Crisis en Armenia: Serge Sarkissian renunció a su cargo de primer ministro

Ereván (RFE/RL).- El primer ministro de Armenia Serge Sarkissian, quien fuera elegido por el parlamento hace dos semanas, renunció a su cargo luego de diez días de protestas sin precedentes contra su intento de extender su mandato que llevaba ya una década.

“Nigol Pashinian (el líder de la oposición que encabezaba las movilizaciones) tenía razón. Estaba equivocado. Hay varias soluciones a la situación existente pero no optaré por ninguna de ellas. No son de mi agrado. Renuncio al cargo de primer ministro”, declaró por medio de un discurso escrito a la nación.

En el mismo también agregaba: "El movimiento en las calles va en contra de mi mandato. Estoy cumpliendo con su demanda. Le deseo a nuestro país paz, armonía y sentido común". Este anunció desató festejos en las calles de Ereván, con bocinazos y fuegos artificiales.

Las multitudes se reunían en la Plaza de la República, en el centro de la ciudad, donde Pashinian, que inició las manifestaciones el 13 de abril, debía dirigirse a sus seguidores más tarde ese mismo día.

"Me he acostumbrado tanto a las mentiras de Sarkissian que no puedo creer que haya renunciado. Todos están eufóricos, pero la parte más difícil comienza ahora", comentó una de las huelguistas al servicio de noticias de RFE / RL. En este mismo sentido otra agregó: "Hemos logrado nuestro objetivo y todo estará bien a partir de ahora".

No quedó claro si la salida de Sarkissian desembocará en unas nuevas elecciones parlamentarias. El viceprimer ministro primero, Karén Karapetian, ocupará probablemente el puesto vacante al menos en el ínterin.

Sarkissian había criticado públicamente las demandas en su contra el domingo por la mañana. Además en una reunión televisada con Pashinian lo acusó a este de chantajear a "las autoridades legítimas del estado”. En este sentido el ahora exprimer ministro había argumentado que una facción que obtuvo el 7-8% de los votos en las elecciones parlamentarias de abril de 2017 no puede hablar en nombre de la gente, refiriéndose a la coalición opositora Elk.

El líder opositor fue detenido una hora después de la tensa reunión mientras encabezaba una nueva manifestación en Ereván. El arresto solo incrementó la ira popular contra el mandatario, con decenas de miles de personas acudiendo a la Plaza de la República el domingo por la noche.

Las protestas se reanudaron en la capital y otras ciudades armenias durante la mañana. Horas más tarde Pashinian fue liberado, tiempo después de que Karapetian lo visitara cuando estaba bajo custodia.

Sarkisian, de 63 años, es oriundo de Nagorno-Karabagh y fue uno de los principales comandantes militares de la región en disputa durante la guerra de 1991-1994 contra Azerbaidján. Fue nombrado ministro de Defensa de Armenia en 1993 y pasó a ocupar otros puestos clave de seguridad en Ereván.

Sarkissian fue votado presidente por primera vez en una disputa acalorada en 2008, empañada por acusaciones de la oposición de fraude y una dura represión gubernamental luego del sufragio contra los manifestantes en Ereván. Su reelección en 2013 también fue denunciada como fraudulenta por los principales grupos opositores de Armenia.

En 2014, Sarkissian inició una controvertida reforma constitucional que convirtió al país en una república parlamentaria. En su momento había afirmado que "no aspiraría" al puesto de primer ministro después de completar su segundo período presidencial el 9 de abril de 2018.

Luego de esta contradicción, cuando manifestó sus intenciones de ocupar el cargo, el líder restó importancia a lo que había prometido, diciendo que era una afirmación fuera de contexto. En este punto citó el aumento del riesgo de que se reanude la guerra en Artsaj, además de otros desafíos en términos de seguridad que enfrenta Armenia.

Los partidos de la oposición lo acusaron de romper su promesa y aferrarse al poder. Pero solo uno de ellos, el bloque de Pashinian, se movió para desbaratar los planes de Sarkissian con movilizaciones populares.

Pashinian, de 42 años, comenzó sus protestas que no cesaron en Ereván después de un recorrido a pie de dos semanas por las regiones del norte y centro de Armenia. Su movimiento ha demostrado ser especialmente popular entre los jóvenes armenios, que han salido a las calles en un número sin precedentes.