Astrónomos armenios reclaman su legado
Ereván (Inna Mkhitaryan para chai-khana.org).- Hasmik Andreasyan, de 26 años, se siente como en casa cuando mira las estrellas. Hija de un astrónomo, creció junto al telescopio más grande de Armenia en el Observatorio Astrofísico de Piuragán.
Hoy sigue los pasos de su padre como una de las nueve mujeres astrónomas que trabajan en el observatorio. La astronomía armenia, especialmente la del observatorio Piuragán, tiene una rica historia. Sus científicos han hecho grandes descubrimientos en el campo, especialmente en el área de la astrofísica. Una leyenda de la astronomía moderna, el armenio Víctor Ambartsoumian, fue el fundador del lugar.
Sin embargo, esta precisa ciencia sigue tratando de encontrar su lugar desde la caída de la Unión Soviética. Los recortes de fondos y las reformas educativas han jugado un papel importante en este punto. Hoy en día 43 personas trabajan en este observatorio de 53 hectáreas, y de ellas, 9 son mujeres.
Hasmig Andreasyan y Anahid Samsonyan, de 30 años, representan a la nueva generación de astrónomos en Armenia. Ambas viajan desde Ereván, -cuarenta minutos en ómnibus-, casi todos los días para realizar experimentos y observar el cosmos. La primera se encarga de estudiar estrellas jóvenes, mientras que la restante se dedica a la astronomía infrarroja.
Si bien Hasmig creció estudiando las estrellas, su compañera solo se interesó en ese campo durante su etapa universitaria, cuando visitó el observatorio en un viaje de estudios. Ambas están activas en la disciplina y, a veces, permanecen despiertas toda la noche esperando que se despeje el cielo para poder trabajar.
“Nuestra profesión parece muy romántica, pero en realidad no es así. La mayoría de las veces nos sentamos frente a las computadoras y hacemos cálculos y experimentos. Pero nuestra rutina diaria es bastante diversa en los días que hacemos observaciones", explica Andreasyan. “Nuestro horario no se limita a ocho horas y cinco días a la semana. A veces, durante la observación, si hay nubes, me quedo despierta toda la noche”.
Durante este período, los astrónomos pueden permanecer en la aldea del mismo nombre, la que todavía conserva viviendas de la era soviética para uso del personal del observatorio.
“Mi padre es astrónomo y yo crecí en Piuragán. Él tiene una habitación aquí. Fui a la escuela del pueblo. En este ambiente no pude evitar amar la astronomía”, asegura la científica. El lugar, ubicado en el oeste de Armenia, puede no ser tan famoso como París o Londres, pero es bien conocido dentro del mundo de la astronomía.
Se han realizado varios descubrimientos importantes en este observatorio, fundado en 1946. Sus contribuciones al campo incluyen trabajos innovadores en asociaciones estelares, fenómenos relacionados con los núcleos de las galaxias y la teoría de la materia superdensa.
Hoy, dice Anahid, los científicos armenios tienen acceso a los últimos desarrollos y no hay límites en lo que puedan lograr. “La astronomía no tiene fronteras. No me siento separada de la comunidad científica mundial. Mi carrera depende de mis ambiciones y de mí misma, no hay límites. En esta era de Internet, tenemos muchas posibilidades de aprender rápidamente sobre cualquier nuevo descubrimiento".
Además, agrega que los jóvenes astrónomos suelen hacer tres o cuatros viajes al año para participar de diferentes conferencias y cooperar con colegas extranjeros en el trabajo científico.
Según indica también, gracias a las contribuciones de Armenia a la astronomía, sienten la gran responsabilidad de continuar el trabajo de Ambartsoumian.
“La astronomía es una ciencia internacional, en cualquier etapa de su carrera se puede continuar con su educación en el extranjero, obtener nuevos conocimientos y ampliar sus horizontes. Hay muchas oportunidades para ello. El Observatorio Piuragán solía ser uno de los líderes del mundo y, en este sentido, (los jóvenes profesionales) nos sentimos muy responsables de asegurarnos de no quedar atrás de los últimos logros en astronomía y de inspirar a los jóvenes para que entren en el campo astrofísico.