¿De qué manera podemos ayudar a nuestros hijos a que tengan una buena adaptación?
Es la primera vez que decidiste o decidieron que tu hijo/a ingrese a una institución. Seguramente antes de que lo anotes, has buscado muchos lugares y has preguntado a distintas personas sobre qué lugar elegir para tu hijo.
Uno elige el jardín o colegio porque cree que es el mejor lugar en el que puede estar su hijo cuando no está acompañado de mamá o papá y a su vez porque les inspira seguridad y confianza.
Una vez elegida la institución los invito a que vayamos al primer día de clases. Es un momento difícil no solo para los niños sino para los padres también. Es el primer momento de separación real que existe entre ambos. El primer salto a la independencia, un desapego parcial de la familia.
Aquí comienza lo que llamamos el período de adaptación. ¿Qué significa adaptarse? “Acomodarse, avenirse a circunstancias, condiciones, etc.”.
Es el proceso en que tanto niños, padres y docentes establecen contacto por primera vez, donde se conocen y descubren particularidades de cada uno de los actores involucrados, como así también del espacio del jardín, que es donde el niño pasará parte de su día.
Es muy normal que los papás sientan ansiedad, dudas, alegría y tristeza a la vez. No hay niño ni padres que sean iguales a otros, por eso cada período de adaptación es distinto. No vale la pena comparar.
Desde mi lugar puedo dejar algunos consejos que pueden serles útiles para atravesar este momento. Antes de que comiencen las clases, seguramente tengan reuniones de padres y puedas llevarlo a conocer el lugar donde va a pasar tiempo de su día.
Los primeros días de jardín seguro participen de las actividades propuestas por las docentes. Los niños, quizá necesiten de ustedes para entrar en confianza, si no lo hacen, ustedes tomen distancia, pero manténganse cerca, para que ellos sepan que ustedes están ahí.
Una vez que la docente les diga que pueden retirarse, antes de irse nunca le mientan. Díganle que lo van a dejar jugando con sus amigos y su maestra, pero que luego van a volver por él. Despídanse, no se escapen y no se vayan cuando él no los vea. Ya que si de repente deja de verlos esa situación lo angustiará y creerá que no van a volver más. Por más que algunos sean chiquitos y crean que no entienden, ellos comprenden todo.
Es importante usar frases como “hijo, me voy pero después vuelvo a buscarte” “mamá se va a trabajar y vos te quedas jugando con tus amigos, pero después vuelvo”. Es importante que le transmitas seguridad en lo que decís. Puede que llore, como que no, pero se va a quedar con tu palabra y va a lograr la calma. Anticípale lo que va a pasar después. Para que no sienta esa situación como abandono.
Cada día que vayas a buscarlo, hacele saber que estas contenta por lo que ha logrado. Las acciones positivas, debemos marcarlas, no solo cuando nos cuentan que se portó mal o no cumplió alguna consigna.
Quizá hay niños que tengan tiempos distintos de adaptación y les cueste separarse de sus padres. En estos casos se puede optar por que lleve algún objeto transicional, algo que le haga recordar a mamá, a papá. Muchos utilizan mantitas, babitas, algún peluche. No se preocupen que a medida que él se sienta seguro, va a ir soltándolo.
Para poder hacer más fácil este período, el poder levantarse, desayunar y compartir unos momentos juntos, sin estar a las corridas, lo ayudará también. Recuerden que cada hijo es diferente y por eso especial y tenemos que armar las rutinas, según sus necesidades.
Como padres hay que tratar de ser puntuales al ingreso del horario de jardín.
No sentirse culpables por la decisión que han tomado. Es lo mejor que le puede pasar a un niño, para tener un desarrollo favorable y deben transmitirle todo el tiempo, seguridad y tranquilidad.
Como mencione anteriormente es importante que días antes del comienzo de clases y durante todo el ciclo lectivo es fundamental crear rutinas en los niños.
Respetar el momento de juego, de baño, de cena y de descanso. Para nosotros, los adultos, tener una rutina nos organiza, a ellos también.
Espero que les sea de utilidad estos consejos para poder tener un buen período de adaptación no solo los niños, sino a ustedes como padres también.
Agustina Djubelian
Licenciada en Psicología (MN. 53928)