Hagop Der Khatchadourian, del buró de la FRA-Tashnagtsutiún: “Es muy importante devolverle al pueblo la esperanza para el futuro”

17 de junio de 2021

El diario Aztag del Líbano realizó una extensa entrevista a Hagop Der Khachadourian, representante del Buró de la FRA-Tashnagtsutiún, en la que habló de la situación de Armenia, de Artsaj y de las propuestas de la Alianza Armenia frente a las elecciones parlamentarias anticipadas del próximo domingo 20 de junio. La entrevista fue realizada por Nora Barseghian.

—Comenzamos la entrevista con las elecciones parlamentarias extraordinarias de la República de Armenia: La FRA-Tashnagtsutiún jugó un papel importante en la formación del “Movimiento de Salvación de la Patria”. En aquel momento la demanda era la renuncia inmediata y la formación de un gobierno de transición ¿Por qué no sucedió eso?

—Después de la guerra de Artsaj pudimos unir a las fuerzas de la oposición y crear el “Movimiento de Salvación de la Patria” que fue planeado para que dimita Nikol Pashinyan y todo el grupo gobernante. Este gobierno llevó al pueblo a una derrota catastrófica y tuvo un enfoque poco serio hacia los problemas en general y, como quedó demostrado en los últimos tres años, debilitó a Armenia como también a las relaciones de Armenia con Rusia y Armenia con Irán.

Por este gobierno los armenios vivieron las páginas más catastróficas desde la reciente independencia de Armenia perdiendo la mayor parte de Artsaj ya que el enemigo tomó la mayor parte de las tierras liberadas, incluido Hadrut, y llegó hasta Shushí. Es inaceptable que un gobierno que es claramente responsable de la derrota se aferre al poder a toda costa.

Entre noviembre y diciembre el “Movimiento de Salvación de la Patria” unió a un gran número de personas para expresar su ira a través de mitines y de manifestaciones. La gente estaba en un estado de shock y desesperación. A la vez la epidemia del coronavirus todavía estaba causando estragos dificultando las manifestaciones.

A esa situación hay que sumarle que, de alguna forma, los meses del crudo invierno rompieron el impulso. Tal vez sea correcto pensar que nuestra aspiración no se cumplió plenamente, es decir que no llegamos al cambio de gobierno interino para que sea liderado por Vazgen Manukyan. El objetivo era calmar a la gente y devolverle la esperanza perdida, mitigar los efectos del desastre para, finalmente, preparar el camino a unas elecciones anticipadas justas y transparentes.

Puedo asegurar que fue por el “Movimiento de Salvación a la Patria”, por la presión popular, por los mitines y por las protestas que el Gobierno se vio obligado a anunciar la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas.

—¿Qué circunstancias han cambiado hoy para pensar que se formará la masa electoral necesaria para el cambio de gobierno?

—No hay duda de que las autoridades intentaron ganar tiempo. El primer ministro Pashinyan trató de reinventarse y presentó un programa de seis meses enfocado en recuperar el poder. Teniendo en cuenta que pasaron más de 7 meses desde la derrota de la guerra de Artsaj nuevamente Nikol Pahsinyan está haciendo todo lo posible para desviar la atención sobre la guerra para volver a sus temas favoritos y enfoques engañosos creando líneas divisorias entre la gente, sembrando odio, enardeciendo la atmósfera general contrariamente a lo que prometió. Ante este panorama pudimos presentarnos como una alternativa real con la Alianza Armenia.

—Las estadísticas publicadas señalan que la intención de voto del líder del partido "Contrato Civil" está disminuyendo y hay un aumento de la Alianza "Armenia".

—Todas las encuestas recientes, independientemente de quiénes sean los clientes, muestran que hay una línea general muy clara. La elección se polarizó entre dos posibles candidatos al cargo de Primer Ministro: Nikol Pashinyan, que se aferra ciegamente a una masa a pesar de todos sus fracasos y la situación alarmante que él mismo creó y el ex presidente Robert Kocharyan, quien se presentará en alianza con la FRA-Tashnagtsutiún y Reviviendo Armenia. Esta polarización permitirá elegir entre las dos fuerzas principales y las otras fuerzas tendrán un papel secundario pero importante, especialmente si el problema de formar un gobierno de coalición surge cuando otras dos o tres fuerzas ingresan al parlamento en la primera ronda.

Es fundamental que mantengamos el impulso de la campaña y expliquemos claramente a la gente nuestro programa electoral para que los votantes puedan centrarse en cuestiones reales con un líder ideológico experimentado y fuerte que busca convertir a Armenia en un Estado fuerte y estable. Por el contrario, las declaraciones vergonzosas de Pashinyan solo crean confusión lo que lleva a una disminución en su calificación.

—¿Puede haber una segunda vuelta?

Existe la posibilidad de una segunda ronda en esta elección en la que solo participarán las dos fuerzas líderes con más votos, pero todo depende de qué fuerzas ingresen al parlamento en la primera ronda, cuáles de esas fuerzas están dispuestas a cooperar entre sí para formar un Gobierno conjunto. Por supuesto, si la Alianza "Armenia" o "Contrato Civil" no llegan a obtener la mayoría de votos.

— La retórica de la campaña es preocupante. Juramentos, acusaciones, declaraciones, incluida la violencia. Se suponía que esto no iba a pasar.

— No cabe duda de que la implementación de la campaña electoral llena de mentiras y palabrotas es un rasgo característico de las actuales autoridades. Siembran odio y crean líneas divisorias. Se presentan irritados y enojados. Actúan con toda irresponsabilidad, a pesar de que son los verdaderos responsables de todos los fracasos registrados en Armenia y Artsaj en los últimos tres años. Tuvieron tres años para cumplir con las expectativas de la gente,

Es muy importante devolverle al pueblo la esperanza para el futuro. Nos preocupa que continúen los enfrentamientos y esta atmósfera negativa mientras el enemigo llegó a nuestras puertas e incluso penetró dentro de las fronteras de Armenia. Primero debemos tener el tema de la seguridad de Armenia y no mantener a nuestro pueblo en un estado de incertidumbre. Le debemos devolver inmediatamente la determinación, el coraje y la dignidad armenios. Debemos comenzar este trabajo de inmediato, asegurando el regreso de la ideología nacional, porque, como ustedes saben, en los últimos años nuestros valores nacionales han sido continuamente atacados por este gobierno que es totalmente antinacional; el sistema educativo se ha convertido en un caos desprovisto de historia armenia, historia de la Iglesia armenia, de lengua materna y literatura. Además, se subestimó el papel del ejército y el espíritu de lucha de la juventud armenia, se cuestionaron los símbolos estatales, se propuso una política socioeconómica neoliberal extrema. En nuestro programa electoral no sólo tenemos el tema de devolver la ideología nacional, sino también un programa claro de desarrollo económico, un programa de justicia social, un programa de reforma del sistema judicial, así como la normalización de las relaciones Armenia-diáspora y la necesidad de eliminar las barreras a la doble ciudadanía. En todas estas áreas es imperativo actuar rápidamente para formar un gobierno eficiente y decidido, en el que cada ministro presente iniciativas específicas para mostrar, en primer lugar, cómo funciona un gobierno real y no el panorama caótico que vemos hoy cuando todo se concentra en las manos de una sola persona. Esperamos que la gente lea y conozca nuestra plataforma preelectoral y vea las alternativas del futuro con claridad y, al votar por la Alianza Armenia, nos dé la oportunidad de formar un gobierno que lleve a la patria a un futuro más seguro, más estable y más brillante.

—¿Qué se puede hacer para prevenir situaciones de choques postelectorales?

— Actualmente la situación es bastante tensa y mucho depende del curso de esta elección. En otras palabras, si todas las fuerzas tienen la impresión de que las elecciones serán transparentes, justas y tranquilas, y que los resultados realmente reflejarán la voluntad del pueblo, creo que no habrá tales choques. Pero si surge, como ya se siente, que Nikol Pashinyan, usando todos los medios estatales, usando la voluntad del pueblo, ocupando su cargo bajo la influencia del miedo y la amenaza, creará una atmósfera donde la voluntad del pueblo será ignorada, por supuesto, se creará una atmósfera diferente.

Mucho depende de los próximos días para ver cómo se desarrollarán las elecciones y cuáles serán los resultados. Haremos todo lo posible para que no se registren más agravios y conmociones.

Las autoridades actuales intentan enardecer el ambiente, crear un estado de ánimo negativo y sembrar enemistad. El actual gobierno de Armenia aprendió a desviar la atención de las personas sobre los problemas reales. Es más favorable para ellos difundir palabrotas y centrarse en los individuos en lugar de resolver los problemas o posibilitar un debate serio sobre los programas electorales. Estamos convencidos de que con la continuidad de este gobierno no solo se sacrificará la gran pérdida sufrida por Artsaj, sino que también se pondrá en peligro la integridad territorial de Armenia.

—Estamos en tiempos difíciles y cruciales. A lo largo de la historia, la FRA-Tashnagtsutiún siempre fue una fuerza que lideró tiempos de crisis y desastre. ¿Cuál es la misión del partido ahora en este verdadero punto de inflexión?

—Uno de nuestros principales objetivos es devolver la esperanza al pueblo de Armenia y Artsaj para evitar una nueva ola de posible emigración, que sería una catástrofe nacional adicional. La mejor manera de prevenir tal ola es proponer programas de desarrollo económico de inmediato, para que la gente pueda ver que tiene un gobierno capaz y ver que un cambio de gobierno también conducirá a cambios serios en la vida de la gente y mejorará su estándar de vida. También trabajaremos en la reconstrucción de Artsaj, en las consecuencias de la guerra y la protección de los derechos de esa República. Entre las prioridades está también el imperativo de fortalecer el Ejército y garantizar la seguridad de Armenia.

Afortunadamente, tanto el expresidente Kocharyan como la FRA-Tashnagtsutiún tienen una amplia experiencia en hacer realidad sus propuestas. Lo que importa es el trabajo y el resultado que mostrará nuestros logros y éxitos que movilizará a la gente para que no pierda la fe en la patria. Por supuesto, nuestro trabajo también incluirá mantener a toda costa el interés de la diáspora en la patria porque sabemos muy bien que después de la guerra de Artsaj hubo una fuerte desesperación en la diáspora, lo cual es comprensible, pero no debemos permitir que esa desesperación se convierta en ruptura. Debemos pregonar una vez más el hecho importante de que la diáspora comprometida es fundamental para construir una patria fuerte.

—Le pedimos un comentario sobre su reciente visita a Artsaj y sus impresiones luego del fuerte golpe de la guerra de 44 días y de la declaración de rendición.

—Debemos reconstruir Artsaj y trabajar sobre las consecuencias de la guerra y resolver las necesidades diarias y de vivienda de las familias sin hogar. Me complace decir que la gran familia de la FRA-Tashnagtsutiún ya comenzó a trabajar con sus organizaciones afines como Homenetmen, Hamazkaín y HOM. HOM, por ejemplo, desarrolló e implementó programas especiales para abordar necesidades socioeconómicas y del área de salud de las familias de las víctimas de la guerra y de los heridos. Hago hincapié también en las iniciativas para Artsaj de la Oficina Central de la Juventud (UJA) y de las organizaciones juveniles y estudiantiles de nuestro partido. Los programas de capacitación y de formación iniciados por FRA-Tashnagtsutiún ya comenzaron a dar sus frutos. Uno de los objetivos de mi viaje fue ver de qué forma estaban trabajando nuestras organizaciones.

Durante mi visita también se llevaron a cabo numerosas reuniones políticas. Se celebró una reunión exitosa con los dos expresidentes de Artsaj para priorizar las necesidades tanto políticas, caritativas y económicas del país para un futuro próximo. También se mantuvieron reuniones con el Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Artsaj, el Secretario del Consejo de Seguridad y los líderes de los partidos asociados a la FRA-Tashnagtsutiún.

La vida política también está convulsionada allí. Naturalmente, el actual gobierno de Artsaj es tan responsable de esta catástrofe como el de Armenia. El presidente Arayik Harutyunyan y su gobierno son inaceptables para nosotros porque engañaron a la gente durante la guerra, apoyaron el caos organizativo en el campo de batalla y nos llevaron a esta humillante derrota. El Comité Central de FRA-Tashnagtsutiún de Artsaj exigió la dimisión del presidente Harutyunyan. Sin embargo, nos acercamos al tema con cautela porque el país se encuentra en una situación muy delicada, rodeada por el enemigo. Esta situación realmente puede conducirnos a una nueva catástrofe histórica.

En lo inmediato tenemos una enorme carga de trabajo. Primero está la cuestión del estatus de Artsaj. Continuaremos trabajando por el derecho a la autodeterminación a través de nuestros cuerpos y la red global del Consejo Nacional Armenio (CNA). Además, instamos a que se reanuden las negociaciones bajo los auspicios de los países copresidentes del Grupo de Minsk.

En conclusión, tenemos en nuestra mesa la cuestión del statu quo, la cuestión del énfasis en el derecho de Artsaj a la libre determinación, la necesidad de fortalecer los lazos con Armenia, el principal problema de la presencia de las fuerzas armadas armenias en Artsaj y, por supuesto, la necesidad de satisfacer las necesidades socioeconómicas de Artsaj.

La supervivencia y el desarrollo de las personas que regresaron a Artsaj también son temas importantes a resolver. Hoy en día unas 115.000 personas viven en su territorio, lo cual es bueno, aunque hay otro hecho de que más de 50.000 compatriotas todavía están fuera de Artsaj ya que emigraron a la República de Armenia o a otros lugares.

Debemos crear las condiciones necesarias para que los Artsaj que regresan y se queden allí. Para nosotros, esta catástrofe es simplemente la derrota de una batalla, una retirada temporal y no la pérdida final de la guerra.

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