El Parlamento Europeo denunció las agresiones militares de Azerbaiyán contra Armenia
El 18 de enero, el Parlamento Europeo aprobó su informe anual sobre la “implementación de la política exterior y de seguridad común en 2022“.
El informe celebró el “compromiso” de la Unión Europea con los países del Cáucaso Meridional, “en particular la rápida adopción de una misión de capacidad de supervisión de la UE a lo largo de la frontera internacional de Armenia con Azerbaiyán para supervisar la situación en la región, generar confianza y contribuir al restablecimiento de la paz y la seguridad” con el objetivo de “disminuir la influencia rusa en la región mediante una mayor presencia de la UE”. En este punto, se pidió al Consejo de Europa que “amplíe el número de expertos desplegados y aumente la capacidad de la misión, y pide una presencia más fuerte en la región”.
Asimismo, el Parlamento Europeo “condena enérgicamente la última agresión militar de Azerbaiyán el 12 de septiembre de 2022 contra el territorio soberano de Armenia, que constituyó una violación del alto el fuego y está teniendo graves consecuencias para el proceso de paz; también está preocupado por los presuntos crímenes de guerra y trato inhumano perpetrados por las fuerzas armadas de Azerbaiyán contra prisioneros de guerra y civiles armenios; reitera que debe respetarse plenamente la integridad territorial de Armenia y subraya la disposición de la Unión a participar más activamente en la solución de los conflictos prolongados de la región; pide, por tanto, a las autoridades de Azerbaiyán que se retiren inmediatamente de todas las partes del territorio de Armenia y que liberen a los prisioneros de guerra bajo su control; recuerda que solo los medios diplomáticos darán una respuesta justa y duradera al conflicto que beneficiará a las poblaciones de Armenia y Azerbaiyán”.
En este sentido, se apoyó “la iniciativa del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de convocar y mediar en reuniones bilaterales de los líderes de Armenia y Azerbaiyán en Bruselas” y se subrayó que un posible tratado de paz entre ambos países “debe abordar todas las causas profundas del conflicto, incluidos los derechos y la seguridad de la población armenia que vive en Nagorno Karabaj, el regreso de las personas desplazadas y refugiados a sus hogares bajo el control de la Oficina de las Naciones Unidas Alto Comisionado para los Refugiados, el diálogo interreligioso, la protección y conservación del patrimonio cultural, religioso e histórico y la integridad territorial”.
Por último, se advirtió que “cualquier profundización de las relaciones de la UE con Azerbaiyán debe estar supeditada a que el país realice progresos sustanciales en el respeto de los derechos humanos, el estado de derecho, la democracia y las libertades fundamentales”.