Graciela Ainajyan: “La virtualidad no va a reemplazar una clase en la escuela”

Graciela Ainajyan, directora de Gestión Educativa del Colegio Armenio Jrimian, explicó cómo está trabajando la institución en el marco de la suspensión de clases producto de la pandemia por coronavirus. También habló de los diferentes desafíos que tuvieron que enfrentar desde la institución para realizar sus actividades de forma virtual.

La decisión del gobierno de frenar con las actividades educativas de forma presencial supuso un cambio radical no solo en la forma en que los establecimientos daban sus clases sino también un cambio en las distintas actividades que se realizan, teniendo que buscar nuevas alternativas viables para estos tiempos. En diálogo con Diario ARMENIA, Ainajyan explicó que desde el inicio del aislamiento el equipo docente se planteó cómo construir cercanía en la distancia y cómo ser una comunidad educativa virtualmente garantizando no sólo el aprendizaje de contenidos académicos sosteniendo el fuerte vínculo existente.

La Directora detalló que, además de sumarse a esta modalidad de clases a distancia, de enviar propuestas de actividades, desafíos y trabajos prácticos, incorporaron también otros espacios de encuentro; en primaria, por ejemplo, comenzaron a realizarse encuentros virtuales en mini-grupos para afianzar la relación vincular o para trabajar sobre dudas que algún tema nuevo producía. En secundaria, el equipo directivo del nivel comenzó a realizar desayunos virtuales con los adolescentes para conversar acerca de cómo van sobrellevando la cuarentena. En jardín, las clases virtuales se ofrecieron en distintos horarios para comodidad de las familias. A su vez Jrimian propone espacios y encuentros de capacitación para docentes, recomendaciones bibliográficas realizadas por la bibliotecaria, asesoramiento con profesionales de distintas áreas. También se ofrecen espacios sociales de encuentro virtual tanto para los alumnos como para los docentes y las familias con mucho éxito. La escuela brinda talleres de coro y de lengua armenia para adultos abiertos a la comunidad.

—¿Cuáles son los beneficios y cuáles los inconvenientes de la virtualidad?

—Desde el principio de la cuarentena tuvimos presente que la virtualidad hoy es solo un recurso pedagógico didáctico en una situación de emergencia para llevar adelante el plan de continuidad pedagógica. Este presente que obliga a cambiar el formato educativo nos da tiempo para resignificar los proyectos y las propuestas, principalmente a través del diálogo interno. Nos preguntamos cuáles son los aprendizajes que tienen más sentido desde la virtualidad: Investigar, bucear, descubrir nuevas herramientas, probarlas. Hay unas creaciones y producción de material propio muy interesante. Un trabajo de reflexión y análisis, un repensar el sentido de la escuela y sus contenidos. Valorar este tiempo compartido con las familias. Son ocasiones impensadas que se nos presentaron y estamos tratando de aprovecharlas. Tenemos muy claro que este no es el proyecto que queremos ni el tipo de modalidad que elegimos para nuestro colegio. Nos falta la presencia física, la mirada sostenida en el grupo, la complicidad que se genera en un aula entre el docente y sus alumnos… Sabemos que aprender sin estar en la escuela tiene un nivel distinto de dificultad. La virtualidad no va a reemplazar o sustituir una clase en la escuela. Entendemos que esto es transitorio y de emergencia, y que en algún momento vamos a volver a la escuela.

—¿Cómo fueron los primeros días de la cuarentena? ¿Cuáles fueron los inconvenientes desde la planificación y desde lo técnico?

—Jrimian contaba ya con una plataforma virtual, un campus propio que se utilizaba como herramienta de la enseñanza en el nivel secundario lo que facilitó el paso al trabajo en forma online. Durante los primeros días fallaron las conexiones del campus virtual y se saturaron las redes. Se acudió al soporte técnico para acondicionar la plataforma a la cantidad de usuarios y conexiones. Al principio no sabíamos cómo iba a ser. Como a todos, también a los docentes, a los directores y a las autoridades institucionales, nos invadieron los temores. De a poco fuimos recuperando el equilibrio y la calma.

El Equipo de Conducción Institucional junto con la Comisión Directiva luego de analizar cada variable, marcó el rumbo a seguir. Había que pensar en cada uno de los actores institucionales. Primero saber que todos estaban bien de salud, luego ver si todos contaban con los medios y los dispositivos tecnológicos necesarios como para sostenerse en la virtualidad. Fuimos entendiendo esta nueva lógica de trabajar desde la distancia. Analizamos cuáles iban a ser los contenidos prioritarios y a que aspectos se le iba a dar más lugar. Definimos qué queríamos, hacia dónde queríamos ir y lo más importante: de qué manera lo queríamos hacer. Nos propusimos como eje primordial de trabajo acompañar a los chicos, acompañar a las familias y comprender a los educadores en sus presiones cotidianas. Por otra parte surgieron otros problemas ya que hay familias y también docentes con problemas de conexión. No todos cuentan con los recursos tecnológicos necesarios para sostenerse en la virtualidad, para esos casos se optó por entregar las tablets del colegio en préstamo hasta que volvamos a la presencialidad. Vamos encontrando la manera de resolver cada uno de los obstáculos que se presentan. Para nosotros es muy importante la inclusión y la igualdad de oportunidades.

—¿Y los problemas económicos que debe enfrentar la institución?

—Los problemas económicos que está generando esta pandemia afecta a la escuela en su conjunto. Hay muchas familias a las que se les está dificultando abonar la cuota escolar. La Comisión Directiva se está comunicando con cada una y tratan de llegar a algún acuerdo que sea posible de sostener desde ambas partes. Lamentablemente esta situación excepcional que estamos viviendo pone de manifiesto la desigualdad social, que no es nueva, pero hoy queda al desnudo.

Seguidamente, Ainajyan reconoció el esfuerzo que está haciendo cada integrante de la comunidad educativa, y dijo “nos llena de orgullo ver nuestro avance y el crecimiento de las propuestas semana tras semana”.
Más adelante destacó la actitud de los alumnos: “ellos entendieron muy bien el mensaje, saben que hay que quedarse en casa y que hay que cuidarse para cuidar a la comunidad”.

“Sin dudas hay un antes y un después de la pandemia”, señaló. “Mientras tanto seguimos acompañando y sosteniéndonos. Aspiro a que este tiempo no nos vuelva más desconfiados, que este tiempo nos fortalezca como sociedad para ser más solidarios”.

Para concluir y de cara al futuro, la directiva destacó que “es un momento complejo para todos, pero esto nos brinda las oportunidades que nos dejan las crisis. Jrimian, lamentablemente, está acostumbrado a ellas y como parte de la comunidad educativa sabemos que toda crisis trae aparejada una oportunidad. De lo incierto está surgiendo la creatividad y esto ya se empieza a visualizar”.