El Colegio Armenio Jrimian celebró la 14ª edición del proyecto “De un 24 a otro 24”: “Un año más, se sembró la semilla de la memoria activa”

El 29 de junio se realizó la décimocuarta edición del proyecto “De un 24 a otro 24. Jrimian por la memoria, la verdad, la justicia y la reparación” en el Colegio Armenio Jrimian.

“‘De un 24 a otro’, dos veces una fecha que nos marcó como pueblos, como personas, como buscadores de la reparación mediante la memoria, la verdad y la justicia. En ambos casos, se cometieron crímenes de lesa humanidad, dejando cicatrices profundas en las víctimas y en las sociedades en las que tuvieron lugar. Este proyecto nuevamente va creciendo, cambiando con sus protagonistas, compartiendo sus orígenes con una propuesta del Consejo Nacional Armenio allá hace años, y manteniendo su esencia: el trabajo y el aprendizaje de jóvenes y sus docentes que deciden cada año seguir construyendo libertad, ciudadanía comprometida y por sobre todo un mundo mucho mejor, con el valor de lo diverso y la decisión de no estar obligados a concluir la obra de la memoria y la justicia pero convencidos de no estar exentos de continuarla. La verdad sobre el pasado no es definitiva, ni está al alcance de la mano, es una lucha permanente que toma cuerpo cuando se puede escuchar cada testimonio, se lee cada documento, se debate cada descubrimiento, se logra apropiar de cada conocimiento… ése es el trabajo en cada aula, el que se plasma en una pincelada de colores, en una danza, en un video, un reportaje… así, los estudiantes forjan su propio camino hacia esa reconstrucción que con cada uno cobra un nuevo sentido. Ese sentido es el que trasmitimos hoy, a cada persona que se acerca a Jrimián a conocer nuestro trabajo”, explicaron los organizadores al comienzo del evento.

“Los profes, en estos años, aprendimos a que la gradualidad de los aprendizajes en estos temas es fundamental. Por eso, los estudiantes más jóvenes trabajaron los conceptos básicos, los ejes, los cimientos. Y los cursos más grandes tienen siempre el enorme trabajo de reunir todos sus aprendizajes de años y simbolizar: dejar de lado la literalidad que en estos casos provoca el horror de los temas para decir en forma elaborada y simbólica que estamos del lado de la verdad, apelando siempre a la memoria, buscando justicia y reparación a través de la palabra, del arte y del activismo ciudadano”.

Del evento participaron las inspectoras de Nivel Secundario Alejandra Otero y Gabriela Vázquez, autoridades de la Asociación Cultural Armenia, representantes de HOM y Hamazkaín, el dirigente comunitario Nicolás Sabuncuyan, el representante de la FRA Agustín Analian, representantes, directivos y estudiantes del Instituto San Juan Bautista y del Colegio Santa Clara de Asís, representantes de la comisión directiva del colegio y directivos y colegas de los niveles Inicial y Primario de la escuela, Gestión Administrativa y la directora de gestión educativa prof. Graciela Ainajyan.

La directora del nivel Secundario, Sandra Raubian, explicó que “los protagonistas del proyecto De un 24 a otro 24, este año decidieron acompañarnos a cultivar la memoria, homenajear a tantas personas, sentirnos orgullosos de nuestros pueblos, de sus héroes. Hoy todos nosotros volvemos a comprometernos con las causas de todos los pueblos que han sufrido y aún padecen la vulneración de sus derechos”.

“Este proyecto que arranca cuando los profes se juntan y empiezan a delinearlo, luego se comparte y crece en las aulas. Cada curso de a poco se va transformando en un espacio de reflexión, de trabajos, de debates. Desde las Ciencias Sociales, desde las Literaturas, desde las Artes, las Tecnologías, muchas materias tienen aprendizajes para aportar. Por todo ese enorme trabajo del que hoy sólo vimos una muestra felicitamos a los estudiantes por sus producciones. No podemos dejar de contarles que este proyecto cuenta con el trabajo articulado y sostenido de muchos docentes protagonistas y hacedores”, agregó la directiva.

“Nos enorgullece que alguna vez alguien que hoy está presente como invitado haya dicho que nuestros estudiantes egresan de Jrimian con un diploma en la mano y un pañuelo blanco en sus cabezas, porque ése es para nosotros el camino: egresados que defiendan las causas que crean justas, buscando la verdad, resistiendo pacíficamente pero con decisión y convicción. Sorpresa, dolor, reflexión, inquietud, preguntas y más preguntas son los ejes. Un año más, en Jrimian se sembró la semilla de la memoria activa. Sigamos construyendo puentes de solidaridad y recordando que cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia”.