Acto académico por el 109° aniversario del Genocidio Armenio en el Palacio Legislativo de Uruguay con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou: “Ante la indiferencia de la comunidad internacional, pasó lo que dijimos que iba a pasar”

23 de abril de 2024

El 23 de abril por la noche, la Presidencia de la Cámara de Diputados y el Consejo Causa Armenia del Uruguay organizaron un acto académico de conmemoración del 109° aniversario del Genocidio Armenio en la Antesala de la Cámara de Representantes, Palacio Legislativo.

Al acto asistieron el presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou, el canciller Omar Paganini, el subsecretario de Relaciones Exteriores Nicolás Albertoni, el subsecretario de Salud Pública José Luis Satdjian, el subsecretario del Interior Pablo Abdala, el ministro de Trabajo y Seguridad Social Pablo Mieres, la ministra de Salud Pública Karina Rando, legisladores de todos los partidos políticos, diplomáticos, integrantes del Foro Nagorno Karabagh del Uruguay, el cardenal prelado de la Iglesia católica Daniel Sturla, el primado de la Iglesia Apostólica Armenia Hagop Kelendjián, representantes de congregaciones religiosas, representantes de la comunidad armenia y la encargada de Negocios de Armenia en Uruguay Mariam Gevorkyan.

Quienes tomaron la palabra en el evento fueron la presidenta de la Cámara de Representantes Prof. Ana Olivera, el Dr. Luis Moreno Ocampo, primer Fiscal General de la Corte Penal Internacional, el Dr. Ricardo Torres, Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, y miembro del Foro Artsaj de Argentina, la alcaldesa de París, Francia, Anne Marie Hidalgo, y finalmente la Lic. Anaclara Davidian, representante del Consejo Causa Armenia del Uruguay.

Ana Olivera: “Los uruguayos y uruguayas nos sentimos profundamente comprometidos con la Causa Armenia”

Ana Olivera abrió el evento afirmando que “los uruguayos y uruguayas nos sentimos profundamente comprometidos con la Causa Armenia”.

La legisladora marcó que la fecha del 24 de Abril “viene precedida de un largo proceso: la decadencia del Imperio Otomano y la generación del odio hacia el pueblo armenio fue precedida por matanzas anteriores a las de 1915”. “La indiferencia frente a aquellos miles de muertos, en particular en la masacre Adana en 1909, fue la que facilitó que pudiera armarse un plan de exterminio. Fueron avanzando para ver hasta dónde podían llegar”.

“Aún hoy, Turquía no lo reconoce, reivindica como héroes a quienes lo llevaron adelante y persigue a quienes lo difunden”, resaltó Olivera. “Es paradójico que se diga que el concepto de genocidio no puede aplicarse a lo sucedido en 1915, ya que quien creó el término, Raphael Lemkin, lo hizo a partir de lo que inicialmente se designaba como crímenes de barbarie, referido al exterminio del pueblo armenio”.

“Hay dos motivos por los que ayer contesté a la prensa que en realidad no había terminado el genocidio del pueblo armenio. Uno está referido al no reconocimiento de Turquía del genocidio. Otro, a la guerra que llevó adelante Azerbaiyán con el apoyo de Turquía en Artsaj. Éxodo forzoso. Limpieza étnica. Destrucción del patrimonio cultural armenio. Claro que trae a la memoria lo vivido hace más de un siglo”.

Olivera también destacó que existe un “vínculo indisoluble entre Uruguay y Armenia” y que fue un proceso referido a las concepciones sobre las migraciones que se fueron desarrollando en el país. “Armenios y armenias lograron ser parte, ser nuestros compatriotas”.

Para finalizar, Ana Olivera exhibió los dibujos de una niña armenia desplazada por la fuerza de Artsaj en 2023 y expresó: “Si los niños armenios, tras lo que vivieron, son capaces de retratar sus hogares de esta forma, significa que seguirán luchando, y nosotros con ellos”.

Luis Moreno Ocampo: “Uruguay puede liderar un movimiento de Estados que hagan más efectiva la prevención del genocidio”

Luis Moreno Ocampo envió un mensaje grabado en el que comenzó afirmando que ” los armenios fueron las primeras víctimas de genocidio del siglo XX” y “hoy son nuevamente víctimas de un genocidio que se concretó el año pasado en septiembre, con los armenios de Nagorno Karabaj y que aún hoy es riesgoso para los armenios de Armenia”.

“Me parece que es muy importante calificarlo de genocidio porque es lo que permite entender lo que está pasando. A todos nos shockea pensar que se repita el genocidio, pero está pasando”, continuó Moreno Ocampo.

“Hace 75 años se adoptó una Convención de Genocidio con la esperanza de que el ‘Nunca más’ fuera una realidad, pero lo que estamos viendo es que es una promesa incumplida. Los Estados partes, que incluyen Uruguay como miembro de la Convención de Genocidio, se comprometieron a prevenirlos. Creo que es un muy buen momento para pensar cómo Uruguay, que es un país justamente que tiene la ventaja que es un país pacífico y democrático, que no va a invadir a otros y que no ataca a su gente, puede liderar un movimiento de Estados que hagan más efectiva la prevención”, propuso el experto.

“¿Por qué es un genocidio lo de Nagorno Karabaj? Hay muchas formas de cometer genocidio. El artículo ‘2.C’ de la Convención establece que inflingir condiciones que producen la destrucción de un grupo puede ser un genocidio. Eso ocurrió cuando el año pasado las fuerzas de seguridad de Azerbaiyán bloquearon el Corredor de Lachin que conectaba Armenia con Nagono Karabaj y cortaron toda provisión de alimentos, gasolina y remedios a Nagono Karabaj. Se complementó el genocidio en septiembre cuando hubo un bombardeo a la gente de Nagorno Karabaj, que escaparon en masa. 100.000 personas decidieron dejar su casa, su ropa, sus herramientas, la tierra ancestral, para escapar y salvar sus vidas. Cuando Azerbaiyán actúa militarmente sobre la región es el momento del éxodo. Remueven a la población de Nagorno Karabaj y por eso un genocidio”.

En ese sentido, recordó que recientemente la jueza Gassia Apkarian de California, Estados Unidos, presentó un informe al Fiscal de la Corte Penal Internacional pidiendo que se investigue al presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev “por un genocidio no solamente en Nagorno Karabaj, sino en Armenia misma”. “Ella cita y muestra declaraciones del Presidente Aliyev afirmando que los armenios se tenían que ir. Increíblemente cita una decisión del Parlamento de Azerbaiyán que niega que exista Armenia y la llama ‘Azerbaiyán del Oeste’. Es el primer genocidio conocido donde un Parlamento autoriza a hacerlo”.

“El Imperio Otomano comenzó el genocidio descabezando a la comunidad armenia, atacando a los líderes. Hoy, los líderes de Nagorno Karabaj están presos en cárceles sometidos a la autoridad del Presidente en Bakú, porque en Azerbaiyán no hay jueces independientes. La prioridad es la liberación de los presos armenios en Azerbaiyán”, planteó Moreno Ocampo. Además, se refirió a la conferencia COP29 por el cambio climático organizada por las Naciones Unidas en Bakú en noviembre: “No pueden los embajadores uruguayos, brasileños, argentinos, alemanes, suecos, ir a Bakú a discutir el cambio del clima mientras hay presos de genocidio en las cárceles de Bakú”.

Ricardo Torres: “Lo que está ahora en juego es la propia independencia de Armenia”

Ricardo Torres hizo un repaso histórico por el conflicto de Artsaj (Nagorno Karabaj). “El reconocimiento del derecho de la determinación de Nagorno Karabaj fue base fundamental de la estrategia negociadora de la Tercera República con Levon Ter-Petrosyan, con Robert Kocharyan, con Serzh Sargsyan como presidente y luego como primer ministro y con Nikol Pashinyan, quien concurrió a las elecciones de 2018 y a las elecciones de 2021 defendiendo el derecho a la autodeterminación de Artsaj. Después se olvidaron los armenios y sacaron la declaración de Almá-Atá, que fue firmada en 1991 después de la independencia de Azerbaiyán y después de la independencia de Nagorno Karabaj. Jamás había formado parte de la estrategia negociadora Armenia”, detalló Torres.

De acuerdo con el experto, Nikol Pashinyan cometió “una gravísima decisión de terribles implicancias, y es quizás el más grave error cometido en cuanto a relaciones internacionales por un gobierno de la República de Armenia desde 1991 en reconocer la integridad territorial de Azerbaiyán y efectivamente lavarse las manos”.

“Como ya sabemos, la comunidad internacional no impuso sanciones al régimen de Bakú limitándose simplemente a declaraciones verbales sin sustancia. Turquía ha sido un sólido apoyo a Azerbaiyán. Rusia gradualmente abandonó a su suerte a Ereván y Stepanakert. La Unión Europea considera y lo sigue considerando un aliado estratégico en la provisión de gas. Israel es uno de los cuatro principales proveedores de armamentos de Bakú y utiliza como se sabe a Azerbaiyán como base de espionaje contra Irán. Y desde la guerra de Ucrania Rusia limitó, hasta hace unos pocos meses que reanudó, la provisión de armas de Armenia, que llevó a buscar nuevos proveedores en India y Francia. La Unión Europea solo se limitó a desplegar una misión de observación en Armenia en enero de 2023. Rusia ha privilegiado su alianza con Bakú y Ankara a costa de Armenia y no ha cumplido con los compromisos de la armisticio de noviembre de 2020 al permitir no solo violaciones en la línea de contacto, que es la línea fronteriza, sino el bloqueo entre diciembre de 2022 y septiembre de 2023”, reflexionó Torres.

“La comunidad internacional tampoco ha impuesto hasta la fecha sanciones a Bakú y con su actitud solamente han envalentonando a los azeríes, quienes luego de haber resuelto el conflicto por la vía militar buscan avanzar sobre el territorio soberano de Armenia. Lo que está ahora en juego es la propia independencia de Armenia”, advirtió.

Anne Marie Hidalgo: “Ya saben lo importante que supone que el Genocidio Armenio sea reconocido por el mayor número posible de países, al margen de las presiones”

La alcaldesa de París envió un mensaje en español y dijo: “Ya saben lo importante que supone que el Genocidio Armenio sea reconocido por el mayor número posible de países, al margen de las presiones realizadas por turcos y azeríes. A los países de América del Sur que aún no lo han reconocido, solo puedo invitarlos a que lo hagan”.

“Es la premisa para nuestro apoyo a los armenios que desde la ocupación por Azerbaiyán del territorio de Nagorno Karabaj han vuelto a ser víctimas de una purga étnica”, continuó la política francesa.

Hidalgo reiteró su pedido por la “liberación inmediata” de los armenios de Artsaj presos en Azerbaiyán.

Anaclara Davidian: “Pasó lo que dijimos que iba a pasar”

Anaclara Davidian remarcó que “más de un siglo después, la lucha del pueblo armenio continúa por justicia, memoria y reparación, y contra la impunidad y el negacionismo de Estado turco que, lejos de reconocer su responsabilidad en la ejecución del genocidio, hoy lo reivindica impúdicamente”.

“Pero este año no estamos aquí sólo para recordar y pedir justicia por lo que pasó hace más de un siglo. Este año, la conmemoración del genocidio cometido entre 1915 y 1923 llega unos meses después de que se terminó de ejecutar un nuevo genocidio contra la población armenia de Artsaj, Nagorno Karabaj, esta vez por parte de Azerbaiyán, pero con el apoyo ideológico, militar y diplomático de Turquía”, señaló la dirigente. “Desde 1991 pidieron incansablemente a la comunidad internacional que fuera reconocida su independencia, para evitar que un nuevo genocidio se consumara. Sus autoridades electas democráticamente, hoy rehenes y en huelga de hambre en las cárceles de Azerbaiyán, visitaron también este edificio clamando para que fuera reconocida la libertad que les asistía por derecho y que habían conquistado a costa de miles de vidas”.

“Hace exactamente un año, en este mismo recinto, dijimos textualmente: ‘Estamos en la antesala de un nuevo genocidio contra los armenios de Artsaj’. Unos meses después, y ante la indiferencia de la comunidad internacional, pasó lo que dijimos que iba a pasar”, recordó Davidian.

“Mientras el mundo guardaba silencio, miraba para el costado o decidía dirigir su atención hacia otros conflictos, un puñado de países tendieron la mano a los armenios. Francia llevó ayuda humanitaria durante el bloqueo y exigió sanciones contra Azerbaiyán. Grecia envió a Armenia artículos humanitarios y un equipo de psicólogos y trabajadores sociales para prestar asistencia a los refugiados que fueron forzados a desplazarse. Argentina marcó su posición cuando, en setiembre, el entonces presidente Fernández condenó el accionar de Azerbaiyán ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y llamó a la comunidad internacional a no permanecer ‘pasiva’ frente a lo que estaba pasando en Artsaj. También países muy pequeños, como Chipre, ofrecieron cobijo y apoyo a las víctimas. No se trata de algunos ejemplos, los mencionamos a todos porque lamentablemente fueron los únicos”, enumeró la representante del Consejo Causa Armenia.

“En la actualidad, no sólo estamos presenciando en vivo y en directo los coletazos brutales de la ocupación, la limpieza étnica y el genocidio contra los armenios de Artsaj, sino que, además, Azerbaiyán continúa atacando regiones ubicadas en territorio soberano de la propia República de Armenia. Tras invadir más de 200 kilómetros cuadrados de territorio internacionalmente reconocido de la República de Armenia y controlar alturas que ponen en riesgo infraestructura crítica de transporte y un centenar de centros poblados fronterizos, Azerbaiyán exige concesiones unilaterales, tales como la cesión de más territorios y la modificación de la Constitución de Armenia, entre otras”, continuó.

Davidian denunció que “las representaciones diplomáticas de Azerbaiyán y Turquía, abusando del amparo que les otorgan las convenciones internacionales, han trasladado a nuestro país la xenofobia anti armenia y el negacionismo, que expresan abiertamente en público al tiempo que operan profusamente en privado, para evitar cualquier posicionamiento que evidencie sus crímenes”.

“Ya es tarde para evitar otro genocidio contra los armenios, pero la comunidad internacional todavía está a tiempo de adoptar medidas concretas para condenar al genocida, frenar la agresión militar contra Armenia, desocupar los territorios armenios ocupados y pararse del lado correcto de la historia”, finalizó la dirigente, y cerró con cuatro pedidos concretos: Exigir garantías internacionales para el retorno de los armenios de Artsaj a sus hogares, frenar la destrucción del patrimonio cultural e histórico milenario, pedir sanciones para el régimen de Azerbaiyán “que indudablemente cometió un genocidio ante los ojos de todo el planeta y lo reivindica” y exigir la liberación de los líderes políticos encarcelados ilegalmente en Bakú “por haber permanecido junto a su pueblo hasta el final”.

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