El Presidente de Armenia se dirigió a las Naciones Unidas
El presidente de Armenia Serge Sarkissian tomo parte del 70° Período de Sesiones de las Naciones Unidas. El martes 29 de septiembre dio a conocer su mensaje a los delegados presentes. Dijo el mandatario armenio entre otros conceptos: "Distinguido presidente Lykketoft, vaya mi felicitación a usted por el honor de presidir esta 70° Sesión de la Asamblea General de la ONU. Estoy seguro que bajo su diestra dirección esta jubilar sesión cumplirá con todas nuestras expectativas.
También congratulo a todos nosotros en este 70° aniversario de las Naciones Unidas. El establecimiento de esta organización ha sido uno de los mayores logros de la humanidad que consolidó a las naciones alrededor de principios y aspiraciones compartidas. Estas siete décadas se han caracterizado por una evolución muy importante. Se puso fin al colonialismo, la discriminación racial y el apartheid. Muchas personas alrededor del mundo ejercieron su derecho a la libre determinación, lograron poner rumbo a su propio destino y construyeron sus propios estados independientes, lo que aumentó el número de estados miembros de la ONU de 51 hasta 193.
En medio de todos estos logros, debemos reconocer que en la actualidad el mundo se enfrenta a nuevos desafíos como el terrorismo, el extremismo, la intolerancia, la crisis económica, el cambio climático, la trata de seres humanos y de sus órganos, así como el flagelo de las drogas y las armas, sin olvidar las crisis migratorias y otras calamidades. La enumeración de estos retos es muy extensa. Es la propia necesidad de combatir estos problemas lo que nos obliga a reiterar decididamente nuestro compromiso conjunto con esta Organización y su Carta Orgánica.
Damas y caballeros, el año pasado en la víspera del Centenario del Genocidio Armenio, desde esta misma tribuna expresé nuestra gratitud a los países que reconocieron el genocidio de armenios y nombré a cada uno de ellos individualmente. Llamé a la comunidad internacional a reforzar la lucha contra la reiteración del delito de genocidio a través del reconocimiento y la condena. Hoy, desde este mismo sitio agradezco al Papa Francisco y destaco la histórica misa que ofició en el Vaticano, agradezco al Parlamento Europeo al recordar la resolución que adoptó, hago lo mismo con el presidente de Alemania, y, créanme, a partir de entonces sus declaraciones forman parte de los libros de historia de nuestra nación.
Doy las gracias a los órganos legislativos de Austria, Bolivia, Brasil, Chile, Luxemburgo y los Países Bajos, numerosos consejos provinciales y municipales, así como decenas y cientos de organizaciones políticas y no gubernamentales. Agradezco también a los presidentes de Rusia, Francia, Chipre y Serbia, así como a las delegaciones de numerosos otros países que el 24 de Abril pasado rindieran homenaje a las víctimas del Genocidio Armenio en Ereván.
Nuestra determinación para mantener la prevención del delito de genocidio en la agenda internacional es atestiguada por las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos, y la más reciente en este sentido fue adoptada este año. Hace apenas unos días esta Asamblea aprobó una resolución que establece el día 9 de diciembre como "Día Internacional de Conmemoración y Dignidad de las Víctimas del Delito de Genocidio y la Prevención de este Crimen".
Queridos asistentes, la solución pacífica del diferendo de Nagorno Karabagh sigue siendo uno de los temas más preponderantes de nuestra región. Voy a señalar que la política agresiva aplicada por Azerbaidján dio como resultado la ausencia de cualquier progreso significativo de las negociaciones para la solución del conflicto, y la situación deriva ahora hacia el aumento de la tensión.
El régimen dictatorial de ese país hizo de la vergonzosa represión un instrumento para ahogar el enojo de su pueblo ya que su economía basada en el petróleo se tambalea, y si así no fuera, también puede considerarse ineficiente. Ahora, necesita provocar imágenes en la línea de contacto con el fin de desviar la atención de su propio pueblo.
Quisiera comunicar a esta Asamblea que Azerbaidján, además de sus diversas acciones provocativas, ha comenzado a utilizar artillería de grueso calibre y alcance de tiro contra las pacíficas poblaciones de los distritos limítrofes, tanto de Armenia como de la República de Nagorno Karabagh.
Apenas dos días atrás, tres mujeres fueron víctimas de los bombardeos de Azerbaidján. La pregunta que viene a mi mente es si hay alguna persona sensata que pueda demostrar la lógica de esta crueldad. Es obvio para nosotros que los dirigentes azeríes han perdido irreversiblemente tanto el sentido de la realidad como las normas de buena conducta.
Azerbaidján desprecia por completo las cinco declaraciones conjuntas emitidas por los presidentes de Estados Unidos, Rusia y Francia; y los esfuerzos del Grupo de Minsk de la OSCE. De continuar con esta tan agresiva política, Armenia no va a tener más opción que tomar las medidas legales y político-militares necesarias para proporcionar a la población de las Repúblicas de Armenia y Nagorno Karabagh la oportunidad de desarrollarse en paz y seguridad.
Aunque es claro para todo el mundo cuál de las partes la que instiga las violaciones del alto el fuego, todavía recuerdo algunos hechos. Es extraño que haya sido Azerbaidján quien durante años se negó obstinadamente a retirar los francotiradores y establecer mecanismos de investigación de incidentes armados, algo que fuera propuesto por el Grupo de Minsk de la OSCE. La pregunta que me hago es, ¿de qué tiene temor Azerbaidján?
Es extraño que durante los Juegos Europeos organizados por Azerbaidján, cuando este país necesitaba una imagen de estabilidad, no hayan existido casi disparos en las fronteras; mientras que inmediatamente después de finalizadas las competencias, los ataques y tiroteos se renovaron en su intensidad. No les pido que acepten ustedes nuestros argumentos, pero les solicito ejerciten su inteligencia.
Es extraño que en pleno Siglo XXI nuestro vecino se enorgullezca día tras día, sin treguas ni descanso, de la excesiva acumulación de armamentos con la correspondiente expansión de su presupuesto bélico, además de formular amenazas de guerra desde lo más alto de su nivel de estado.
Creo que es obvio para ustedes por qué Armenia ha estando instando a la comunidad internacional a no hacer declaraciones tan genéricas y ambiguas en cuanto a quiénes estén dirigidas en momentos en que se discuten las violaciones al alto el fuego. Debemos entender que las señales débiles de alerta temprana a las amenazas a la paz y seguridad pueden materializarse en catastróficas consecuencias.
Estimados colegas, hoy somos todos testigos de la inenarrable crueldad que tiene lugar en Oriente Medio. La intolerancia religiosa da lugar a secuelas irreversibles. Estamos más que directamente afectados por las atrocidades que se desarrollan allí, ya que dan lugar a la destrucción del patrimonio espiritual y cultural de la nación armenia, amén del asesinato y la expulsión de numerosos armenios que viven en Irak y Siria.
La comunidad armenia de Siria, cuya historia data de siglos, comparte todas las dificultades que el pueblo sirio experimenta en estos difíciles tiempos. Estamos tratando de ayudar a los refugiados con la mejor de nuestras capacidades. Hasta el día de hoy nuestro país ha recibido a más de 16.000 refugiados de Siria. Con estas cifras, Armenia es uno de los primeros países receptores de Europa.
Los armenios sabemos bien del destino de los refugiados, desterrados y expulsados. El Genocidio Armenio se hubiera cobrado muchísimas más víctimas y sus sobrevivientes hubieran sufrido más penurias de no ser que un buen número de naciones amigas no hubiera proporcionado su hombro en esos difíciles momentos. Hoy en día, Alemania, Suecia y otros países merecen la debida alabanza por el humanismo que han demostrado. Ellos les han proporcionado a cientos de miles de refugiados un albergue seguro.
Estimados colegas, este año todos fuimos testigos de cómo acciones conjuntas y adecuadas allanaron el camino para atenuar una cuestión en extrema difícil. Un histórico acuerdo se obtuvo respecto del programa nuclear de la República Islámica de Irán, un vecino inmediato de Armenia. El fundamental convenio, sin dudas va a contribuir a la solución mundial de las situaciones conflictivas y la consolidación de la confianza mutua. Esto fue posible gracias a esfuerzos políticos y diplomáticos, consistentes y extensos.
Todo esto viene a demostrar que cuando existe la voluntad política para superar desacuerdos y se hace hincapié en el espíritu de cooperación, es posible hallar soluciones para los problemas más complejos. Desde esta tribuna quisiera subrayar una vez más la importancia de hacer todos los esfuerzos diplomáticos, sobre todo con el objetivo de eliminar las fronteras cerradas. Armenia se encuentra sometida a un bloqueo ilegal resuelto por sus vecinos y considero inaceptable una política tan imprevisora que en pleno Siglo XXI establezca obstáculos artificiales para interrumpir los vínculos interculturales, el contacto humano y los intercambios comerciales.
En este contexto, valoramos altamente el examen periódico que se lleva a cabo en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países en Desarrollo sin Litoral. Estamos dispuestos a invertir más esfuerzos en esta tarea organizando también talleres intermedios sobre este tema en nuestro país.
Señor presidente, para concluir me gustaría unirme a todo los oradores en el llamado a formular todos los esfuerzos conjuntos contra la oscuridad, el odio y el vandalismo. No puede haber grandes y pequeños países por esta causa, y cada uno de ellos tiene un papel para desempeñar. Armenia está dispuesta a aportar su contribución a esta lucha.
Muchas gracias.