Azerbaiyán comienza el juicio contra dos prisioneros de guerra armenios con imputaciones falsas
El 2 de junio comenzó el juicio en Azerbaiyán contra los prisioneros de guerra armenios Ludwig Mkrtchyan y Alyosha Khosrovyan, dos cautivos que el Gobierno azerbaiyano mantiene secuestrados ilegalmente desde la guerra de Artsaj (Nagorno Karabaj) en 2020.
Los medios de comunicación azerbaiyanos controlados por el Gobierno afirmaron que los dos están acusados de “crímenes cometidos durante la primera guerra de Karabaj” por “presuntas torturas a prisioneros azerbaiyanos”.
El juicio principal comenzará el 9 de junio y tendrá lugar en el Tribunal Militar de Bakú.
Ludwig Mkrtchyan, capturado el 20 de octubre de 2020 en la región de Varanda de Artsaj, está acusado de torturar a doce prisioneros azerbaiyanos durante la primera guerra de Artsaj en 1991 y mantenerlos en el bosque del pueblo de Aygestan cerca de Ivanyan durante diecisiete días. También está acusado de golpear a los soldados azerbaiyanos capturados y matar a uno de ellos. Alyosha Khosrovyan está acusado del trato inhumano y cruel de cinco prisioneros azerbaiyanos en 1994. Los medios de comunicación azerbaiyanos escriben que Khosrovyan fue capturado el 3 de octubre de 2020 mientras intentaba realizar operaciones de reconocimiento en Azerbaiyán.
El 25 de mayo pasado, la Cancillería de Armenia condenó “enérgicamente el enjuiciamiento penal oficial de Bakú contra Lyudvik Mkrtchyan y Alyosha Khosrovyan, que fueron capturados durante la reciente agresión de Azerbaiyán contra Artsaj”. “Según el derecho internacional humanitario, en particular los Convenios de Ginebra, estos últimos se consideran prisioneros de guerra y deberían haber sido puestos en libertad inmediatamente después del final de las hostilidades. Mientras tanto, Azerbaiyán ha presentado casos penales falsos contra ellos, violando así abiertamente tanto las normas del derecho internacional humanitario como sus obligaciones en virtud de la declaración trilateral del 9 de noviembre de 2020”, informó Armenia.
“A pesar de los numerosos llamamientos de la comunidad internacional, Azerbaiyán sigue utilizando a prisioneros de guerra armenios como rehenes políticos y continúa la política de tortura y presión psicológica sobre ellos”.