Estambul: Los armenios que viajan a Turquía por trabajo

25 de enero de 2017

Estambul-4Estambul (Arminé Kevorkian para ArmRadio).- En las cercanías del Patriarcado Armenio de Estambul y de la Catedral de Surp Asdvadzadzín, se encuentra uno de los sectores armenios de de la antigua ciudad, KumKapi. El barrio tiene ahora muchos armenios, pues hay muchos paisanos  llegados de la Madre Patria. La mayoría de ellos se encuentra en situación irregular, es decir son inmigrantes ilegales. Podemos afirmar que Kumkapi tiene el aire armenio de Estambul.

Por esta calle he andado apenas unos diez minutos y puedo decir que escuché hablar en nuestro idioma varias veces. Es un barrio donde los armenios tienen un importante motivo para vivir, los alquileres son accesibles; al mismo tiempo es también uno de los rincones más pobres de esta ciudad.

En las vidrieras de los locales de Kumkapi es frecuente ver avisos de viajes aéreos a Ereván o publicidad de empresas de autobuses que llevan el mismo destino. En algunos comercios de comestibles también pueden verse a menudo imágenes de la Catedral San Gregorio El Iluminador de la capital armenia.

Los migrantes armenios a llegan Turquía con una visa de turismo que sólo tiene treinta días de extensión, pero muchos de ellos ya llevan quince años viviendo ilegalmente aquí. Los armenios de Estambul cuentan que al principio venían los mayores, pero en la actualidad, son los jóvenes los que se afincan junto a sus familias. Las mujeres trabajan en casas de familia como mucamas o enfermeras en algunos centros de salud, también lo hacen en fábricas de calzados, marroquinerías o comercios. En cambio, los hombres buscan empleo en la construcción y diversas fábricas, aunque algunos también trabajan en la elaboración de joyas. Los salarios recorren una escala de entre seiscientos y mil doscientos dólares.

Los migrantes llegados de Armenia rechazan ser entrevistados, por lo que debo utilizar mi inventiva para convencerlos. Finalmente tengo éxito, pero el entrevistado quiere garantías de que no lo fotografiaremos y que sólo registraremos sus palabras. Nos asegura que al principio sus familiares y amigos no veían como algo positivo su viaje a Turquía, pero ahora lo han aceptado porque cada día es más difícil lograr el sustento diario en Armenia.

"No digo por fortuna, ni por desgracia, pero aquí estoy. Tengo en Armenia mis padres mayores y una hija de veinte años de edad. No hay medios de vida en allí, por ese motivo tomé este camino. No me siento insatisfecho, tengo un salario normal", dice el hombre.

Durante el reportaje, mi interlocutor asegura que este mismo trabajo no lo haría en Armenia, alegando que muchos lo conocen. Cuenta que al principio los armenios locales no confiaban en los llegados de Armenia. Creían que eran codiciosos, incultos y antipáticos. Pero con el paso del tiempo esos problemas desaparecieron, ya se ganó la confianza de ellos, tiene buen trato y su remuneración es la habitual para su ocupación.

Estambul4Asegura que muchos que viven la misma realidad que él retornarían a Armenia si mejorara la situación social. No existen estadísticas oficiales que indiquen cuántos armenios hay trabajando en Turquía. Pero se sabe que la enorme mayoría de ellos son mujeres porque para ellas encontrar trabajo resulta más sencillo.

Si el problema de los armenios ilegales en Turquía es la vida social, los armenios locales tienen preocupaciones totalmente distintas. Clemast Hadedjian (foto), una mujer armenia mayor, habló sobre el problema de la conservación de la identidad.

Dijo con dolor que ha notado que el idioma armenio está ausente en muchos hogares de los recién llegados. En lugar de su idioma natal, se comunican en turco. Ella afirma que cuando un armenio de Estambul habla en armenio, el migrante de su mismo origen le responde en turco.

Debemos tener en cuenta que la enorme mayoría de trabajadores llegados de Armenia trabajan sin haber obtenido la residencia y el permiso laboral. Y cuando crecen los problemas entre Ereván y Ankara, esa cuestión se convierte en una prioridad.

El experto en asuntos turcos Musheg Khadaverdian, afirma que la cuestión de los armenios ilegales que trabajan en Turquía frecuentemente se convierte en una carta de triunfo político en la arena internacional.

 

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