Alberto Soreian, el fotógrafo de la comunidad armenia de Argentina, actualizó sus redes sociales

10 de mayo de 2021

Alberto Soreian afirma que, además de su guitarra, la fotografía fue siempre una de las formas que tuvo de expresarse. Hace unas semanas decidió borrar todas las imágenes de su cuenta de Facebook y prometió volver a subir las instantáneas de los eventos en los que estuvo presente con su cámara relatando, con su mirada, lo más importante de los eventos comunitarios. 

“Todo empezó hace más de 10 años, por el 2010, en el primer desfile que realizó Homenetmen”, relata Soreian y sigue: “En una semana las fotos explotaron en Facebook y el domingo siguiente un muy buen amigo me hizo prometer, bajo juramento scout, que iba a ser 'el fotógrafo de la colectividad'. Lo cómico es que buscó un testigo para certificar ese juramento” siguió el relato en el inicio de la larga serie de fotos que volvió a compartir dosificadamente y agrupadas con un criterio nuevo.

Al día siguiente develó el misterio de quién había sido el que le puso el mote que le valió el compromiso tácito de registrar los sucesivos actos y eventos de la comunidad para rescatarlos con su cámara: se trató de Kiko Khachadourian secundado por Miguel Hovannesian como testigo. 

“Lo mío fue todo a prueba y error”, aclara Alberto quien afirma también que nunca estudió fotografía, algo que seguramente sorprendió a más de uno viendo la calidad técnica y el particular enfoque que obtiene en sus imágenes. 

Soreian comenzó a subir largas tandas de fotografías de Homenetmen, del scoutismo y de los Navasart. Siguieron distintas series de las marchas por el Genocidio Armenio entre las que incluyó las del centenario; de iglesias y monasterios de Artsaj y de Armenia tomadas durante un viaje que realizó con Homenetmen en el año 2013 del que se siente agradecido. No se privó de rescatar el trabajo de Analía Perona, en la presentación de la muestra Vestigios ancestrales. Tras el elogio de su obra le agradeció por “los hermosos trabajos” y que sin ser armenia “estuvo en todos los lugares que pudo retratando nuestra cultura milenaria”.

Durante los días siguientes agregó planos generales y primeros planos de las presentaciones anuales de los conjuntos de danzas Nairí, Kaiané y Masis no sin antes advertir a sus seguidores que la nueva configuración de Facebook no dejaba subir más de 80 imágenes por vez por lo que creó distintos álbumes. “Doy gracias a los directores y colaboradores de los conjuntos por darme la oportunidad de tomar las fotos”, escribió con humildad. 

En un de las tantas publicaciones Alberto remarcó que todo lo que hizo fue “por amor a la colectividad y amor a nuestra cultura” y aclaró, por si alguno no lo sabía, que nunca lucró con la fotografía y que jamás cobró por una foto. En este sentido es oportuno indicar que Diario ARMENIA y otros medios comunitarios utilizaron varias veces sus imágenes ya que siempre fue un banco de fotos que estuvo “a mano” para ilustrar alguna cobertura cuya fotografía faltaba. 

Al cierre de esta nota, Alberto Soreian hizo un homenaje al Colegio Armenio Jrimian de Valentín Alsina, su barrio: “uno de los colegios más prestigiosos, aunque para mí el mejor”, escribió. “Del Jrimian salieron personas comprometidas con la armenidad, política y culturalmente hablando. Mi padre colaboró con mucho trabajo estando en comisiones y yo también seguí ese camino”. 

“En junio de 2012 pasé con mi cámara por el colegio e hice la caminata que hicimos todos los que estudiamos en el Jri. Seguramente se te pueda escapara alguna lágrima”, advirtió adelantando capturas de lugares comunes del ya nonagenario colegio. “Obviamente después de aquella visita se mejoró muchísimo y se modernizaron aún más las instalaciones”, aseguró éste fotógrafo aficionado que disfruta regalando sus imágenes y que documentó los últimos años de la comunidad en general y con el detalle de los personajes comunes que lo protagonizaron. 

Todos agradecidos y no es para menos. 

Autobiografía. .. siempre la fotografía fue una de las formas que tuve de expresarme junto con la música , mi guitarra,...

Publicado por Alberto M. Soreian en Domingo, 11 de abril de 2021
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