Condenan a María Kodama en el juicio por el libro “El Aleph engordado” del escritor Pablo Katchadjian

30 de junio de 2021

María Kodama, la viuda y heredera del escritor argentino Jorge Luis Borges fue condenada a resarcir al escritor Pablo Katchadjian luego de haberlo querellado por la publicación del libro “El Aleph engordado”.

El escritor de origen armenio publicó en 2009 un "experimento literario" como lo llamó él, un libro con El Aleph de Borges y 5.600 palabras más escritas por Katchadjian. María Kodama, heredera de los derechos de Borges, lo llevó a juicio en 2011 y perdió en 2015, intentando procesarlo una vez más y recibiendo la falta de mérito. El 30 de junio, el Juzgado Civil Nº 1 determinó que Kodama deberá resarcir a Katchadjian con 688.000 pesos más 200.000 de gastos de ejecución.

Según consignó Clarín, Ricardo Strafacce, el abogado de Katchadjian explicó que "fue un proceso muy largo, que insumió diez años". "Kodama imputó en su momento a mi representado por defraudación de los derechos de autor sobre el cuento El Aleph de Borges, a raíz de la publicación del libro El Aleph engordado. Katchadjian fue procesado pero la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal revocó el procesamiento y dictó el sobreseimiento. El abogado de María Kodama fue a la Cámara de Casación, donde el recurso fue declarado desierto: el sobreseimiento de Katchadjian, entonces, quedó firme, y a ahora se dictó la ejecución de las costas del proceso. A saber, las costas de los abogados y la tasa de Justicia", detalló el letrado.

Con la última sentencia, los derechos de la obra de Borges se encuentran embargados. "Lo más importante es que a partir de ahora no va a ser gratis enjuiciar a los escritores, cuando se proponen un juego literario, como en este caso", marcó Strafacce. "Desde el punto de vista literario, la diferencia está claro que pasa por la intención de engaño: si el autor quiere lucrar con una obra que pretende hacer pasar por el original, merece condena, pero en este caso se trata de algo totalmente distinto: él desde el primer momento explicó que se trataba de una ejercicio de la literatura. Esta sentencia habilita una mayor libertad para los autores, a la hora de hacer intervenciones de este tipo. A esta altura, María Kodama no tiene más que pagar las costas".

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