Ministro de Asuntos Exteriores de la República de Artsaj

Canciller Masis Mayilian: "La declaración azerí nada tiene que ver con la realidad"

08 de enero de 2019

Massis-MayilianEreván (Lragir).- En una entrevista brindada a esta agencia de noticias, el ministro de Relaciones Exteriores de Azerbaidján hizo algunas declaraciones altisonantes acerca del proceso de solución pacífica del conflicto de Karabagh. ¿Cuál es la posición de Artsaj con respecto a las afirmaciones de la parte azerí?

Masis Mayilian: En primer término, hay que señalar que las autoridades de Artsaj han dado a conocer en muchas ocasiones su posición de principios respecto a la solución del diferendo entre Azerbaidján y Karabagh. Solo en el año 2018 se difundieron una decena de memorandos y otros documentos de nuestro ministerio de Relaciones Exteriores sobre diversos aspectos del conflicto que además se distribuyeron como documentos oficiales en las Naciones Unidas, la OSCE, el Consejo de Europa y otras estructuras internacionales.

La postura oficial de Artsaj sobre esta cuestión se reafirmó el 30 de octubre pasado en las reuniones con los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE en Stepanakert, además de mi reciente entrevista con el periódico Azad Artsaj.

Creemos que los ya obsoletos enfoques para la solución del conflicto entre nuestros dos países deben ser revisados. Es necesario restablecer el formato trilateral de las negociaciones con la participación directa y plena de la República de Artsaj. La base para la solución del conflicto debe ser el derecho de las habitantes de Artsaj a una vida libre y segura en su país de origen. Dado que este conflicto interestatal no es una disputa territorial, la búsqueda de formas de resolver el problema basado en concesiones territoriales es inadecuada y no refleja la verdadera esencia del conflicto.

En cuanto a las declaraciones de las autoridades de Azerbaidján, en esencia solo reflejan ilusiones en lugar de la realidad.

La lógica del proceso de paz, su evolución, así como las declaraciones de los copresidentes y los jefes de los Estados miembros del Grupo de Minsk de la OSCE con respecto al rol decisivo del pueblo de Artsaj en la determinación de su estatus político, indican que el mundo reconocerá finalmente el hecho de la existencia de dos estados independientes en el territorio de la antigua RSS de Azerbaidján: la República de Artsaj y la República de Azerbaidján.

¿Cuál es su comentario sobre las afirmaciones de que Bakú está preparado, de conformidad con sus obligaciones internacionales, a ofrecer garantías de seguridad al pueblo de Artsaj y el derecho a su autogobierno dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas de la República de Azerbaidján?

Dichas declaraciones de la parte azerí solo pueden interpretarse como una manifestación de cinismo. El estado agresor que, después de obtener su independencia, fracasó en dos ocasiones sus intentos de apoderamiento y destrucción de Artsaj, no tiene ningún derecho moral ni de ningún otro tipo a ofrecernos garantías de seguridad. La República de Artsaj, como importante factor político-militar en la región, ha sido durante mucho tiempo proveedor de seguridad y contribuido de facto al mantenimiento de la estabilidad territorial.

Las autoridades azerbaijanas, que permanentemente muestran abierto desprecio por sus obligaciones internacionales, amenazan regularmente la paz y la seguridad regionales y llevan a cabo una además una política estatal que disemina la xenofobia y el odio hacia los armenios en su propia sociedad, tratan de aislar a Artsaj de todas las formas posibles, violando así lo fundamental: los derechos de su población, incluido su acceso al desarrollo económico.

Azerbaidján, en transgresión de sus compromisos internacionales, se está armando de manera incontrolable, como resultado de lo cual supera significativamente los niveles máximos permitidos en virtud del Tratado Sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa en una extensa serie de indicadores.

Estos hechos hablan por sí mismos y demuestran el valor real de las declaraciones seudopacíficas del régimen azerí. Si las autoridades de ese país tomaran en serio sus obligaciones internacionales, otorgarían el gobierno propio a los pueblos indígenas de la actual Azerbaidján para preservar su identidad nacional y el respeto por sus derechos sociales, culturales y políticos.

El pueblo de Artsaj eligió su camino hacia la libertad hace treinta años y, desde el punto de vista legal, ejerció impecablemente su derecho a la autodeterminación. Durante las últimas tres décadas, los ciudadanos de Artsaj reafirmaron directa o indirectamente su inequívoca voluntad, unas quince veces participando en referendos o en elecciones a nivel nacional.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Azerbaidján declaró sobre las reuniones que supuestamente tuvieron lugar entre la llamada comunidad azerbaijana de Nagorno Karabagh y los representantes de Artsaj, que se estancaron debido a la posición de las antiguas autoridades armenias. ¿Qué podría decirnos sobre esta afirmación?

Esa declaración de la Cancillería azerí no tiene nada que ver con la realidad. Primero, los representantes de Artsaj nunca participaron en reuniones bilaterales en el llamado "formato intercomunitario". De hecho, en el marco de las iniciativas civiles de paz se llevaron a cabo reuniones trilaterales de representantes de las sociedades civiles de Artsaj, Armenia y Azerbaidján. Ocasionalmente, tuvieron lugar eventos con la participación de representantes de ONG’s de Abjasia, Osetia del Sur y Georgia. Integrantes de la organización no gubernamental de refugiados azeríes de Nagorno Karabagh podrían haber participado en estas reuniones del lado azerbaijano que representan al sector civil de ese país.

En segundo lugar, las iniciativas civiles de construcción de paz disminuyeron drásticamente luego de que Bakú lanzara una verdadera "caza de brujas" al arrestar a varios activistas de derechos humanos y destacados periodistas de Azerbaidján acusados de espionaje para Armenia, quienes habían participado en las tratativas previas buscando crear una atmósfera de confianza en las sociedades de las partes en conflicto.

Creo que ninguna parte debe crear obstáculos, si los representantes de las organizaciones públicas de refugiados de Artsaj, Azerbaidján y Armenia decidieran discutir sus problemas dentro del marco de la diplomacia. Esta condición de personas está articulada por una razón: de hecho, se han convertido en víctimas de la agresión armada de Azerbaidján contra la República de Artsaj.

¿Cuál es la posición de Artsaj sobre las afirmaciones de Azerbaidján de que la solución del conflicto de Karabagh se basa en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU al respecto?

Los intentos de Azerbaidján de presentar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU como la base para resolver el conflicto entre Azerbaidján y Karabagh carecen de fundamentos legales. Las cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU fueron adoptadas durante las hostilidades activas que determinaron su principal requisito: el alto el fuego inmediato, el cese de todas las hostilidades.

Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU no se implementaron debido a la posición de Azerbaidján, que se negó rotundamente a garantizar la paz y se comprometió con la obligación de cesar las hostilidades. En su lugar, buscó utilizar las resoluciones como un medio para obtener su ventaja militar. Con sus acciones, las autoridades azerbaijanas demostraron que no consideraban vinculantes los requisitos de los llamamientos y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que se les dirigían.

El Consejo de Seguridad de la ONU no consideró la cuestión de la solución política del conflicto Azerbaidján-Karabagh, sino que expresó su pleno apoyo a los esfuerzos para buscar una solución pacífica de ese conflicto en el marco del proceso de Minsk de la CSCE (ahora OSCE).

Además, la interpretación del texto de las resoluciones y la práctica posterior por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, incluidos sus tres miembros permanentes: Estados Unidos, Rusia y Francia, así como el propio Azerbaidján, indican la naturaleza recomendatoria de dichas resoluciones.

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