Garo Arslanian: “Acá hay una guerra y hacen falta dólares”

Garo Arslanian es un empresario argentino de origen armenio que desde 2008 viaja a Armenia y Artsaj todos los años con su esposa Silvia y se establecen por prolongadas estadías para tener una experiencia distinta desde la Madre Patria. “El amor por Armenia es un sentimiento que también se lo transmití a mis hijos. Es la educación que recibimos en el colegio, en scoutismo, en la iglesia y en la familia”, afirmó.

“Mi sueño siempre fue recorrer nuestra geografía por donde sea. Descubrir lugares por mis propios medios. Hablar con los lugareños te enriquece de otra forma”, dice Arslanian que también cuenta que el último viaje en 2019 lo hizo con dos de sus tres hijos, nueras y sus tres nietos. Recorrieron Artsaj y llegaron hasta el último puesto de la frontera en la zona de Martakert donde estuvieron con los soldados en las trincheras.

El viernes 16 de octubre, en plena guerra, Garo Arslanian llegó a Armenia en lo que él califica “un viaje completamente diferente a los otros”. “Personalmente me siento más tranquilo, más útil y satisfecho conmigo mismo estando acá que estando en la Argentina”, afirmó convencido ante una pregunta de Diario ARMENIA. “Toda mi vida dije que cuando ´se armara´ en Armenia iba a ir. Ya me había anotado en otras oportunidades como gamavor (voluntario) y esta vez hice lo mismo”. Quería venir y podía hacerlo entonces me pregunté ¿por qué no voy?

—¿Por qué pensás que estamos en un momento crucial para la nación armenia como escribiste en una publicación de Facebook?

—Creo que es la guerra definitiva por la existencia de Armenia. Si perdemos seremos apátridas como los kurdos u otros pueblos que andan dando vueltas por el mundo sin tener un territorio propio. Ahora están atacando el sur, la frontera de Armenia con Irán. Si perdemos Artsaj vamos a estar rodeados por Azerbaiyán. Evidentemente el objetivo de los turcos es comunicar Azerbaiyán con Najicheván y Turquía. Zangezur, que la tenemos gracias a Karekin Njteh, caería rápidamente. Si todavía sobreviviéramos a esa pérdida nos quedaríamos con un territorio rodeados de turcos, azerbaiyanos y georgianos, con quienes tenemos temas territoriales pendientes muy similares al tema de Karabaj. En ese escenario el primer genocidio del siglo XXI tiene una probabilidad muy alta. Cualquier resolución negociada es perder Artsaj con las consecuencias antes dichas.

—¿Qué crees que puede hacer la diáspora pero en especial la comunidad armenia de la Argentina en relación a esta situación?

—Creo que la respuesta de la colectividad armenia de la Argentina fue muy lenta y pobre porque, en muchos casos, no está a la altura de los acontecimientos. Una de las colectividades más ricas del mundo sólo juntó 400.000 dólares en los primeros 15 días. Está muy bien organizar marchas, caravanas, publicaciones, colgar banderas, pero, lamentablemente no es suficiente. Esta es una guerra tecnológica y se necesitan dólares. Hay que entender que esto es una bisagra en la historia armenia, es la batalla final.

En otro tramo de la charla, Garo manifestó que además de la ayuda económica que brinda se dio cuenta que, sin buscarlo, “éste viaje se transformó en propagandístico”, para denominarlo de alguna forma. “Siento como que estoy promoviendo el amor a la patria desde otro lugar. Estoy mostrando lo que pasa acá a través de mis publicaciones. Se te parte el corazón cuando ves a las familias enterrando a sus chicos”, afirmó claramente emocionado. “Recibo muchos mensajes incluso de gente que no conozco y que quizás no voy a conocer. Parece que la gente está motivada y creo que lo que falta es mayor organización en la comunidad para responder las necesidades de Armenia”.