Agop Toutouchian: “Todos nuestros objetivos tienen que apuntar siempre al fortalecimiento de nuestra madre patria”

04 de octubre de 2021

Agop Toutouchian es miembro activo de la comunidad armenia de Córdoba y fue seleccionado para participar del programa de “Jóvenes Embajadores de la Diáspora”, un encuentro con jóvenes de organizaciones aglutinados por distintos movimientos políticos, agrupaciones deportivas, académicas, scouts o eclesiásticas. Desde Armenia conversó con Diario ARMENIA para contar su experiencia y la visita a Artsaj.

-¿Cómo fue el proceso para llegar a participar del programa?

-La primera publicación la vi en Diario Armenia, ese fue mi primer acercamiento a este programa. Y fue en ese momento que decidí inscribirme luego de hablar con mi familia y amigos quienes desde un primer momento me insistieron en que no debía dudar.

La inscripción fue de manera individual con el aval de las instituciones por las cuales transité en mi vida comunitaria armenia. Primero fueron encuestas y después reuniones por zoom con el Alto Comisionado de la Diáspora. En base a eso filtraron a los 25 elegidos y un mes después me avisaron que había quedado seleccionado.

-¿En qué consiste el programa?

-El programa tiene un contenido muy profundo que busca acercar a los jóvenes a la realidad de Armenia a través de conferencias de alto nivel. Entre ellas puedo nombrar la reunión en la Asamblea Nacional Armenia, el encuentro en el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Republica de Armenia y la visita a Artsaj donde fuimos recibidos por importantes personalidades de este lugar.

La principal idea es que podamos volvernos a nuestras comunidades y tener la información necesaria para continuar fortaleciendo los lazos entre las comunidades armenias del mundo y nuestra madre patria.

-¿Cómo es la organización?

-La organización del encuentro es impecable, cada momento está preparado a la medida justa para que nosotros podamos incorporar la mayor cantidad de conocimiento, es inevitable agradecer al Alto Comisionado de la Diáspora por esta oportunidad, a quienes estuvieron a cargo de esta y a la Fundación Jinishian.

-¿Cuál fue tu impresión cuando llegaste a Ereván?

-Esta vez la llegada a Ereván fue distinta, un panorama complejo enfrenta la realidad de nuestra madre patria y es bien conocido por todos nosotros.

El avión desde Francia vino lleno y ese es un buen síntoma para la primera impresión. 

La ciudad de Ereván, como siempre, brilla con sus amplias posibilidades para recibir al turismo. Muchos negocios nuevos y la Plaza de la Republica en pleno proceso de desarme después de los actos del 21 de septiembre.

-¿Cuales son tus objetivos con el programa?

-Básicamente acercarme a la realidad de Armenia, creo que esa es una gran responsabilidad para todos los armenios de la diáspora. Creo que todos nuestros objetivos tienen que apuntar siempre al fortalecimiento de nuestra madre patria, inclusive el resguardo de nuestra identidad en los distintos rincones del mundo debe ser pensado como una forma de fortalecer nuestra Armenia.

No debemos ni podemos olvidarnos de esto y para eso debemos conectarnos con Armenia de una forma más directa, entendiendo la realidad y el panorama que transitan aquí. Durante mucho tiempo esos puentes fueron difíciles, pero en este momento existen miles de formas de generar ese acercamiento.

Es importante que reforcemos el idioma, es realmente necesario y ese es uno de mis objetivos adentro de este programa donde el Alto Comisionado de la Diáspora nos da la oportunidad de aprender y expresarnos.

-¿Cual fue tu impresión al llegar a Artsaj ?

-Somos el primer grupo grande que llega a Artsaj representando a la Diáspora, eso tuvo un especial significado.

Al pasar por el camino se ve la entrada a Shushí con una bandera de Azerbaiyán y fue uno de los momentos que más nos impactó. Esto solo debe recordarnos que nuestros esfuerzos en todos lados deben redoblarse ya que lamentablemente no fueron suficiente para evitar la entrega de muchos de nuestros territorios y la irreparable pérdida de nuestros héroes, que hoy en un Yerablur triplicado de su tamaño anterior, fueron enterrados. Así mismo no puedo ni podría pasar por alto que el espíritu de Artsaj sigue vivo en los territorios que aún poseemos, donde la vida colma las calles, los jóvenes se reúnen, las escuelas funcionan, los organismos nacionales continúan trabajando y es por ellos que no debemos bajar los brazos.

No podemos ni debemos olvidarnos que nuestras hermanas y hermanos que volvieron a Artsaj o inclusive se quedaron durante todo el transcurso de la guerra merecen vivir en paz. El momento de actuar es ahora.

-¿Qué mensaje te gustaría darle a la comunidad de Sudamérica?

-Mi mensaje  para la comunidad en general es que no debemos bajar los brazos, nuestra lucha debe continuar. Todo empieza con simples pasos que luego terminan concluyendo en motivo de orgullo como fue el momento en el que un joven nacido en Shushí me dijo: “Uruguay y Argentina fueron los primeros países en reconocer el Genocidio”. Este es el momento, debemos ser nuevamente pioneros del reconocimiento de Artsaj, es un pequeño paso para que podamos vivir en paz en nuestras tierras. Existen cientos de formas de acercarnos a Armenia: voluntariados, programas de educación, de asistencia o nuestras mismas instituciones que son una conexión  constante y admirable para trabajar por y para nuestra patria.

Los armenios no conocemos de fronteras y todas estas oportunidades son un ejemplo de ello. Es importante que insistamos en el idioma, es nuestra mayor falencia y hoy debemos trabajar en ello.

No quisiera terminar sin antes agradecer a mi familia y amigos quienes apoyaron desde un principio y sobre todo a las organizaciones e instituciones, y a la gente que trabaja en ellas, para que a lo largo del tiempo existan jóvenes que podamos estar preparados para asistir y participar de todas estas instancias.

Sofía Zanikian
Periodista
sofi.zanikian@outlook.com

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