Armenia al 1300: Visita preocupante

11 de enero de 2023

Una captura de pantalla de una publicación en redes sociales empezó a circular entre integrantes de la colectividad armenia de la Argentina a principios de año. La imagen, de mala calidad visual, muestra a un grupo de personas reunidas para una fotografía con el fondo del Salón Centro Armenio rebautizado Siranush y recientemente concesionado a una empresa que realiza todo tipo de eventos.

La fotografía fue publicada por el Centro de Lengua y Cultura Turca y es la segunda de una serie de cuatro cuya inscripción indica que es del 27 de diciembre “en el Centro Armenio” en el brindis de fin de año de la Federación Argentina de Colectividades.

Entre los hashtag que se suelen agregar debajo de las publicaciones para facilitar la viralización se consigna #culturaturca #buenosaires #colectividades #felizaño #gastronomia #celebracion #turquia #türkiye, entre otros.

La controvertida imagen desató una polvareda ya que tiene una carga simbólica para la comunidad armenia. El fin de esta nota no es estigmatizar a las personas por su origen pero sí es hacer notar que las autoridades de la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia (IAIA), autodenominados Centro Armenio de la República Argentina, cometieron un error al no advertir de quién se trata y a quién representan algunos de sus invitados.

El Centro de Lengua y Cultura Turca pertenece al Movimiento creado y liderado por Fethullah Gülen, una red política, económica y de lobby pro turco mundial que, después del intento del Golpe de Estado del 15 de julio de 2016, el gobierno turco denominó FETÖ (Organización Terrorista de Fethullah Gülen).

Erdogan y Gülen son las dos caras de la misma moneda. Fueron antiguos aliados y ahora máximos enemigos. Desde el año 2002 hasta finales del 2014, trabajaron juntos para derrocar al régimen republicano laico que gobernó Turquía desde 1926 para transformarlo, a través de los métodos más cuestionables, en un Estado nacionalista con fuerte presencia del Islam político. El Movimiento fue acusado de crear un Estado paralelo en Turquía por estar infiltrados en la Policía, en la Justicia y en los servicios de inteligencia con una red de empresas financieras y de medios de comunicación propios.

El Movimiento Gülen o Hizmet es una cofradía islámica con millones de seguidores en todo el mundo y en la Argentina funciona con el nombre de Fundación de Amistad Argentina Turca (FAAT) creada en 2004. Bajo su órbita también funciona el Centro Intercultural Alba, con una subsidiaria en Córdoba que dejó de funcionar; el Centro de Lengua y Cultura Turca antiguamente llamado Anadolú DKM (que ayudan a la instalación del soft power turco) y el Colegio Hércules del barrio de Flores que cerró sus puertas en diciembre de 2019.

Si bien las instituciones creadas por la FAAT hablan de la necesidad del diálogo, de interreligiosidad, de interculturalidad, de paz y amor por el prójimo, desde los primeros años sus integrantes trabajaron con una impronta política instalando, junto a la Embajada de Turquía, un fuerte lobby antiarmenio con visitas compulsivas tanto a los despachos de legisladores y funcionarios nacionales y provinciales como a periodistas, ofreciendo dádivas, como detalla el libro “Fethullah Gülen, la enigmática red política turca llega a la Argentina” de Pablo Kendikian publicado en 2014.

De dicha investigación se desprende que la colectividad turca como tal no existe en la Argentina. Si bien hay en el país un grupo de personas de origen turco que no supera el medio centenar, en su mayoría llegaron con fines específicos dentro de la estructura del Movimiento. “Todas las prácticas y actividades apuntan a crear una nueva realidad amparada bajo el modelo de diáspora turca en un plazo no muy lejano”, se enfatiza en el libro, y su participación en la Federación de Colectividades busca ese objetivo.

Cabe señalar que la Federación Argentina de Colectividades no goza de una representatividad real de la comunidad armenia ya que, a pesar de tener una mesa comunitaria en IARA-Instituciones Armenias de la República Argentina, la integra sólo una de las instituciones comunitarias, la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia, sin el consenso de las otras.

Más allá de que cada institución tiene un lugar y tiene su autonomía en base a su objetivo fundacional, hay espacios de representación a nivel nacional, provincial y de la Ciudad que debe estar legitimado por el conjunto de las instituciones de la comunidad, en especial si se lo hace en nombre del conjunto de descendientes de armenios.

En un momento crucial y de alta sensibilidad para toda la armenidad, la presencia por invitación de negacionistas del Genocidio Armenio a una entidad comunitaria armenia como la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia y compartir con ellos un espacio en la Federación de Colectividades resulta más que preocupante ante los ojos de una comunidad que ve como se repiten hechos con total impunidad por parte de los mismos perpetradores de hace un siglo.

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