Iglesia Evangélica Congregacional Armenia "Santísima Trinidad"

Creciendo, aprendiendo y sirviendo en medio de la comunidad evangélica armenia

23 de junio de 2015

Sonsini-Jorge-Iglesia-EvangélicaServir a Dios es una de los más grandes privilegios y trabajo al que puede ser llamado un hombre. Servirlo dentro de la comunidad armenia, no perteneciendo a esa etnia es toda una aventura. Allá por 1974 recibí de parte de un compañero de escuela de padre argentino, pero de madre armenia, un pequeño paquetito conteniendo un ejemplar de las Sagradas Escrituras. Ese sencillo pero amoroso acto cambió mi vida.

Soy el único hijo de un matrimonio de ascendencia italiana y mi niñez transcurrió bastante solitaria. Cuando conocí a R.C., él me invitó a unos encuentros de adolescentes que se efectuaban en el templo al cuál asistía, la “Iglesia Evangélica Congregacional Armenia “Santísima Trinidad”, de la calle Avellaneda 2540, en la Ciudad de Buenos Aires.

Allí comencé no sólo a ser instruido en la Palabra de Dios, sino entré en contacto con un grupo de familias provenientes de Armenia, país del cuál muy poco sabía. Sólo conocía un nombre armenio, como casi todo niño de esos días, quien fuera una figura del deporte y televisiva, “El campeón del mundo de lucha Martín Karadagian”, pero eso pronto cambió.

Muchas personas mayores con nombres extraños para mí, me dieron la bienvenida. Aprendí en sus hogares, porque abrían sus puertas a los más jóvenes para reunirnos y cimentar una amistad y hermandad en la fe cristiana que creó lazos indisolubles al paso del tiempo y a las distancias.

Aprendí nuevas palabras, gusté nuevas comidas, pero por sobre todo aprendí modelos de familias diferentes a las que conocía, donde la oración y frases de La Biblia eran comunes a todos sus integrantes.

Oí nuevas y tristes historias de sus mayores. Historias de familias donde la fe cristiana al ser profesada costó innumerables vidas humanas, pero a su vez era el sostén y la fortaleza que los guió a salir adelante en distintos países del orbe donde se vieron forzados a emigrar.

Entre ellos crecí y en medio de esa comunidad me casé. Allí nació mi primera hija y en 1985 salimos con mi familia y la bendición de la Iglesia a trabajar en otras comunidades de fe.

Mientras tanto, también comencé mis estudios teológicos y en 1996 regresé ya con una familia numerosa a la iglesia que me vio nacer espiritualmente. Terminé parte de mis estudios y me gradué como Licenciado en Biblia y Teología.

Cuando llegué por primera vez, el pastor José Balian, era quien guiaba espiritualmente la congregación y durante su gestión miles de personas armenias y no armenias conocieron a Jesucristo como su Señor y Salvador.

Varios ministros pasaron desde su partida y hoy juntamente con el hermano Ara Mkhitaryan, nos encontramos trabajando en el ministerio pastoral de la iglesia, con el objetivo de llevarla a un nuevo período de crecimiento espiritual y numérico, predicando el evangelio de Jesucristo, a través del servicio de consejería espiritual, enseñanza bíblica para todas las edades, distintos servicios sociales, dentro de la comunidad armenia y también para el barrio que nos circunda.

Es por esto, estimado lector que esperamos su visita, su llamado, su e-mail para poder transmitirle el mensaje de parte de Dios que cambió no sólo mi vida, sino también el de un gran número de familias armenias en toda la tierra. La paz de Dios sea con todos ustedes.

Lic. Jorge A. Soncini
Pastor

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