Bako Sahakian: "El ataque contra Nagorno Karabagh es una amenaza global"
Bako Sahakian (Stepanakert, 1969) cree en la independencia de Nagorno Karabagh y sobre todo en el Ejército y los servicios de seguridad de esta república separatista, a los que ha dedicado su vida. Por eso no puede evitar arrugar el gesto cuando se le pregunta por la "ofensiva" de Azerbaidján a principios del mes pasado, que pilló al ejército armenio por sorpresa.
¿Cómo ocurrió esta 'guerra de los cuatro días'? ¿Cómo la vivieron las autoridades y cómo la sufrió usted mismo?
Hace mucho tiempo que había tensión en la frontera. Durante estos años hemos intentado llamar la atención de la comunidad internacional subrayando que lo que se estaba permitiendo Azerbaidján traería consecuencias nefastas. Por desgracia, es precisamente lo que ocurrió y entre el 1 y el 5 de abril tuvimos combates a gran escala protagonizados por Azerbaidján, que se saldaron con un acuerdo verbal entre los Estados Mayores de Armenia, Rusia y Azerbaidján para un cese del fuego.
¿Les ha ayudado Rusia a defenderse?
Esto no es cierto. Rusia no nos ha apoyado. Sí lo ha hecho el pueblo armenio, al igual que lo hace siempre. Cualquier armenio esté donde esté, en cualquier rincón del mundo, se siente en su deber de apoyar desde el inicio del proceso por la independencia y hasta ahora el pueblo armenio ha estado con nosotros. Y así será siempre. Nuestra lucha ha sido saludada por diversos pueblos y diversos países porque hay un entendimiento de que la amenaza azerí no es sólo una amenaza para Artsaj y Armenia, sino que estamos ante una amenaza global, contra valores que defiende la comunidad internacional. No es que Rusia nos apoye a nosotros, sino junto con Francia y EEUU (el Grupo de Minsk), Moscú respalda la misión de la comunidad internacional que consiste en la solución exclusivamente pacífica del conflicto.
Durante la 'guerra de los cuatro días', el Ejército karabaghí cedió al enemigo posiciones en el sur y en el norte. ¿Están pensando en recuperarlas?
No hemos entregado posiciones. Ellos han lanzado un ataque sin precedentes empleando todo su arsenal militar, intentando invadir nuestro territorio. El Ejército ha resistido y ha respondido, obligándoles a desistir de su plan y sólo han podido tomar dos colinas, en el sur y en el norte. Para ello han usado artillería pesada, aviación militar, centenares de blindados y demás equipos bélicos que en otras condiciones serían suficientes para llegar hasta el corazón del país.
¿Pero planean recuperar estas dos posiciones?
Azerbaiyán difundió falsas informaciones sobre el cese unilateral de hostilidades mientras bombardeaba nuestras localidades, pero nosotros, firmes a los compromisos de una solución pacífica del conflicto, les hemos comunicado que es necesario que abandonen las posiciones tomadas y se retiren a las de antes de la guerra. Y lo mantenemos. No tenemos mucha confianza en las autoridades azerbaiyanas pero deseamos que triunfe el sentido común y se abstengan de actos que llevarían a una nueva escalada.
En el pueblo de Talish la población ha sido evacuada porque una colina cercana, desde donde se puede observar la localidad, está bajo control de Azerbaidján. ¿Podrá volver la gente a sus hogares?
La decisión será suya, no les impondremos nada. Están al alcance del enemigo, en todo el frente tenemos localidades como ésa, al igual que las tienen los azerbaiyanos. Hay otros pueblos, en ambas partes, que no están a la vista pero sí pueden ser alcanzados. Así que la cuestión aquí es otra, no el estar o no estar en la línea [del frente], sino el cumplimiento de los acuerdos sobre el alto el fuego. Lo hacemos llegar a la parte azerbaiyana, confiando en que así sea y sin ocultar que de no ser así emplearemos los medios a nuestro alcance para obligar a respetar estos acuerdos.
¿Y mientras tanto, los desplazados cuentan con ayuda de las autoridades?
Hay personas que han decidido irse con parientes, otros están a cargo de las autoridades: en Stepanakert, por ejemplo. Otros han decidido marcharse a vivir con familiares en Ereván, pero independientemente del lugar donde estén les prestamos la ayuda necesaria, sea financiera, material o psicológica. Y esta labor continuará hasta la decisión definitiva [sobre su retorno]. Los habitantes de Talish tienen claro que esta situación es provisional y cuando existan condiciones propicias volverán a su pueblo natal.
Hay información sobre fallos de inteligencia que apuntan a que es por eso por lo que las dos posiciones que antes estaban controladas por Karabaj pasaron a manos de las fuerzas azerbaiyanas. ¿Cómo es posible que la concentración de tropas cerca de la línea de contacto no se detectase a tiempo para tomar las medidas correspondientes?
Habíamos tenido noticias de que algo estaba pasando, pero no sabíamos que se trataba de la preparación de una ofensiva a gran escala porque desde hace tiempo vivimos en una situación tensa y cada día sucede algo. Admitimos que utilizando la información de los servicios especiales y otros medios teníamos que haber sabido que se ideaba un ataque militar a gran escala. Hemos sacado las conclusiones correspondientes y haremos lo necesario para evitar fallos similares en el futuro.
Xavier Colás