Exarca de los armenios católicos de Europa del Este

Arzobispo Raphael Minassian "El Papa Francisco tiene una difícil situación en sus hombros”

04 de octubre de 2016

MinassianRaphael(Radio Vaticano).- El arzobispo Raphael Minassian, exarca de los armenios católicos de Europa del Este, espera que la  visita del Papa a Azerbaidján y Georgia promueva la paz en la región. La pequeña comunidad católica en Georgia, que Francisco visitó el jueves y viernes pasados, se compone de unos cien mil fieles de diferentes ritos. La presencia armenia en Tbilisi y la región en la frontera con la República de Armenia se remonta al siglo cuarto. En la actualidad la comunidad está bajo el cuidado del Ordinario para los armenios en Europa del Este, el arzobispo Rafael Minassian.

Antes de la visita del Papa a Georgia, el arzobispo habló con la periodista Philippa Hitchen sobre la relación de la comunidad armenia entre Azerbaidján y Georgia.

"La relación con este país es muy antigua y muy constante porque Tbilisi fue la cuna de la cultura y ciudad de los armenios durante siglos. Es muy normal ver la presencia de ellos en este país. Algunos aseguran que viven más de 300.000 armenios en Georgia y que más de la mitad son católicos", dice Minassian.

El prelado dice que la comunidad armenia en Georgia puede actuar como un puente para las relaciones pacíficas. "En el vínculo entre los ortodoxos y las iglesias católicas, la amistad se mantiene como base de todo tipo de relaciones". Agrega que desde hace dos años el gobierno de Georgia asiste a las iglesias católicas, caldea y los católicos armenios.

Aunque la comunidad armenia y el gobierno de Georgia son capaces de mantener una relación positiva, el arzobispo admite que de hecho existen problemas. "Trabajamos fuertemente por la propagación de la fe. Incluso si no trabajamos juntos, debemos trabajar en la misma orientación. Los católicos se muestran orgullosos de ser cristianos en este país", agrega.

Minassian dice que Francisco tiene una situación difícil en sus hombros: "Él está obligado a trabajar con una sociedad en la que se predica la libertad, pero que está en situación de dominación. Se habla de derechos, pero son las personas que eliminan los derechos de la sociedad humana, y al final, son las mismas que terminan fabricando la guerra. Me refiero a presidentes, reyes, gobiernos, sociedades y corporaciones. El Santo Padre tiene que asumir la realidad y defender los derechos humanos, la libertad del hombre y tratar de ofrecer paz a todo el mundo. Hemos perdido el significado de estas tres palabras y tenemos que reconstruirlas una a una", expresó Minassian.

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