"¿Cómo seguimos?": la opinión de dirigentes de las comunidades armenias de Sudamérica

19 de noviembre de 2020
Ph.: Karen Minasyan / AFP / Getty.

Mientras las comunidades armenias de todo el mundo se reponen de las consecuencias de la guerra impuesta por Azerbaiyán y Turquía y a la espera de una clarificación del acuerdo firmado entre Vladimir Putin, Ilham Aliyev y Nikol Pashinyan el pasado 9 de noviembre, Diario ARMENIA se comunicó con distintos referentes institucionales de las comunidades de Uruguay y Argentina para consultarlos sobre el momento que está pasando la armenidad en general. Los mensajes coinciden en la necesidad de trabajar mancomunadamente para reorganizar la tarea reconstrucción de Artsaj, para ayudar a los desplazados y a las familias de los soldados y encausar la lucha política.

Yanik Ketchian, representante de la FRA-Tashnagtsutiún de Sudamérica afirmó que “estamos conmovidos pero la Causa Armenia y los derechos de nuestro pueblo necesitan que brindemos todo el aporte que podamos realizar. La fuerza de la diáspora movilizada debe tener un lugar mucho más importante en el imprescindible fortalecimiento del Estado, así como de la identidad nacional, debemos seguir apoyando los proyectos a través de las instituciones que, como HOM, el Fondo Armenia y Homenetmen, llevan su ayuda humanitaria en estos momentos tan cruciales. Tenemos que trabajar sin bajar los brazos, constantemente y sin pausa, sumando y redoblando esfuerzos en busca de los objetivos comunes de nuestra Nación. Es el único camino y alternativa posible”.

Sergio Nahabetian, presidente de IARA - Instituciones Armenias de la República Argentina sostuvo que “estamos ante una nueva realidad que al día de la fecha todavía no podemos comprender detalladamente. Espero que, desde el papel que nos toca vivir como dirigentes de comunidades de la diáspora, nos demos cuenta de nuestros errores y comprendamos que, a la hora crucial de nuestra supervivencia como armenios, solo nos tenemos a nosotros mismos”. Finalmente auguró “que este trágico 2020 nos sirva para poder reveer el pasado y que esta experiencia nos sirva para planificar el futuro”.

Juan Danielian de la Comunidad Armenia de Rosario opinó que “Dentro de la tristeza por tantas vidas perdidas reclamo que todos nos unamos en una sola política exterior es decir unidad ante el mundo y construir una Armenia grande para que no nos invadan más”.

Graciela Kevorkian, presidenta de la Comisión Regional Sudamericana de HOM, sostuvo que “sin perjuicio de la conmoción que ha generado la situación imperante, pero a la vez teniendo la convicción de que debemos continuar con los justos reclamos por nuestro pueblo, hoy es esencial no perder de vista las necesidades de la gente en Artsaj y en Armenia. La población civil afectada, desplazada o que lo ha perdido todo; los combatientes heridos o discapacitados que necesitan diversos tipos de rehabilitaciones; las familias de los combatientes que dieron sus vidas por la patria; las nuevas generaciones que perdieron a sus padres en esta guerra. Desde el primer día de los ataques, HOM ha puesto en marcha toda su estructura mundial para asistir a cada uno de estos sectores mencionados, en sus diversas necesidades, tanto en Artsaj como en Armenia. Es posible ayudar en esa reconstrucción a través de nuestra organización, para fortalecer a nuestra nación, incluso desde la diáspora”.

Para Vicente Hovassapian, presidente de la Comisión Regional de Homenetmen de Sudamérica, “las instituciones en la diáspora tenemos que estar más fuertes que nunca. La reconstrucción va a ser larga y costosa. Aquí estamos, como siempre, para levantar a los caídos, para cobijar a los desplazados, para acompañar a quienes necesitan ser guiados, para dar fortaleza espiritual a quienes hoy quedaron con las manos vacías, como hizo Homenetmen luego del Genocidio perpetrado por Turquía. A 102 años de su fundación, Homenetmen sigue firme con su objetivo fundacional. Encabezado por HASK y toda su estructura scout, y con la colaboración de todas las regiones del mundo, estamos albergando y conteniendo a más de 1000 familias de Artsaj. Aquí estamos para honrar a nuestros héroes. Aquí estamos como nuestra historia nos lo impone, dejando atrás esta página oscura y enfocándonos en nuestros jóvenes, en nuestra gente, en nuestro futuro. Debemos iniciar la reconstrucción, debemos estar más unidos que nunca. No bajemos los brazos porque Armenia y Artsaj nos necesitan más que nunca”.

A su turno, Rubén Kedikian de la Unión General Armenia de Beneficiencia (UGAB) sostuvo que “más que nunca tenemos que buscar inspiración en nuestra historia y mirar adelante con optimismo. Hay mucho para hacer mancomunados con Armenia”. Confiemos en nuestros jóvenes. Afiancemos al Fondo Armenia”, propuso. “Debemos analizar nuestros errores sin buscar responsables y debemos, también, priorizar el concepto de unidad tanto en Armenia como en la diáspora. Hicimos muchas actividades juntos pero la unidad es mucho más que eso. Se lo debemos a nuestros héroes que dieron su vida, a los heridos y a quienes los lloran”.

“Para iniciar los planes del día después quisiera decir que no todo ha sido en vano”, dijo Lilian Merdinian, presidenta de la Colectividad Armenia de Córdoba. “La lucha en los términos planteados, ha despertado en la diáspora sentimientos nunca antes visto de unión y solidaridad, sobre los cuales no solamente es nuestro deber preservar y fortalecer, sino construir sobre ellos. Es el deber de todo armenio en la diáspora y su dirigencia, ejercitar y acelerar los intentos de reconocimiento de la independencia de Artsaj sobre las bases de los derechos ancestrales de un pueblo milenario a vivir en paz en sus tierras”.

Luego de referirse a importancia de mantenernos unidos no solamente ante circunstancias peligrosas y difíciles, Julieta Ojunian del Consejo Nacional Armenio de Neuquén, sostuvo que “la vida cobra real sentido cuando está dedicada a lo que realmente se ama, desea cuidar y es superior a su propia existencia. En el mundo que nos toca vivir no abundan los actos de grandeza y, los armenios (con toda su diversidad incluida), tenemos la oportunidad de hacerlo para nosotros y la humanidad toda. Esto honrará verdaderamente a nuestros antepasados y a las generaciones venideras. Sobre esto los soldados armenios nos han dado una lección y sobre todo nos la están dando sus madres e hijos que no los verán regresar nunca más. A ellos no los podemos dejar sin respuesta porque sería nuestra propia traición. Como pueblo milenario en nuestro ideario colectivo jamás aceptaremos la mutilación de Artsaj y su entrega al genocida turco-azerí. Esto lo debemos plasmar en una realidad de mayor coherencia y entrega.

Alejandro Danielian de UGAB Uruguay hizo hincapié en que en “estas últimas semanas, la gran nación armenia, desde todos los rincones del mundo, trabajó en forma mancomunada como nunca antes y alzó su voz para que el mundo no fuera indiferente”. “Desde la Diáspora, debemos seguir trabajando para reconstruirnos, para fortalecer a nuestra Madre Patria, prepararnos para las nuevas amenazas que vendrán, y para tener una nación libre e independiente. Debemos asumir un rol activo para apoyar a nuestra gente. Nuestro deber es mantenernos fuertes de espíritu, seguir trabajando para apoyar a todas las familias que se vieron heridas y afectadas, honrar a los héroes que dieron su vida por nuestra causa. ¡Unámonos y levantémonos y preparémonos para los nuevos desafíos que Armenia, Artsaj y la diáspora tendremos que enfrentar!”.

Juan Pablo Simonian, de la FRA-Tashnagtsutiún de Córdoba dijo que “el primer punto para reconstruirnos es desde la verdad y no desde el relato”. “Debemos asumir los errores y las malas decisiones y no comprar tan fácilmente la épica. Más allá de todo, agregó, los armenios debemos tener una sola certeza: que Armenia, y todo el pueblo armenio se repondrán. Nuestros soldados y voluntarios dieron sus vidas por nuestra patria y en honor a ellos debemos continuar trabajando para poner a Armenia de pie. Ya hemos pasado por esto y sabemos cómo hacerlo”.

“Debemos aprender de la lección que nos deja esta durísima experiencia, de lo solos que estuvimos, que el mundo estuvo mirando para el otro lado. Esto nos tiene que llevar a ser más unidos que nunca, más fuertes que nunca”, dijo Miguel Harutiunian de la Cámara Argentino Armenia. “Solo fortaleciendo Armenia y Artsaj podemos lograr un país poderoso, capaz de defenderse solo. Debemos apostar a la innovación, tecnología y a la industria 4.0 para ser una potencia. Armenia tiene mucho potencial poco aprovechado. Necesariamente debemos cambiar la relación de la diáspora con Armenia fomentando una mayor integración y participación en la toma de decisiones y en proyectos conjuntos. Solo juntos podremos ser fuertes y lograr una paz verdadera y duradera para nuestra Madre Patria”.

Desde el Gomidé Vramian de Montevideo de la FRA-Tashnagtsutiún, Gariné Guerguerian, sostuvo que "debemos seguir luchando por el reconocimiento de la Republica de Artsaj en toda su extensión, no solamente por los 2000 Km que no cedieron sino por todo Artsaj. Continuar trabajando mancomunados para lograr los fondos necesarios para paliar en parte la grave situación social que está atravesando nuestra gente. Hoy más que nunca debemos aunar esfuerzos para devolver a la nación la fortaleza necesaria para su permanencia y crecimiento a futuro".

Alejandro Avakian, representante del Consejo Nacional Armenio de Río Gallegos,expresó: “No perdimos todo Artsaj. Habrá que hacerla fuerte e independiente. No debemos perder la capacidad de resistencia que nos caracteriza. No debemos perder la oportunidad de aprender de los errores del pasado. No debemos perder de vista la brutal importancia de los ´intereses económicos´. Debemos cuidar la democracia que rige a nuestra sociedad tanto en Armenia y Artsaj. No debemos perder la capacidad de lucha por el reconocimiento de nuestros reclamos históricos y actuales. No debemos perder de vista que nuestros enemigos son los mismos de siempre y ahora se agregan otros. La marea de la historia tiene vaivenes, solo debemos permanecer y fortalecernos hasta la próxima pleamar.

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