Evaluando el legado del Diario ARMENIA

Ana Arzoumanian habla y define la fe en la escritura

30 de marzo de 2017

Ana-ArzoumanianLa reconocida intelectual argentino-armenia y aquilatada escritora Ana Arzoumanian, nos ofrece su interpretación de la actualidad, incluyendo un valioso testimonio particular acerca del Diario ARMENIA. Preguntas y respuestas en singular, válidas para reflexionar, y como tarea muy estimable para nuestros lectores.

Miramos al trasluz la imagen de los papiros, palpamos la tersura de los pergaminos, y admirando la fundamental impresión en papel de libros, la prensa periódica, llegando a la nueva tecnología en la computación y las comunicaciones. En todos ellos siempre aparece la escritura como guía y testimonio para el conocimiento y comprensión de las ideas que mueven al mundo. En la próxima Feria Internacional del Libro se presentará su nuevo libro “Infieles”. Hablenos de cuál es su profesión de fe en la palabra escrita?

“Eros es un verbo” dice la poeta canadiense Anne Carson. Esto la lleva a preguntarse en qué hay de erótico en el fenómeno de alfabetización. La presencia o la ausencia del alfabetismo afecta la manera en que una persona mira su propio cuerpo, sus sentidos y su yo.

El borde alfabético genera una experiencia de la separación y esta distancia es el terreno fértil del deseo. La palabra libro los griegos la tomaron de byblos, planta de papiro. El papiro venía de Fenicia y más tarde de Egipto, pero los griegos inventaron una herramienta para escribir sobre él: la pluma. Un acto de escritura y de lectura es una experiencia del detenimiento y manipulación temporal. De manera tal que la alfabetización nos hace ver el tiempo de modo diferente.

Si el amante quiere del tiempo un ahora, el libro con su cercanía y con sus bordes interviene en el tiempo con sus paradojas del “ahora” y el “entonces” acechando al lector. El verbo leer en griego está compuesto por gignoskein (saber) y el prefijo ana que significa otra vez. La escritura hizo posible las grandes tradiciones religiosas. Entre los griegos, si bien las epopeyas fueron orales, fue la Modernidad con su disposición libresca que contribuyó a consolidar aquella tradición en la  civilización occidental.

Su familia ha guardado cuidadosamente durante medio siglo unos recortes del Diario ARMENIA ¿qué valor le adjudica a esas notas/textos?

Armenia.PortadaCuando mi padre falleció, mi madre, junto con algunos objetos como lapiceras o sus bastones, me dio unos papeles entre los cuales se encontraba un obituario de mi abuela que mi padre guardaba celosamente. Eran publicaciones del Diario ARMENIA, algunos boletines del viejo Colegio Jrimian y sus notas sobre el aprendizaje del armenio, y las cancelaciones de la deuda hipotecaria que mi abuelo tenía en relación al terreno que había adquirido en Valentín Alsina.

Para mi sorpresa, el obituario de mi abuela contenía datos de su vida como armenia en Anatolia y su travesía diaspórica que yo desconocía. No solo no tenía datos de su vida pasada porque ella murió cuando yo era muy pequeña, sino porque era una mujer muy silenciosa y no contaba acerca de sus dolores, sus sentimientos, su mundo. De manera tal que el impacto, al ver el Diario ARMENIA, fue enorme. 

Allí pude apreciar el valor incalculable de un diario comunitario como portador de la memoria colectiva, como regenerador de afectos, en fin, como productor, en última instancia, de justicia. La nota no sólo era rearmó un mapa afectivo íntimo, sino que también volvió a dibujar la ruta vital antes del desmembramiento. Como si, al leer, hubiese tenido contacto con un cuerpo de una identidad que, con la genealogía rota, fue luego diseminado en el horror fantasmal de lo desaparecido.

Así el Diario actúa como guardián de una memoria. Pero cuando digo guardián de la memoria no me refiero al recuerdo, o no sólo a eso, sino  al relato que nos conforma en presente que, al contar y nombrar, rediseña las potencialidades de los afectos haciéndonos otros.  De manera que el Diario al informar de acontecimientos en presente también construye identidad hacia el porvenir. Una fe en el porvenir hace del acto de escritura, pensando en la pregunta anterior, un acto sagrado. Cuando digo sagrado quiero decir esa forma trascendente de la invención de un lector.

¿Cuáles han sido sus libros recientes?

Abuela-Arzoumanian“Del vodka hecho con moras” es un libro de ficción sobre la caída de la Unión Soviética y el amor, o una especie de amor, entre una mujer argentino armenia y un soldado armenio. El libro tiene un cruce entre una estética de voluptuosidad sudamericana con una temática propia de los países de Europa Oriental. La desaparición de un mundo, el desmoronamiento de un territorio ante la impotencia de los sujetos. 

Pero, si seguimos conversando acerca de la construcción de un lector, hoy día hay que pensar en otros modos que puede tener un texto de  acercarse. Así, el libro devino también en una obra de teatro y también una lectura audiovisual.

El Diario ARMENIA estuvo presente en el estreno de “Tengo un apuro de un siglo” obra de teatro cuyo guión toma textos de “Del vodka hecho con moras” y parte de los relatos de Hovhannés Yeranyan publicados en “El alambre no se percibía entre la hierba”. La lectura audiovisual se presentó en unas jornadas que la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA llevó a cabo sobre el pensador francés Maurice Blanchot.

 

¿Cuales son sus proyectos actuales?

La editorial Libros del Zorzal ha publicado el libro “Infieles” sobre la caída del Imperio Otomano, libro que aparecerá en la próxima Feria del Libro y cuya presentación será en el mes de mayo en el Palais de Glace. El libro intenta comprender los modos de convivencia de las minorías cristianas en el mundo del imperio justo en el momento de su caída. También ese libro tiene sus dimensiones visuales en un corto filmado el año anterior.

Las prácticas de la poesía lindan en un borde entre oralidad y escritura. De manera que la poesía requiere de la voz para hacer llegar su música. Por ello la presentación no será la exhibición de un libro, sino que contará con una lectura salmodiada o cantilación. Un actor leerá cantando un texto renovando la conciencia recitativa que propaga una creencia en las palabras.

Una definición, como epilogo de este reportaje.

La literatura, en general, y la poesía en particular, es un espacio de conmoción de una interioridad. Si un texto no conmueve, si no nos saca del mundo que los medios reproducen sordamente, si no nos hace sentir cierta extrañeza, no cumple con el don de la escritura.

Entrevista de Carlos Luis Hassassian

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