Freedom House advirtió que Azerbaiyán “podría lanzar una invasión a gran escala contra Armenia”

29 de febrero de 2024

La organización no gubernamental estadounidense Freedom House advirtió que Azerbaiyán “podría lanzar una invasión a gran escala contra Armenia” en su reporte sobre libertad en el mundo en 2024 publicado el 29 de febrero.

“En 2023, los ataques a la capacidad de coexistir de personas de diferentes creencias políticas, etnias y religiones degradaron aún más las libertades fundamentales y causaron un sufrimiento humano sustancial, tanto en los territorios en disputa como en los países que ejercían control sobre ellos. La conquista militar de Nagorno Karabaj por parte del régimen azerbaiyano provocó una asombrosa disminución de la libertad”, explicó Freedom House.

“Las personas que viven en territorios en disputa con frecuencia se convierten en víctimas de la hostilidad de un autócrata hacia el pluralismo, así como de su agenda expansionista. En septiembre, el asedio de Nagorno Karabaj por parte del régimen azerbaiyano tuvo como resultado la disolución de las instituciones gubernamentales locales y el desplazamiento forzado de más de 120.000 armenios en lo que muchos observadores extranjeros describieron como un caso de limpieza étnica”, agregó el organismo.

“El ataque militar de Bakú se produjo después de un bloqueo de nueve meses del corredor de Lachin (la única ruta terrestre que une el territorio con el mundo exterior) que dejó a los residentes de Nagorno Karabaj luchando por acceder a necesidades básicas como alimentos, suministros médicos y combustible. Durante unas tres décadas, la población de etnia armenia había estado en el centro de un conflicto intratable entre la República de Armenia y Azerbaiyán. Si bien el gobierno ruso había negociado un nuevo alto el fuego después de que una ofensiva de 2020 arrojara importantes beneficios para Bakú, la invasión de Ucrania por parte de Moscú en 2022 limitó la capacidad rusa de mantenimiento de la paz, y las fuerzas azerbaiyanas poco a poco reforzaron su control sobre lo que quedaba del enclave. Al final, hubo pocos obstáculos que se interpusieran en el camino de la ambición del régimen azerbaiyano de resolver la disputa de décadas mediante la aplicación unilateral de la fuerza”, recordó Freedom House.

“El ataque coincidió con una profundización de la represión autoritaria dentro de Azerbaiyán. Desde la década de 1990, el gobierno ha implementado políticas que discriminan a las personas de etnia armenia, y a los ciudadanos armenios, así como a sus descendientes, se les prohíbe o enfrentan restricciones la entrada al país. La discriminación religiosa y la represión contra los medios independientes y la sociedad civil se han intensificado en los últimos años. La toma de Nagorno Karabaj impulsó la popularidad interna del presidente Ilham Aliyev, quien ha gobernado Azerbaiyán desde que heredó el cargo de su padre en 2003, y generó temores de que un liderazgo azerbaiyano envalentonado pudiera lanzar una invasión a gran escala de la República de Armenia, cuyas fronteras ya han sido violadas”.

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