El boom de los negocios sirio-armenios
Ereván (jam-news.net).- Durante los cinco años del conflicto sirio, 22.000 personas de origen armenio de este país emigraron hacia Armenia. A lo largo de este tiempo han logrado formar una nueva cultura empresarial y nuevas tradiciones, con una huella oriental única.
Alrededor de quinientos de ellos ya han logrado iniciar sus propios negocios. Muchos han tenido un éxito significativo en varios campos en solo un par de años. Otros han abierto restaurantes y cafés en Ereván. También dirigen empresas muy populares de jeans, zapatos y prendas de punto. A su vez, “el mercado de Alepo” se ha abierto en el corazón de la capital, ofreciendo sus productos a la venta.
Shant Khayalian (foto), de 40 años, se mudó a Armenia en 2013. Hace tres años que se dedica a la fabricación de jabón orgánico. En su producción utiliza mejorana, ortigas, perejil, rosas y semillas de uva, recolectadas exclusivamente de las montañas y campos de Armenia. El aceite de oliva es el ingrediente principal. Mensualmente produce alrededor de ocho mil barras de jabón, y casi el mismo volumen de aceites y champús.
"Para acceder al mercado armenio y encontrar el nicho de uno, debía presentar una idea muy original. Se me entregó una licencia de la UE para ‘productos de belleza’. La buena gestión también es muy importante, un gran sueño y una lucha para alcanzar la meta es la clave para un negocio exitoso. Muchos me aseguraron que era imposible hacer negocios en Armenia, pero me opuse a esta idea. Estaba seguro que funcionaría y todavía hay mucho más que puedo hacer. Desearía poder abrir una gran planta para la fabricación de jabón algún día”, explica.
Khayalian comenzó su negocio produciendo solo cuatro tipos de jabón. Ahora fabrica 25 variedades y 16 tipos diferentes de champús, que ya se exportan a Suiza y Georgia, y próximamente ingresarán al mercado ruso.
Además, es uno de los 110 empresarios que aprovecharon el proyecto de préstamos preferencial para la implementación de sus programas de negocios. Desarrollado especialmente para los sirio-armenios, el proyecto fue llevado a cabo por el Centro Nacional de Desarrollo para Pequeñas y Medianas Empresas, en conjunto con la Oficina Armenia del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
Como parte del proyecto, Khayalian recibió un préstamo de 12.000 dólares, al 4% de interés, una clara ventaja frente a los bancos locales que ofrecen tasas del 10% o más.
Anahit Hayrabetyan, miembro de la oficina de Relaciones Exteriores de ACNUR, señaló que a los sirio-armenios les va bastante bien en los negocios y que sus habilidades empresariales convencieron a los organizadores del programa de sus posibilidades de éxito.
"Nos hemos dado cuenta de la importancia del factor sirio para impulsar la economía armenia. Cada uno de ellos es un ejemplo clásico de un empresario. Veintiséis años de la independencia de Armenia no son suficientes para el surgimiento de verdaderos empresarios, para superar la vieja mentalidad soviética, mientras que los sirio-armenios ya son hombres de negocios de tercera generación, que se sienten en este ámbito como un pez en el agua. Como dijo Einstein, la gente trajo a Armenia no solo sus bienes, sino también sus cabezas y manos", comentó Hayrabetyan.
Muchos de ellos emigraron a Siria a principios del siglo pasado, durante el Genocidio Armenio y ahora regresaron manteniendo su identidad nacional. Los armenios tuvieron bastante éxito en este país, pero ahora están experimentando una segunda migración. El mismo mecanismo se ha activado en ellos a nivel genético: el hecho de confiar únicamente en sus propias fuerzas.
Según Alexán Karadanian, los que decidieron establecerse en la república podrán probarse a sí mismos: “Hemos heredado esta lucha de nuestros antepasados. Hemos construido nuestros negocios por nuestra cuenta, nadie nos ha proporcionado empleo. Nuestros antecesores, que huyeron de Turquía a Siria tampoco tuvieron otra salida. Comenzaron a trabajar, sentaron las bases, pusieron mucho empeño en sus negocios y lograron el éxito. Comenzaron la vida desde cero en un país extranjero, mientras que nosotros la iniciamos en nuestra patria, en el siglo XXI. ¿Por qué deberíamos fallar en algo? En realidad, todo depende de la persona. Hay muchos problemas. Debe recordarse que hay un bloqueo y todo debe importarse del exterior, hasta los detalles más pequeños. Pero todos los problemas pueden resolverse”-
De hecho, los sirio-armenios son refugiados, pero perciben y evalúan la situación de manera diferente. Por el contrario, demuestran que pueden retomar el rumbo en cualquier entorno, principalmente en Armenia, su país de origen.
Cuando vivía en Alepo, Alexán se dedicaba a la impresión en ropa. Tenía tres locales y su propia oficina de diseño. Se mudó a Armenia junto a su familia en el verano de 2012 y comenzó el mismo negocio en otoño, aprovechando este programa para Pymes.
“El Ministerio de la Diáspora nos presentó a los fabricantes locales, los especialistas en prendas de punto. El mismo día, uno de ellos me sugirió que abriera un centro en Ereván y participara en el diseño y la impresión de remeras. Pedí un lote de productos y me puse a trabajar. Me inspiró mucho. Ahora produzco cuatro mil remeras con temáticas armenias por mes. Al principio no realizaba muchas, por supuesto. Nuestros clientes son en su mayoría turistas y las camisetas se venden mejor en el verano”, dice Karadanian, director de Sona-Print LLC.
Los Karadanian también dirigen otra empresa familiar llamada Alexán Art Design Company, la cual ofrece diseño y decoración de tazas, llaves y folletos.
En tanto, Sonig Garjigian y Yerán Balmanoukian abrieron un restaurante sirio en el centro de Ereván. Es un lugar pequeño, de solo treinta metros cuadrados, pero siempre hay muchos clientes. Ambos dueños siempre están en la cocina, preparando platos sirios. Dicen que iniciar un negocio en Armenia no es una tarea fácil, pero aclaran que tampoco es fácil hacerlo en otro lugar.
“No importa a dónde vayamos, ya sea en Europa, Canadá o Estados Unidos, será difícil en todas partes, porque te encuentras en un nuevo entorno, en un nuevo mercado. Siempre es un reto. Incluso si hubiera iniciado un nuevo negocio en Siria, me habría llevado de 2 a 3 años para que este despegara”
“Lo único confuso son los impuestos y el hecho de que todavía tenemos que pagar tarifas por alquilar en un área de negocios, por la vivienda y por la matrícula de los niños. Todo eso constituye una suma considerable. Es particularmente difícil dirigir un negocio en invierno, cuando la vida parece congelarse con el aire ", dice Sonig Garjigian, cuya familia era propietaria de varias tiendas en Latakia.
“De todos modos, la ventaja de Armenia es que este es nuestro país. Ponemos nuestros corazones y almas en nuestro trabajo, este restaurante es nuestra vida. Mantenemos un alto nivel de calidad, somos responsables y no nos engañamos”, agrega.
Por su parte, Magi Khoroizian (foto derecha) dirige la página de Facebook “Magie's Sweet Delicacies”, que ya es conocida por muchos. Su sueño es abrir una confitería en Ereván. “No lo he hecho hasta ahora porque principalmente recibo órdenes para casamientos y cumpleaños. Produzco decoraciones de mesas dulces usando una tecnología completamente nueva, lo cual todavía no es común todavía aquí. También intento ofrecerlo a las tiendas. Realicé un curso de capacitación en Dubái y ya tenía clientes allí, pero mi hija tenía muchas ganas de venir a Armenia y nos mudamos. Espero que este negocio nos permita ganarnos la vida”, explica Magi.
Los sirio-armenios se han reconciliado con el hecho de que el país no es rico desde el punto de vista económico y que el mercado es pequeño, por lo que a las empresas les cuesta tomar impulso. Sin embargo, siguen trabajando a pesar de todo.
“Si hubiéramos puesto tanto esfuerzo en Siria, nos hubiéramos convertido en millonarios y lo tendríamos todo. Cuando pones tanta energía en un negocio en un país extranjero ganas una fortuna, mientras que aquí solo sobrevives. En otras palabras es una cuestión de creencias: si quieres hacerte rico y no puedes hacerlo, entonces te vas. A su vez si quieres vivir en tu tierra natal, para que tus hijos jueguen en el patio con niños armenios y escuchen el idioma, entonces te quedas”, asegura Alexán Karadanian
Anahit Hayrabetyan valora altamente la integridad particular de los sirio-armenios: “Los negocios son una cuestión de honor, buena reputación y fuente de ingresos. Eso es lo que los hace diferentes de las personas que tuvieron una educación soviética. Su cultura empresaria, su enfoque de negocios y sus servicios son ejemplares”.