Denise Nenezian: “La comunidad armenia es artista por naturaleza”

11 de febrero de 2020

Denise Nenezian creció en una familia de artistas. Dos de sus hermanos son músicos y ella, actriz y escritora. En 2019 publicó su primera novela, Chaumonogamia, publicada por Caleta Olivia. Además, es instructora de yoga.

El handball es parte de su vida. Desde chica juega en Homenetmen con su grupo de amigas y también con las hijas de sus amigas.

—¿Cómo es la historia de tu familia?

—Mis abuelos vinieron escapando del Genocidio y cuando éramos chicos nos contaban esas historias. Eran de Alepo y de Aintab pero llegaron en barco desde Siria. Mis papás nacieron en Buenos Aires. La familia materna, los Apkarian, se instalaron en Rosario donde tenían un local e importaban telas. Mi mamá y mis tías venían a Buenos Aires a los bailes para conocer armenios, en ese momento la comunidad armenia de Rosario era muy chica.

—Contanos sobre tu formación.

—Fui a San Gregorio desde jardín de infantes. Cuando terminé quinto año hice Bellas Artes en la Prilidiano Pueyrredón, actualmente IUNA, e hice la especialidad de pintura. Después me formé en actuación con distintos maestros. A los 29 empecé a practicar yoga y a dar clases. Paralelamente empecé a escribir. No lo hacía con la intención de escribir un libro. Cuando me di cuenta que tenía un montón de material empecé a hacer un taller individual con un coach que me ayudó. Fue un proceso de un año y medio. Después pasó a distintas correctoras y finalmente devino en una pequeña novela.

Un objeto. El tavlí que trajimos de Armenia. Con mis hermanos jugamos mucho y nos divertimos.

—Podríamos decir que tu familia es de artistas…

—La comunidad armenia es artista por naturaleza. En Armenia son artistas, tocan instrumentos o cantan. En Argentina hay algo muy cultural de que el que se dedica al arte, se muere de hambre. Mi mamá conmigo se agarró la cabeza. Mis hermanos Augusto y Jeanette son músicos. A ella le va espectacular, formó su banda, toca en otras, sacó un disco y es trompetista. Entró a la carrera de jazz cuando no había tantas mujeres trompetistas y ahora forma parte de la banda de Wos. Mi hermano es músico y compositor, se dedica a la docencia de la música. Los dos viven de la música y son muy felices. Todos hacemos lo que nos gusta. Mis recuerdos con mis abuelos maternos son con los cuentos y los juegos. La música siempre estuvo ahí. En el colegio teníamos música pero no era muy sensorial. El arte nació de manera muy genuina en nosotros.

—¿Cómo es tu relación con la comunidad?

—Juego al handball en Homenetmen desde hace muchos años y ahí tengo parte de mi corazón. El equipo fue mutando y es súper mixto. Hay chicas de 17 años y en mi grupo ya somos las veteranas. Siempre mi relación con la comunidad y con Armenia estuvo ligado al handball. Me gusta vivir la armenidad desde un lugar más amplio, no tan cerrado. Siento que soy muchas cosas. No me gusta encasillar, soy un abanico de un montón de culturas que se integran.

—¿Cuál es tu visión de la comunidad?

—Todo es cultural. Cuando algunas cosas de esa estructura se mueven, hay gente que no le gusta porque le da miedo mezclarse. A mí no me pasa eso, al contrario. Eso es sano. Hay veces que veo a la comunidad armenia muy cerrada. Por momentos siento que hay ganas de cambiar o flexibilizar pero también hay mucha rigidez. Me gusta entender lo que le pasa a la persona que está pensando tan cerrado.

—¿En qué proyectos estás trabajando?

—Hice el cortometraje Área chica infierno grande con mi pareja y se está presentando en festivales. El año pasado empecé a escribir lo que sería un segundo libro pero le tengo que dar tiempo al primero para que se expanda antes de escribir otro. Estoy tratando de acceder a un subsidio para traducirlo a otros idiomas. También quiero hacer presentaciones en otras partes del mundo. La mayor parte del tiempo me estoy dedicando a que el libro crezca y doy clases de yoga.

Sofía Zanikian
Periodista
sofi.zanikian@outlook.com

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