El Gobierno acusa a una empresa española de mala administración
El primer ministro Hovig Abrahamian acusó a una empresa constructora española que tuvo a su cargo obras viales por millones de dólares en Armenia por mala administración y posible fraude. Abrahamian criticó duramente en público al Ministerio de Transportes y Comunicaciones por no supervisar adecuadamente la ejecución de los contratos firmados con Corsan Corviam Contructora S.A. de España en 2012.
La compañía española fue contratada para ampliar y repavimentar más de noventa kilómetros de caminos como parte de un proyecto estatal para mejorar las rutas de Armenia. La carretera en cuestión comunica Irán con Georgia atravesando todo el país. El ambicioso plan tiene un presupuesto del orden de los quinientos millones de dólares financiados por el Banco Asiático de Desarrollo (ABD). Los dos primeros tramos de reciente construcción que conectan a Ereván con las localidades de Ararat y Ashtarak se inauguraron el 30 de diciembre pasado. La longitud de las obras habilitadas al tránsito alcanza a unos cincuenta kilómetros con un costo de cincuenta millones de dólares.
Las obras por los cuarenta kilómetros restantes asignados a Corsan están demoradas por razones poco claras. El premier Aharonian criticó el retraso, exigiendo una explicación del viceministro de Transportes, Artur Arakelian, durante la sesión semanal de su gabinete. "Ya le hice una advertencia antes. ¿Cuál es la razón de la demora?, inquirió.
"Señor primer ministro, nosotros monitoreamos el proceso en los marcos de tiempo establecidos. El constructor tiene establecido un calendario muy claro para las obras viales. No tenemos quejas al respecto, las obras marchan según lo planeado", se atajó Arakelian. "Mis quejas no son para usted", replicó Abrahamian.
El primer ministro dijo que la compañía española había manejado desordenadamente el proyecto, citando situaciones planteadas por empleados no identificados de Corsan en el país. Abrahamian también puso en duda la calidad de los trabajos de la carretera Ereván-Artashat, afirmando que no tienen el nivel requerido.
Arakelian declaró a la prensa luego de la reunión de gabinete, que su cartera había retenido un pago de seis millones de dólares por los motivos conocidos. También imputó a la compañía española no abonar en término a sus contratistas locales.
Por su parte, Artak Barseghian, un importante ejecutivo del banco interviniente en el proyecto, también tuvo palabras de crítica a Corsan. "Nosotros tampoco estamos satisfechos, el trabajo va desarrollándose muy lento", dijo a RFE/RL.