpair (hermanos) de Francia. “Fue una sensación realmente hermosa”, dijo refiriéndose al momento del encuentro con la delegación de scout armenios de Francia para conformar el grupo de 23 scouts armenios.

Berberian también mantiene vivo el momento de estrecharle la mano a Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la luna y dirigente scout de los Estados Unidos, quien había ido a visitar a su hijo que formaba parte de la delegación norteamericana. “Apareció volando por los cielos, fue espectacular”, exclamó Arturo Ohanessian al recordar ese momento.

Rubén Topalian, contó en detalle que el tifón Olive azotó el lugar del campamento durante tres días, un episodio que el resto de los participantes del Jamboree también comentó.  “Si bien la organización planeó la evacuación del campamento utilizando 912 ómnibus y habilitando un templo para resguardar a los scouts, nosotros, con nuestra mente argentina y armenia, nos quedamos cada uno en nuestras carpas esperando que pase el tifón.  “Ahí es donde primó el auténtico espíritu scout: la solidaridad, la amistad y todos los principios que transmite el scoutismo”, recalcó Juan Arslanian.

Topalian, quien conserva gran cantidad de material documental del XIII Jamboree de Japón, señaló también que el ex emperador Hirohito con su esposa visitó el predio, lo que marcó la dimensión y la importancia del evento.

Más adelante, y en relación a los testimonios de sus compañeros scout, dijo que esperaba que estos recuerdos y anécdotas contribuyan a acercar a las nuevas generaciones al scoutismo “ya que se desarrollan actividades atractivas y educativas”.

Para Esteban Arslanian fue un honor compartir la delegación. “Agradezco a nuestros jefes scout y a Homenetmen por habernos permitido crecer exponiéndonos al mundo casi real”. “La experiencia scout la llevamos de por vida en nuestra forma de ver las cosas y en nuestras conciencias. En relación al Jamboree, deberíamos analizar si el lema “Por el entendimiento” echó raíces en el mundo cincuenta años después y si las perspectivas de la humanidad son mejores que las del siglo pasado”, culminó.

Ricardo Koutnouyan sostuvo “por todo lo que pasé y vi en ese periplo no me queda más que agradecer a Homenetmen y a aquellas personas silenciosas que trabajaron juntando fondos y ayudándonos a los 12 que tuvimos la suerte única de haber logrado esta hazaña. 

José Berberian aseguró que a pesar de haber pasado 50 años los recuerdos siguen íntegros.

“No hubo otra ocasión en el que el scoutismo armenio tuviera una presencia tan completa como la que se dio en el Jamboree de Japón ya que fue un evento mundial”, afirmó Carlos Seferian. “Después, en los 90s, empezaron los grandes eventos dentro del mundo armenio como los hamahomenetmenagan y luego los hamaigagan (Panarmenios)”. Para finalizar, Seferian destacó lo que significa Homenetmen como institución del scoutismo armenio y como institución del deporte armenio por excelencia.

“Siento que los auténticos valores que nos inculcaron en el scoutismo y en Homenetmen no cambiar”, expresó Juan Arslanian. “La Agrupación Ararat sigue evolucionando. Rrealiza campamentos en Armenia y actividades dirigidas a Armenia”. Más adelante agregó: “volví poco a Homenetmen pero la última vez que fui, tres meses antes del inicio de la pandemia, me emocioné al ver el gran desarrollo edilicio y comunitario lo que habla muy bien de los dirigentes de la institución. Mi reflexión es que se llegó a los objetivos de los fundadores de Homenetmen en 1918, no sólo en lo deportivo y social”, culminó.

Una historia de amor

“Me sucedió algo inesperado en este viaje: tenía 23 años y estaba de novio con la que hoy es mi esposa, María Cristina Berberian. Ella había salido unos días antes hacia México para asistir a una reunión de girl scouts en Cuernavaca. Cristina nos espero para saludarnos en la escala de nuestro vuelo en el aeropuerto de México para luego continuar viaje a Vancouver y desde allí a Tokio para iniciar así el recorrido de este evento maravilloso que nos marcó a todos”, contó Ricardo Koutnouyan. Una historia que desde la redacción de Diario ARMENIA no quisimos dejar pasar.

Nota en la revista GENTE a tres páginas.
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