Editorial de Marzig, órgano de la Comisión Central Mundial de Homenetmen, en memoria de Karnig Meguerditchian

15 de junio de 2021

A través de una nota editorial en la revista Marzig la Comisión Central Mundial de Homenetmen rindió un sentido homenaje a Karnik Meguerditchian, quien fuera su presidente durante varios períodos.

LA FORTALEZA DE UN MENSAJE ORGÁNICO

Quien no vio el féretro honrado con la bandera de la institución, pudo suponer que él partió de viaje para visitar alguna de las regiones de Homenetmen y que rápidamente regresará.

Quien no participó cabizbajo de su duelo en el funeral público, pudo creer que su ausencia será temporal.

Y quien, en el cementerio, no escuchó los acordes de la marcha “Harach Nahadak” (“Adelante Mártires”) con los cuales se le rindió honores por última vez, como puede aceptar que él ingresó en el sueño eterno.

El ex Presidente de la Comisión Central de Homenetmen, ieghpair Karnig Meguerditchian, ya no está entre nosotros. No lo vamos a ver en los eventos Hama-Homenetmenagan. No vamos a escuchar sus mensajes, no nos vamos a motivar con su actitud, no vamos a disfrutar con su presencia magnetizante.
Entonces, ¿hay silencio ahora?…

¿Quién dijo que, dentro de Homenetmen, al desaparecido ieghpair Karnig le gustaba el silencio, el luto y el dolor, que sólo podía vivir con los recuerdos y los archivos del pasado? Incluso el silencio tenía sentido para él. ¿Cuántas veces invitó a los asambleístas para que, de pie y en silencio, rindan homenaje a la memoria de un benefactor de la institución? ¿En cuántas ocasiones él rindió homenaje, con un minuto de silencio, honrando a las víctimas inmortales en el Monumento de Dzidzernagapert y a los héroes de la nación en el Cementerio de Yerapulur?

No, ahora no hay silencio.

Ahora el habla a través de sus trabajos y de sus mensajes. Con más precisión, sus trabajos y sus mensajes hablarán sobre él, sobre Homenetmen, sobre el indisoluble lazo que une a Homenetmen con el pueblo armenio, sobre el sólido vínculo entre Homenetmen y la Patria, y sobre todos esos valores de los cuales él se convirtió en defensor durante el transcurso de toda su vida.

Su vida no tuvo límites ni tiempos. La geografía en la que él vivió, comprendió todas aquellas ciudades y países en los que el sol de Homenetmen se mantuvo en lo alto sin ingresar en el ocaso. El tiempo que el perduró, fue el día, los días, que vivió para Homenetmen. Así, él colmó su vida con los proyectos de Homenetmen, organizando, trabajando y cosechando enseñanzas continuamente.

Ahora, lo que quedó de él son esas enseñanzas que, como archivos permanentes, nos sugieren que “Homenetmen no fue ni será sólo un movimiento deportivo y scout. Desarrollador de compromiso desde el punto de vista público y desde el punto de vista nacional Homenetmen es una familia que siembra conocimiento nacional y una profunda consagración ideológica, que con su rica experiencia a través de los años, se hizo merecedora del respeto y la confianza de su pueblo”. Y se convirtió en un valioso representante de ese respeto y de esa confianza.

Fue él, que desde los escenarios y ámbitos superiores de la vida armenia, repitió muchas veces: “Hoy no existen huérfanos, sin embargo existen comunidades huérfanas. Y es allí donde Homenetmen se encuentra en la barricada. Reúne a la juventud armenia, crea un ámbito y un entorno de capacitación armenia. Por medio del escoutismo y los torneos deportivos, Homenetmen salva a los jóvenes del peligro de la desidia y los vincula con la armenidad y con Armenia”.

Con esta conciencia trabajo él, sin cesar y sin desanimo. Viajando de comunidad en comunidad para reunir alrededor de Homenetmen a la juventud y para elevar el número de las filiales de la institución de 90 a 111 durante los 12 años en los que ejerció la presidencia.

No fue fácil la tarea. Con sus palabras él decía: “En la Diáspora mantener armenio al armenio y en Armenia formar ciudadanos ejemplares”. Esa es la responsabilidad de Homenetmen. No fue fácil, pero no fue imposible, porque él tenía el lema del trabajo: “Ser merecedor del calificativo Homenetmenagan y sin condicionamientos tener algo que decir y que hacer en nuestras vidas, en nuestras comunidades y en la tarea de capacitación de las nuevas generaciones. No son perdonables la indiferencia, la desidia y la despreocupación. No son permisibles. Todo individuo debe ser consciente de su responsabilidad y debe ejecutar el trabajo que se le ha confiado de la mejor forma, dejando de lado sus prioridades e intereses personales”.

Así pensaba y trabajaba ieghpair Karnig, teniendo como obsesión fundamental la consolidación de Homenetmen, el permanente crecimiento, la modernización, el afianzamiento y el resplandor de la estructura Pan Armenia de la institución, con la profunda convicción que “Para mantener la calidad de la organización, es imprescindible introducir modificaciones. En necesario analizar la forma en que las comisiones ejecutan los trabajos y si estos trabajos se adecuan a las condiciones actuales. ¿Cuán prácticas son las enseñanzas en nuestras reuniones, para que nos permitan seducir la capacidad realista y práctica de las jóvenes generaciones, que constituyen una inmensa fuerza dinámica?”.

La figura más relevante de Homenetmen en el último cuarto de siglo, llevó a cabo enormes esfuerzos y trabajos para dotar a la institución de una organización de calidad. En el orden interno apostó por la juventud y en el orden externo trabajó para asegurar el apoyo moral y material para coronar con éxito los más importantes proyectos de la organización.

La juventud estuvo cerca de su corazón y él estuvo siempre con la juventud, rodeado por la juventud. Creyó que “Los jóvenes pueden hacer muchas cosas para nuestro pueblo y para nuestra patria. Sólo es necesario organizarse, acercarse los unos a los otros y crear, en las ciudades y países en los que vivimos, fervor y movimiento Homenetmenagan”. Prueba de ello es que las Comisiones Centrales que el presidió, organizaron por primera vez el Primer Foro Mundial de Jóvenes de Homenetmen, patrocinaron la Asamblea Pan Europea de Jóvenes. Los campamentos y los torneos deportivos Hama Homenetmenagan se convirtieron en fiestas de la juventud, en hermosas manifestaciones del entusiasmo institucional y del espíritu nacional.

Y si el frente interno se consolidó con la integración de los jóvenes, mayor fue la consolidación en el frente externo con el aporte moral y material. La mejor exteriorización fue el apoyo brindado a la institución por la totalidad de las estructuras estatales de Armenia durante las celebraciones del 100º Aniversario y el apoyo público ilimitado de la Diáspora, independiente de cualquier objetivo político e ideológico.

La prioridad fue la consolidación de la estructura de Homenetmen con la totalidad de los medios humanos, económicos y técnicos disponibles, para que ella continúe con la tarea de:
“Capacitar y educar a las generaciones”
“Organizar torneos deportivos, pero antes de los torneos deportivos, trasmitir el espíritu deportivo a los deportistas”
“Realizar actividades scouts, pero antes del escoutismo formar hombres honestos y ciudadanos nobles”
“Ejecutar los trabajos de las comisiones, pero antes de eso brindar educación y espíritu nacional”

Este era su mensaje. Su objetivo principal era la consolidación de la organización, sabiendo que “Homenetmen tiene una misión en nuestras vidas. El servicio y su misión, la consagración y su actuación”.

Luego de su partida sin retorno, este mensaje suena más fuerte y como una valiosa tradición se trasmite a las próximas generaciones, para que ellas vivan con estas palabras, conviertan las palabras en trabajos y con los trabajos mantener vivo el recuerdo incomparable de un Hombre, de un armenio, de un Homenetmenagan, cuyo nombre se registrará con letras mayúsculas en la historia de Homenetmen.

Comisión Central Mundial de Homenetmen

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