El Jefe de Estado promete cambios radicales en Armenia
Ereván (RFE/RL).- El presidente de Armenia Serge Sarkissian confirmó el jueves 20 de abril que el país será sometido a cambios radicales que mejorarán la vida del pueblo en los años venideros.
“Los próximos años serán decisivos en ese camino”, declaró el mandatario en una conferencia de prensa realizada por los ministerios de Defensa y Educación. Además agregó que los cambios serán radicales, sustanciales y tangibles para todos los ciudadanos.
Sarkissian había hecho promesas similares a finales de 2016. Su último compromiso de formular reformas llega un año antes del fin de su segundo y último mandato. De hecho el mes pasado indicó que no planea abandonar la arena política en abril de 2018.
Inmediatamente después de que el Partido Republicano de Armenia que ganara las elecciones parlamentarias del pasado 2 de abril, el primer ministro Karén Karapetian comentó que su gobierno ha recibido un “mandato para el cambio”. “Prometo que no escatimaremos esfuerzos para crear una nueva Armenia para que cada ciudadano de nuestro país se sienta mejor que antes”, dijo el funcionario por medio de un comunicado.
Karapetian había dado a conocer una ambiciosa agenda de reformas poco después de ser nombrado primer ministro en septiembre. Los líderes de la oposición rechazaron estos planes tomándolos como un truco publicitario para garantizar la victoria electoral del HHK.
Cuando asumió el cargo hace nueve años el presidente había prometido un “nuevo comienzo” para la economía y la situación social. Los críticos apuntan a que aún no se ha cumplido con esto, señalando las estadísticas oficiales que indican que la pobreza en Armenia sigue siendo más alta de lo que fue antes de la grave recesión de 2009, en medio de la crisis financiera mundial.
Tatul Hakobian, un veterano analista político, citó otros datos oficiales que sugieren que más de 300.000 armenios han abandonado la república desde 2009. “Cuando la gente emigra significa que la vida no es buena”, comentó a propósito de esto.
La conferencia del jueves se centró en el concepto de “ejército nacional”, que el ministro de Defensa Vikén Sarkissian presentó el día después de su asunción a principios de octubre. Comentó que el ejército local debe convertirse en “una locomotora de nuestro estado y economía” y dejar de ser una pesada carga para las finanzas del estado.
Sarkissian, quien anteriormente era el jefe del staff presidencial, sugirió la postergación del servicio militar para los estudiantes varones de las universidades estatales que aceptaran someterse a entrenamiento durante sus estudios y luego servir como oficiales subalternos para las fuerzas armadas durante tres años.
El ministro de 41 años de edad, propuso además un acuerdo especial para los reclutas voluntarios para servir en las unidades del ejército de la línea de frontera. Estos tendrían derecho a una semana de vacaciones pagas cada mes y recibirían unos 10.000 dólares al final de su servicio de tres años. Ese dinero se podría utilizar sólo para el pago de matrículas de estudios, viviendas subvencionadas por el estado o actividades agrícolas.