Armen Sarkissian y Nikol Pashinyan participaron de la conmemoración oficial del 106º aniversario del Genocidio Armenio

24 de abril de 2021

El presidente Armen Sarkissian, el primer ministro Nikol Pashinyan y el presidente de la Asamblea Nacional Ararat Mirzoyan participaron del acto oficial del 106º aniversario del Genocidio Armenio en el memorial Tsitsernakaberd y rindieron homenaje a las víctimas el 24 de abril.

“El dolor de la inmensa pérdida humana y territorial sufrida por el pueblo armenio hace más de cien años todavía resuena en nuestros corazones, recordándonos que se violó el derecho del pueblo armenio a vivir en paz y seguridad, y desarrollarse en su tierra natal: primero en el Imperio Otomano y hoy en Artsaj”, declaró Armen Sarkissian en un comunicado.

“Desafortunadamente, en la política internacional y regional, el Genocidio Armenio y la cuestión armenia en general a menudo son utilizados por algunas personas como un medio para lograr diferentes objetivos”, advirtió el Presidente armenio.

“Sin embargo, el mundo debe darse cuenta de que la política de silenciar el crimen del Genocidio Armenio, dejarlo en el pasado y, sobre todo, negarlo, hace tiempo que se agotó; el genocidio es un crimen de lesa humanidad, y la indiferencia y la impunidad dan lugar a nuevos crímenes. Tales delitos y sus autores deben ser llamados por sus nombres; el crimen y el perpetrador deben ser condenados. Hoy, los acontecimientos demuestran una vez más que el reconocimiento y la condena del Genocidio Armenio son necesarios para garantizar la paz y la estabilidad duraderas en nuestra región”, remarcó Sarkissian. “El Genocidio Armenio es el resultado de una política de xenofobia, cuya manifestación más reciente fue la guerra entre Azerbaiyán y Turquía contra Artsaj”.

Por su parte, Nikol Pashinyan responsabilizó al “gobierno de los Jóvenes Turcos del Imperio Otomano con la ideología panturquista” del Genocidio Armenio, cuyo objetivo era “establecer un estado turco monoétnico y expansionista, que a su vez dio origen a la armenofobia y a la idea de deshacerse de las minorías étnicas y religiosas”.

“Durante la Segunda Guerra Mundial, se llevó a cabo el genocidio del pueblo judío en Alemania bajo el liderazgo nazi. Seis millones de judíos fueron víctimas del Holocausto. Después de la guerra, los perpetradores fueron llevados ante la justicia y recibieron un merecido castigo. La ideología detrás del genocidio también fue condenada. El nazismo fue etiquetado legítimamente como una ideología criminal; hoy nadie en el mundo se atreve a decir nada en su defensa. Sin embargo, factores históricos impidieron que el Genocidio Armenio obtuviera la misma respuesta mundial. Primero, en la primera mitad del siglo pasado, la civilización humana carecía de tales mecanismos de justicia que hicieran posible responsabilizar a un Estado por atrocidades masivas; el término “genocidio” ni siquiera existía en ese momento. Además, el pueblo armenio no tuvo la oportunidad de defender su causa. En las primeras décadas que siguieron al genocidio, la diáspora armenia no pudo hacer oír su voz en la arena internacional, ya que estaba ocupada curando las heridas y rehabilitando las estructuras nacionales. La Armenia soviética se había visto privada de la oportunidad de perseguir la causa antes de que terminara la Gran Guerra Patria. La diáspora armenia logró hacer audible el tema del reconocimiento del genocidio durante las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en un momento en que el mundo era bipolar, el pan-turquismo se consideraba un pasado histórico. El Genocidio Armenio y la ideología detrás de él quedaron impunes. Sabemos que los delitos que quedan impunes y las ideologías que los alimentan tienen el hábito de repetirse y reaparecer”, marcó Pashinyan.

“En la segunda guerra de Karabaj, la agresión azerí-turca que buscaba aniquilar el rastro armenio en Artsaj, la política exterior expansionista de Turquía y las aspiraciones territoriales hacia Armenia llegaron a evidenciar el resurgimiento de su ideología genocida. La armofobia es la esencia del panturquismo, y hoy podemos ver sus manifestaciones más repugnantes en Azerbaiyán fomentadas por las autoridades de ese país”, denunció el Primer Ministro armenio.

“¿Cómo podemos desafiar la amenaza neoturquica? Construyendo un país moderno fuerte con aliados poderosos; un país basado en los principios de la democracia y el estado de derecho. Al mismo tiempo, es innegable que solo la condena de un delito puede evitar que se repitan en el futuro”, finalizó Pashinyan, y opinó que “los desafíos a los que se enfrentó nuestro pueblo a principios del siglo pasado aún existen en la actualidad. La segunda guerra de Karabaj fue una clara prueba de ello”.

Finalizado el acto, el primer ministro Nikol Pashinyan estuvo presente en la inauguración de la exposición de Artsaj “Patrimonio en peligro de extinción” en Ereván. Al evento también asistieron el presidente de la Asamblea Nacional Ararat Mirzoyan, el presidente del Senado francés Gerard Larcher, el ministro de Asuntos Exteriores Ara Ayvazyan, el alcalde de Ereván Hayk Marutyan, así como los representantes de las delegaciones internacionales que visitaron Ereván el con motivo del 106º aniversario del Genocidio Armenio.

La exposición presenta más de 120 fotografías que representan el patrimonio histórico y cultural de Artsaj, los primeros libros publicados en Shushí, y manuscritos y alfombras creados en Karabaj.

Compartir: