El referéndum kurdo y la situación armenia
Ereván (Lragir.am).-Con un 93% de los votos los kurdos de Iraq votaron mediante un referéndum independizarse de este país. Este cambio significa un nuevo elemento en el contexto de grandes cambios en Oriente Próximo, y se vuelve un antecedente de gran importancia para Armenia.
Según los especialistas, este sufragio es el comienzo de grandes modificaciones en el status quo actual, formado por los acuerdos británico-francés y ruso-turco. Es que tanto los armenios como los kurdos son víctimas de estos tratados.
Mientras que los armenios fueron, y siguen siendo, expulsados de la región, los kurdos aún viven en la zona, aumentando su población y creciendo económicamente, convirtiéndose así en los últimos años en un factor clave en la situación regional.
El referéndum puede interpretarse de diferentes maneras. Algunos lo relacionan con el aumento de poder de Masud Barzani, líder de este pueblo en Iraq que se fortalece aún más con estos resultados. Otros, a su vez, lo vinculan con un proceso de revisión de las fronteras a futuro.
Sin bien los países con fuerte presencia en la región ya confirmaron que no reconocerán los resultados, se vuelve evidente que esta nueva situación será clave en el conflicto de intereses y relaciones.
De hecho, Turquía es uno de los países que está preocupado ante estas votaciones. Es que independientemente del resultado final, este es un antecedente serio para otros actores con los que este país establece relaciones. Estados Unidos, por ejemplo, que está suministrando armamentos actualmente al pueblo kurdo.
¿Qué oportunidades y riesgos presenta este desarrollo para Armenia? ¿Son posibles los contactos con Turquía con miras a entablar relaciones? Al dirigirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Serge Sarkissian presentó días atrás un "ultimátum" a Turquía con respecto a los protocolos armenio-turcos.
Además, en su estentóreo discurso, el mandatario armenio habló en nombre de la Diáspora, a quien le recomendó adoptar una nueva política en los países en los que viven que ya han reconocido el genocidio, cambiando así la lógica del ‘lobby armenio’. ¿Necesita Turquía a Armenia en el contexto de la problemática kurda, teniendo en cuenta que en el contexto de cambio, la situación armenia puede ser tenida en cuenta por otros países?
¿Debe Armenia reconocer el referéndum kurdo considerando la cuestión de la autodeterminación, que es la base del reclamo armenio en el conflicto de Karabagh?
Esta y muchas otras cuestiones pendientes requieren un debate exhaustivo y una política acorde. Una cosa es obvia: el referéndum kurdo abre grandes oportunidades para una nueva política y, al mismo tiempo, genera grandes riesgos.