Armenia presentó sus argumentos contra Azerbaiyán en la Corte Internacional de Justicia: “Es un racismo permitido por el Estado”

18 de abril de 2024

En la semana del 15 al 19 de abril se realizaron los alegatos de Armenia y de Azerbaiyán en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dentro del marco de la denuncia de Armenia contra Azerbaiyán por implementar una política de discriminación racial contra la población de armenia, y la subsiguiente denuncia espejo de Azerbaiyán con información falsa y con el objetivo de ensuciar el legítimo proceso judicial.

Yeghisheh Kirakosyan, representante de Armenia para asuntos jurídicos internacionales, calificó las acciones de la parte azerbaiyana de cínicas y frívolas por “intentar presentar a Armenia y Azerbaiyán como iguales”.

“Los niños azerbaiyanos reciben instrucciones de odiar y matar a los armenios a través de los libros de texto escolares. Los medios estatales difunden activamente discursos de odio y los funcionarios del gobierno abogan abiertamente por el exterminio total de los armenios. Es un racismo permitido por el Estado”, enfatizó Kirakosyan.

Destacó que esta política estatal de discriminación racial de larga data alcanzó su cenit cuando Azerbaiyán inició una guerra contra los armenios étnicos de Artsaj (Nagorno Karabaj), con el objetivo declarado de eliminar y expulsar a los armenios de su patria. Yeghisheh Kirakosyan también citó los recientes comentarios del presidente azerbaiyano Ilham Aliyev, quien afirmó que el odio al enemigo (los armenios) es lo que impulsa a los azerbaiyanos hacia adelante.

“Durante 44 días, los soldados azerbaiyanos mataron y torturaron a personas de etnia armenia, filmando con orgullo sus atrocidades…”, recordó Kirakosyan al tribunal. “Esta violencia e intimidación fueron utilizadas por Azerbaiyán para realizar una limpieza étnica de los armenios de Nagorno Karabaj, lo que resultó en la expulsión de al menos 30.000 armenios de su tierra natal”. El representante armenio aclaró que después de estos acontecimientos, Armenia invocó esta convención y solicitó al tribunal que salvaguardara rápidamente a las personas vulnerables de etnia armenia que aún no habían sido asesinadas o expulsadas de su tierra natal. Al mismo tiempo, añadió: “Ni siquiera la Corte Internacional de Justicia pudo detener la campaña racial de Azerbaiyán, dentro de la cual se perpetró una limpieza étnica”.

Yeghisheh Kirakosyan anunció que en septiembre de 2023 Azerbaiyán atacó, lo que provocó que cientos de miles de armenios huyeran de su tierra natal. Recordó que antes de esto, Azerbaiyán había bloqueado el corredor de Lachin, cortando suministros vitales a la población. Kirakosyan también señaló que la Corte Internacional de Justicia había ordenado a Azerbaiyán abrir el corredor de Lachin, pero Azerbaiyán no cumplió con la decisión del tribunal.

“Azerbaiyán no tomó ninguna medida para garantizar el regreso seguro de aquellos que desean regresar a su patria después de estos acontecimientos”, afirmó Kirakosyan, refiriéndose al posible regreso de los armenios desplazados por la fuerza. Recordó al tribunal que Azerbaiyán está borrando sistemáticamente el patrimonio cultural armenio de Nagorno Karabaj, subrayando que estas circunstancias fueron la base de la solicitud de Armenia ante el tribunal.

En respuesta a las declaraciones realizadas ayer por el representante de Azerbaiyán, en las que éste intentó establecer una equivalencia entre Azerbaiyán y Armenia, Kirakosyan lo consideró inaceptable. Declaró que estos esfuerzos eran frívolos y cínicos. “Además añadió que la dificultad de Azerbaiyán para presentar pruebas ante el tribunal se debe a su inexistencia, calificándola como un intento desesperado de Azerbaiyán de establecer la igualdad”, enfatizó Kirakosyan.

Por su parte, el profesor Pierre d’Argent explicó que “este conflicto es un conflicto étnico porque durante tres décadas, bajo el pretexto de la integridad territorial, Azerbaiyán se negó a aceptar la autodeterminación de los armenios que viven en sus tierras ancestrales en Nagorno Karabaj”. “Este conflicto tuvo, y sigue teniendo, motivos étnicos y discriminatorios, del mismo modo que la decisión de Azerbaiyán de poner fin a esta autodeterminación mediante sus operaciones militares en 2020 y, en última instancia, en septiembre de 2023, tuvo motivos étnicos y fue discriminatoria. Lo que Azerbaiyán, a través de la voz de su Presidente, llama su ‘guerra de liberación’, o su ‘guerra patriótica’, implicó numerosas violaciones discriminatorias de los derechos fundamentales de las personas de etnia armenia, incluso cuando participaron en las hostilidades. Además, esta guerra tuvo como resultado la limpieza étnica completa de Nagorno Karabaj, desafiando las órdenes de la Corte”.

Sean Murphy, representante de la delegación armenia ante la Corte Internacional de Justicia, declaró que “si Azerbaiyán no representaba una amenaza para la población armenia de Nagorno Karabaj, ¿por qué más de 100.000 personas abandonaron sus hogares ancestrales en septiembre de 2023?”.

Refiriéndose a la armeniofobia generalizada en Azerbaiyán y a las declaraciones hechas por el presidente del país, Ilham Aliyev, hacia el pueblo armenio, Murphy dijo: “No presentaré todas las declaraciones hechas por el presidente Aliyev, que se han hecho y que en última instancia forman parte de nuestra evidencia. Pero, en nuestra opinión, estas declaraciones demuestran animosidad racial, o al menos en esta etapa de jurisdicción, pueden considerarse como tales”. Añadió que el gobierno de Azerbaiyán generalmente propaga y difunde el odio contra las personas de etnia armenia. “Si Azerbaiyán no es una amenaza, entonces ¿por qué más de 100.000 personas de etnia armenia, incluidos 30.000 niños, huyeron de su tierra ancestral en unos pocos días en septiembre de 2023?”, señaló el representante de la delegación armenia en la Corte Internacional de Justicia.

Sean Murphy añadió que es evidente que todas las personas de etnia armenia en Nagorno-Karabaj entendieron correctamente las palabras de los funcionarios azerbaiyanos. Entendieron que estas amenazas estaban dirigidas no sólo contra los ex líderes de Armenia y Nagorno Karabaj, sino principalmente contra ellos mismos. “Por eso abandonaron sus hogares. La razón radica en esta amenaza y la percepción que crea, que ha sido desarrollada por el gobierno de Azerbaiyán durante décadas”, concluyó Murphy.


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