Opinión

¿Cómo se llama el Nuevo Gran Juego? Foro Económico del Caspio

17 de diciembre de 2020

En su libro, The Grand Chessboard: American Primacy And Its Geostrategic Imperatives, Zbigniew Brzezinski, asesor y estratega de la Casa Blanca, sugirió en 1997 que un "Nuevo Gran Juego" estaba en marcha en Asia Central para reemplazar el "Gran Juego" de siglos pasados en los que el Imperio Ruso y el Imperio Británico competían por el poder en esa parte del mundo. La creciente importancia del petróleo y el gas natural, abundantes en la región, además de los nuevos actores geopolíticos, fueron factores suficientes para que Brzezinski creyera que el juego era nuevo. Las pujas de la disputa no pasaron desapercibidas.

En agosto de 2018 se celebró en el puerto de Aktau en Kazajstán la V Reunión de Jefes de Estado de los Países Caspios. Rusia, Irán, Kazajstán, Azerbaiyán y Turkmenistán finalmente comenzaron a disminuir el vacío diplomático que existía sobre los límites y jurisdicciones del Caspio desde la disolución de la Unión Soviética en 1991. Entre muchas resoluciones, se definió la prohibición de la presencia militar de cualquier otro país en esas aguas. En ese momento, este fue un mensaje claro para el dictador azerbaiyano Ilham Aliyev de que no habrio espacio para la participación de Turquía, su mayor aliado, en temas directamente relacionados con el Caspio.

Pero no todo se resolvió en Aktau en 2018. Irán y Azerbaiyán continuaron discutiendo por los límites territoriales del Caspio y la explotación de reservas de petróleo y gas en sus aguas más profundas. Al mismo tiempo, existen numerosos protocolos para la intención de explorar conjuntamente importantes reservas de hidrocarburos en las cercanías de aguas territoriales.

Con la presión de Estados Unidos para bloquear las exportaciones iraníes, Azerbaiyán se ha convertido en una alternativa de asociación comercial para el gobierno de Teherán. Uno de los pozos de petróleo y gas más importantes, Shah Deniz, en el Caspio de Azerbaiyán, tiene como socios a las poderosas BP - British Petroleum y SOCAR - State Oil Company Azerbaijan Republic. Desde 2014, ha crecido la participación de TPA - Turkish Petroleum Corporation y PETRONAS - Petroliam Nasional Berhad, de Malasia. La NIOC - National Iranian Oil Company tiene interés minoritario, pero esta participación es muy importante para Irán, que, a través de Azerbaiyán, indirectamente logra exportar petróleo eludiendo los bloqueos de Washington.

Esta posición geopolítica azerbaiyana surge de un largo proceso. AIOC - Azerbaijan International Operating Company nació en 1995 para atraer socios transnacionales, como BP, CHEVRON, EXXON que junto con la estatal azerbaiyana SOCAR comenzaron a explorar los campos de Gunshali, Azeri, Chirag con reservas estimadas entre 5 y 6 mil millones de barriles de petróleo en aguas profundas del Caspio. Controlado directamente por el gobierno de Bakú, el consorcio AIOC juega un papel geoeconómico importante en la región. Fue a través de él que la influencia turco-azerbaiyana se expandió con la construcción de gasoductos y oleoductos como Bakú-Supsa en Georgia, Bakú-Ceyhan en Turquía y Bakú-Novorossiysk en Rusia.

En este sentido, los Acuerdos de Aktau en 2018 generaron una nueva expectativa en el área de infraestructura. Los gasoductos y oleoductos podrán cruzar el Caspio por el fondo de sus aguas, conectando sus márgenes oeste y este, integrando más precisamente a Turkmenistán y Kazajstán al sistema controlado por AIOC y sus socios.

Las viejas objeciones rusas a estas interconexiones se están desmoronando. Prevaleció el reconocimiento de la no injerencia en los asuntos internos permitiendo a los países fronterizos decidir sus caminos. Las barreras creadas por Moscú para asegurar su monopolio de distribución de gas están desapareciendo. Un ejemplo es que las controversias sobre los precios del gas entre Rusia y Turkmenistán se disiparon en junio de 2019.El Kremlin firmó contratos para la compra y distribución de gas turcomano hasta 2024.

Exactamente un año después de la reunión de Aktau, en agosto de 2019, quizás surgió la contraseña para entender el “Nuevo Gran Juego”. El I Foro Económico del Caspio se celebró en la localidad turística de Awaza en Turkmenistán. Allí comenzó el diseño de un nuevo arreglo geopolítico para el Cáucaso-Caspio-Asia Central. El Foro tiene como objetivo coordinar las inversiones intergubernamentales y promover el desarrollo según los líderes de lo que se denomina “CASPIAN FIVE” (Rusia, Irán, Kazajstán, Azerbaiyán y Turkmenistán).

Muchos proyectos de gasoductos del Caspio se integrarán con TANAP - Trans-Anatolian Pipeline, una iniciativa turca que une el gas de Azerbaiyán con el continente europeo.

A principios de septiembre de 2020, el canciller ruso Serguei Lavrov se comprometió a celebrar la sexta Reunión de Jefes de Estado del Caspio y el Segundo Foro Económico del Caspio en Moscú en agosto de 2021 con la siguiente declaración: “Estamos plenamente atentos a la cooperación en la región del Caspio. Estoy seguro de que tendremos resoluciones sólidas que ya se están gestando”.

Exactamente 20 días después de esa declaración, Azerbaiyán, con la ayuda de la inteligencia militar turca y la tecnología de drones no tripulados suicidas israelíes, lanzó una ofensiva de guerra criminal contra la población armenia de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj). Rusia, el aliado tradicional de Armenia, ya estaba demasiado comprometida con el Foro Económico del Caspio como para cualquier acto más contundente. El triste resultado, todos lo sabemos.

James Onnig
Profesor de Relaciones Internacionales en FACAMP- Facultad de Campinas e Investigador del Programa de Posgrado en Economía Política de la Universidad Católica de São Paulo. Miembro de la Cátedra Antonio Roberto Espinosa de Relaciones Internacionales del Instituto Giordano Bruno de Investigaciones Sociales.

Compartir: