Él no sabía que era armenio
A consecuencia del genocidio había escuchado muchas veces acerca de los armenios islamizados, pero nunca había conocido a nadie de ellos. No sabía que un día tendría la posibilidad de encontrarme con uno en la propia Armenia.
Conocí a Ibrahim (foto) durante los 6° Juegos Panarmenios. Por un amigo supe de su existencia, de su ascendencia armenia y resolví verlo. Ibrahim se emocionó cuando se enteró que deseaba conversar con él, más aun cuando supo que era karabaghí.
Ibrahim vive en Mush, es casado y tiene tres hijos. Como él mismo cuenta, hace unos pocos años tuvo conocimiento que era armenio. “Nosotros hemos vivido siempre como kurdos, nuestros padres jamás nos habían dicho que éramos armenios. Tal vez tendrían miedo o tuvieran otras causas. Sin embargo, los antiguos habitantes de Mush saben bien quien es quien allí. Saben de la historia de cada uno, de su origen. De alguno de ellos escuche casualmente que mis padres eran armenios. Les pregunté sobre ello y no lo negaron.”, cuenta Ibrahim y añade que sus antepasados eran originarios de Sasún y que se habían ido a Mush. Para protegerse del genocidio se habían islamizado y vivido junto a los kurdos… como kurdos.
Ibrahim habla en idioma kurdo, apenas sabe unas pocas palabras en nuestra lengua, que él mismo ha aprendido. Lo traduce un compañero de delegación llegado de Estambul que habla bastante bien el armenio.
“El nombre de mi abuelo era Sako Sarkissian”, relata Ibrahim. “Para mí fue muy movilizador cuando conocí mi verdadero origen. No podía creerlo. Decidí de inmediato buscar a los armenios, aprender nuestro idioma”, dice.
El joven nos refiere que al enterarse que en Mush funcionaba una organización armenia denominada “Darón-Mush”, resolvió integrarse a ella. La entidad está llamada a integrar a los armenios, a defender su identidad y su cultura, enseñando lengua e historia armenias. Ibrahim oyó la primera voz en armenio allí y ahora ya puede articular algunas palabras y oraciones simples.
La organización “Darón-Mush” participó de los Juegos Panarmenios con un equipo de futbol que Ibrahim integra. “Es cierto que no obtuvimos éxito, pero mi mayor alegría fue venir a Armenia por primera vez. Estuve en Garní y en Keghart. Keghart me produjo un gran estremecimiento, fue difícil ocultar mi emoción. Ese sitio es parte de nuestra historia, también es mi historia y la de mis semejantes, una historia que desconocía y que descubrí de pronto…”
Ibrahim cuenta que en Mush hay numerosos otros armenios islamizados, ocultos, y que conoce a muchos. Ellos también se enteraron no hace mucho tiempo de su verdadero origen, porque tampoco sus progenitores les habían dicho la verdad. “En el ambiente kurdo es muy difícil ser armenio”, manifiesta. Ibrahim tiene dos tíos, el mayor de ellos tiene más de cien años. “Cuando supe que era armenio le pregunté a mi tío sobre el Genocidio Armenio y el me contó que lo había vivido. Me describió los asesinatos, la destrucción, los saqueos y vejaciones sufridas por nuestro pueblo”.
Entiende entonces que esos armenios se salvaron de milagro y no puede culparlos, porque se vieron obligados a vivir ocultando su identidad. Ibrahim no habló mucho, se notaba su perturbación por no poder expresarse en armenio. Pero dijo que ya nada logrará separarlo de Armenia. “La próxima vez vendré junto a mi esposa y mis hijos”, nos dice con los ojos en lágrimas.
Herminé Avakian
Aparaj.am