El Catolicós Karekín II llegó a México en su primera visita pastoral
Ciudad de México (La Jornada).- Karekín II, patriarca supremo y Católicos de Todos los Armenios, realizó hoy su primera visita pastoral a México, en la cual expresó su cercanía y solidaridad con el pueblo mexicano tras los sismos de septiembre pasado.
A las 13:30 horas el patriarca llegó al aeropuerto de Toluca procedente de Los Ángeles, California. Allí fue recibido por Ará Aivazyan, embajador de Armenia en México.
Karekín II, visitó la Basílica de Guadalupe. El rector del templo mariano, Enrique Glennie Graue, encabezó junto al patriarca y su comitiva un recorrido por la basílica, lugar en donde el religioso oró frente al altar de la guadalupana por el bienestar de los mexicanos y armenios residentes en el país. También realizó un recorrido por la antigua Basílica de Guadalupe.
A las 17 horas el Catolicós Karekín II se reunió con el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, al cual expresó su solidaridad con los afectados por el sismo del 19 de septiembre pasado. El patriarca recordó que en 1988, Armenia experimentó un sismo devastador, y resaltó la importancia de la solidaridad entre las personas y los países en ese tipo de circunstancias.
Más tarde, a las 18:30 el sumo pontífice de la Iglesia Apostólica Armenia participó en una ceremonia ecuménica en la Catedral Metropolitana, en la cual se rindió homenaje a las víctimas de los sismos ocurridos en Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Puebla y Morelos. También estuvieron presentes el cardenal Norberto Rivera Carrera e integrantes del Consejo Consejo Ecuménico de México.
En la Catedral dijo que “con sentimiento de tristeza y pena, nos enteramos por las noticias del terrible terremoto que azotó a su pueblo, por eso a través de la oración, transmitimos amor y simpatía en este difícil momento de pena".
En la liturgia ecuménica en la que también estuvo presente el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, comentó “alégrense con la esperanza, sean pacientes en el sufrimiento y oren con frecuencia, como cura espiritual y consuelo ante todos los desafíos y la superación de las dificultades que se presentan ante nosotros".
Recordó el terremoto que experimentó Armenia en 1988 y dijo que “la amargura de esos días todavía no se ha borrado de la memoria colectiva de nuestro pueblo, sin embargo la voluntad de ver restablecido nuestra patria y nuestra vida, así como la mano de ayuda extendida por países, organizaciones y hombres de buena voluntad, amor y compasión, además del consuelo espiritual, nos llenaron de optimismo y fuerza para abrazarnos hacia la reconstrucción de una nueva vida"
Subrayó que "queremos transmitirles el testimonio del pueblo armenio, un pueblo que en los senderos de nuestra historia a pesar de los innumerables pruebas dificultades, perfidias y masacres, siempre fue una historia de resurección de confianza y de reconstrucción con fe en Dios". Recomendó: “curen daños espirituales, morales y materiales ocasionados por este terrible terremoto". Sí mismo oró porque "descansen en los altares la luz las almas de las víctimas, que consuele a los dolientes, conceda la salud de los heridos y estimule a todos aquéllos a quienes trabajan día y noche y se esfuerzan por restablecer la vida normal del pueblo de México”.
Por la noche, hubo una recepción en el Museo Memoria y Tolerancia. Cabe destacar que los armenios fueron víctimas de un genocidio perpetrado de 1915 a 1923, por parte del entonces imperio Otomano. Este hecho es considerado el primer genocidio del siglo XX, y cobró la vida a más de un millón y medio de personas. Esta situación originó una diáspora hacia cerca de 120 países, entre ellos México. La colonia armenia en el país se calcula en unas 2 mil personas.
En su visita Karekín II, también reconoció el apoyo brindado a los armenios que llegaron a México.
Alrededor de la 22:30 el patriarca será trasladado nuevamente al Aeropuerto de Toluca.