A pedido del ANCA, Antony Blinken anunció ayuda humanitaria de Estados Unidos a Armenia para “abordar las graves necesidades humanitarias creadas por autócratas y terroristas”

01 de noviembre de 2023

En respuesta a meses de creciente presión del Consejo Nacional Armenio de Estados Unidos (Armenian National Committee of America – ANCA), los aliados del Congreso y una creciente coalición de socios pro-armenios, el Secretario de Estado Antony Blinken anunció el 1º de noviembre que el paquete de asistencia suplementaria de 106.000 millones de dólares propuesto por el presidente Joe Biden incluiría asistencia humanitaria para Armenia, que está luchando para ayudar a los 120.000 armenios nativos desplazados por la fuerza de Artsaj (Nagorno Karabaj) como resultado de la limpieza étnica genocida de Azerbaiyán.

En declaraciones hoy ante el Comité de Asignaciones del Senado sobre el Suplemento de Seguridad Nacional para el año fiscal 2024, el secretario de Estado Blinken anunció que la medida propuesta “nos permitirá abordar las graves necesidades humanitarias creadas por autócratas y terroristas, así como por conflictos y desastres naturales en Ucrania, Gaza, Sudán, Armenia y otros lugares del mundo”. Posteriormente, en respuesta a una pregunta del senador Chris Coons, el secretario Blinken señaló que se proporcionaría asistencia humanitaria a Nagorno Karabaj, entre otros lugares. El paquete de asistencia no especifica una cifra monetaria para la asistencia a Armenia.

En un testimonio presentado ante el Comité de Asignaciones del Senado, el Director de Programas de ANCA, Alex Galitsky, recibió con agrado la inclusión de Armenia en la solicitud de financiamiento propuesta y explicó que el paquete de asistencia de 11,5 millones de dólares anunciado por la administradora de USAID, Samantha Power, durante su visita a Armenia el mes pasado “es totalmente insuficiente para satisfacer las extremas necesidades de una población desplazada debido al abyecto fracaso de la comunidad internacional para limitar la agresión de Azerbaiyán”.

Galitsky enfatizó que los fondos adicionales asignados a través de este paquete de ayuda suplementario deben ser “proporcionales con las necesidades agudas de aquellos que Azerbaiyán obligó a abandonar sus hogares”. También debería apoyar el objetivo a largo plazo de “garantizar el derecho al regreso de los 150.000 armenios desplazados desde la guerra de Artsaj de 2020, con su seguridad garantizada a través de un mecanismo de seguimiento internacional permanente”, afirmó Galitsky.

Citando la actual ocupación por parte de Azerbaiyán del territorio soberano armenio y las amenazas del presidente Aliyev de establecer por la fuerza el “corredor de Zangezur” –un puente terrestre contiguo que conecte Azerbaiyán con Turquía a través de Armenia– el testimonio de ANCA pidió “no menos de 10.000.000 de dólares en financiación militar extranjera (FMF) a Armenia para satisfacer las necesidades inmediatas de seguridad del país y disuadir una agresión inminente por parte del régimen autoritario de Azerbaiyán”.

En sus comentarios finales, Galitsky señaló que “asignar asistencia humanitaria y de seguridad a Armenia en esta solicitud de financiamiento suplementario puede ayudar a rectificar la política de apaciguamiento que ha llegado a caracterizar la relación de Estados Unidos con Azerbaiyán, que ha tratado al pueblo armenio como el daño colateral de prioridades geopolíticas equivocadas y socavaron la seguridad y la estabilidad de una de las únicas democracias de la región. No hacerlo no sólo correrá el riesgo de condenar a Armenia a los caprichos de la tiranía de Azerbaiyán, sino que también indicará a los autócratas que nuestro compromiso de defender los derechos humanos y la democracia no se mantendrá universalmente, sino sólo cuando sea políticamente conveniente”.

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