El gobierno seguirá discutiendo el precio del gas al público
Ereván (RFE/RL).- El gobierno de Armenia y la empresa Gazprom que controla la red de distribución de gas, todavía tienen que acordar los nuevos precios minoristas para hogares y consumidores corporativos, así lo confirmó el vice primer ministro Mher Grigorian.
La firma rusa anunció recientemente que Armenia pasaría a pagar de 150 a 165 dólares por cada mil metros cúbicos. La noticia se dio a conocer luego de la reunión entre este funcionario y el titular de la compañía Alexei Miller. También mantuvieron una conversación telefónica el premier Nigol Pashinian y el presidente ruso Vladimir Putin.
El líder armenio había asegurado que los ciudadanos no pagarían más a pesar de este aumento del diez por ciento. Declaró que las tarifas permanecerían sin cambios debido a “ciertos ajustes internos”.
Por su parte, Grigorian aseguró a RFE/RL que el gobierno y la empresa comenzarían las discusiones sobre el tema esta semana. En tal sentido aseguró que la filial armenia de Gazprom no pedirá el incremento de tarifas hasta que finalicen las conversaciones. "Hay un entendimiento explícito de que el tema debe ser examinado en detalle. Se debe hacer todo lo posible para que el precio no suba”, agregó.
La compañía había reducido las tarifas minoristas a fines de 2016, poco después de que su exdirector ejecutivo Karén Karapetian fuera nombrado como primer ministro. Hrant Tadevosian, quien actualmente ocupa este cargo anunció en noviembre de 2018 que vienen operando con pérdidas desde entonces.
Grigorian sugirió que este déficit puede reducirse o incluso anularse debido a una diferencia significativa entre los costos por el que se compra a Rusia y por los que se vende a los consumidores finales.
"La estructura y las causas de las pérdidas deben examinarse en profundidad, para que podamos descubrir las formas de optimizar y que esto no ocurra. Creo que es posible hacerlo", aseguró.
Gazprom proporciona más del 80 por ciento del gas de Armenia, que se utiliza principalmente para la calefacción y la generación de electricidad. Además, la mayoría de los vehículos del país funcionan con gas natural presurizado.