Falleció Berc Takesyan. Condolencias de la comunidad armenia de Vicente López

26 de octubre de 2022

Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de un devoto y amado miembro de la Comisión Administrativa de la iglesia y del Coro “San Gregorio el Iluminador”:
KAPRIEL BERC TAKESYAN.
En nombre de toda la comunidad armenia de la Iglesia San Jorge de Vicente López, de la Comisión Directiva de la Iglesia San Jorge y del coro de nuestra iglesia “San Gregorio el Iluminador”, expresamos nuestras profundas condolencias a la familia Takesian, a  los familiares, los amigos y a todos dolientes.

Palabras del padre Drtad Ohanian
Hoy pedimos a Dios a nuestro Padre Celestial, que reciba el alma de nuestro muy querido Kapriel Berc en su paz y en la luz como uno de sus santos.

Es difícil para mí describir en simples palabras la pérdida y el dolor que tenemos todos nosotros. Dicen que para conocer bien a un ser humano es necesario vivir con él al menos la mitad de la vida, compartir el dolor y la alegría y así conocerlo. Les aseguro por experiencia propia que no es así. Para mí unos dos años fueron suficientes para ver la pureza de su alma y que era una excelente persona. Se convirtió en un hermano mayor y un amigo para mí.

El 24 de octubre, un hermoso y apacible día de primavera, recibimos una cruel y dolorosa noticia que aun nos cuesta creer. Esa noticia cambió nuestro día y lo llenó de tristeza, porque todos nosotros, nuestra comunidad, nuestro coro y la amada orquesta de Kabriel Berc, nos hicimos pobres, perdiendo un tesoro invaluable.

Nos empobrecimos porque perdimos un padre cariñoso, un tío, un esposo, un armenio devoto, un amigo y, para muchos, un hermano. Perdimos una hermosa sonrisa, un par de ojos siempre brillantes y una voz indescriptiblemente suave. Era un gran filántropo y benefactor porque nos regalaba a todos los más preciados, su tiempo y sus dones dados por Dios. Estaba en la iglesia desinteresadamente todos los domingos, estaba en la iglesia con amor y devoción. Estaba decorando las ceremonias de nuestra iglesia con su hermosa voz y sonrisa.

Con su muerte se empobreció también esta hermosa primavera y las otras primaveras por venir, porque una hermosa flor se marchitó, pero sean fuertes y no se desesperen, porque llegará el momento y él florecerá y brillará nuevamente cuando escuche la noticia de la Segunda Venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Era increíble, cuántos poemas armenios sabía de memoria y con qué amor los recitaba. Kabriel Berc sentía el dolor armenio escondido en cada palabra y línea, la energía de la identidad armenia, y cuando estaba recitando, parecía que sentía y escuchaba los mensajes de nuestros antepasados desde lo más profundo de los siglos. Vivió su vida con gran honor y ostentó el título de ser armenio con gran orgullo y superó con valentía las dificultades de ser armenio.

Su alma, así como la nuestra, es eterna y no es de este mundo y nos ha sido dada o confiada desde el cielo desde nuestro nacimiento, por eso no debemos temer a la muerte, la muerte es un nuevo comienzo, una puerta que lleva de la vida limitada a la eternidad infinita.

Por eso el alma de Kapriel Berc Takesian no murió, porque es eterna y ahora está con Dios. Sólo el cuerpo está temporalmente dormido, porque creemos en las palabras del Señor Jesucristo que un día vendrá y todos resucitarán y Kapriel también resucitará con un cuerpo perfecto para ver la gloriosa Segunda Venida de Dios. Él no está ausente, siempre está con nosotros y en nuestros corazones.

Compartiendo el dolor de la pérdida de un armenio digno, ruego al Dios Misericordioso para que perdone todos sus pecados cometidos voluntaria o involuntariamente, y para recibir el alma de Kapriel Berc Takesian en luz y paz en los refugios del reino de los cielos con su amor paternal. Y consuele los corazones tristes de su familia y todos sus parientes con el Espíritu Santo.

Y como dice apóstol Pablo: “Que nuestro Padre, Dios, que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza, los consuele y mantenga firme su corazón” (2 Tesalonicenses 2: 15-16).

Querido hermano, querido Berc, descansa en paz, por voluntad de Dios nos volveremos a encontrar.




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