Hechos, no palabras
Muchas veces encontrarnos en estas latitudes nos hacen creer que la lejanía geográfica es un impedimento insuperable. Sin embargo, estar a 14.000 kilómetros de la Madre Patria no tiene por qué ser un impedimento para sentirnos cerca de ella. Armenia y Artsaj pueden estar al alcance de nuestra mano, si ello realmente es nuestro objetivo.
Los recientes acontecimientos que han tenido lugar en las fronteras de las Repúblicas de Nagorno Karabagh y de Armenia como consecuencia de ataques criminales por parte de Azerbaidján, que no sólo sesgaron la vida de jóvenes soldados defensores de la Patria, sino también causaron la muerte de población civil, pacífica e inocente, muchas veces de modo tan cruel que nos remiten indefectiblemente a lo sucedido cien años atrás.
Cruentos enfrentamientos y un supuesto cese de fuego engañoso, pues no es real, hicieron que, como en otras circunstancias, también en esta oportunidad la Comisión Central Mundial de HOM resolviera llevar adelante una campaña de recaudación de fondos para ayudar moral y materialmente a las familias de los soldados y civiles muertos durante los recientes enfrentamientos, como así también a los heridos y a las poblaciones afectadas.
Pues no caben dudas de que el aporte individual o colectivo, sin perjuicio de su magnitud, es necesario y hasta imprescindible en estos momentos cruciales, para socorrer a nuestros compatriotas afectados por el recrudecimiento de esta injusta guerra.
De este modo, a instancias de la Comisión Central Mundial de HOM, y tal como sucede en cada uno de los países donde nuestra organización está presente, también en Sudamérica se ha dado inicio a esta campaña, por medio de la cual, y a través de la Comisión Regional Sudamericana de HOM y de sus filiales de Argentina, Uruguay y Brasil, nuestras comunidades podrán hacer llegar su ayuda inmediata hasta Armenia y Artsaj.
En estos tiempos que corren, en los que podemos comunicarnos al momento con cualquier rincón del mundo, nos informamos permanentemente sobre las novedades más recientes en torno a lo que sucede en Karabagh y en Armenia. Y ello también nos permite tomar conocimiento directo de lo que desde el primer momento realiza HOM allí, que en forma inmediata y periódica envía desde Ereván productos de primera necesidad para los soldados y los voluntarios que están en el frente, como asimismo para las poblaciones fronterizas afectadas.
La labor de las filiales de Armenia, presididas por su Comisión Regional, está posibilitando en envío de varias partidas de ayuda hacia Karabagh, donde posteriormente las integrantes de HOM de Artsaj se encargan de la clasificación y distribución de las donaciones recibidas. Ello sin perjuicio de los soldados heridos y familias afectadas por los enfrentamientos que se encuentran en ambos países, y a los que también HOM brinda asistencia material y moral.
Momentos como éstos son cruciales para una nación, en los que su fuerza reside en la unión de sus integrantes. Sin dudas los armenios superaremos victoriosos este nuevo desafío que, contrariamente a los planes enemigos, nos hará aún más fuertes y persistentes.
Y es en estas circunstancias cuando cada uno de nosotros debe ser consciente de su responsabilidad, no sólo como armenio, sino también como ser humano. Todos y cada uno de nosotros puede ser parte de esta victoria, ayudar cada uno en la medida de sus posibilidades, desde cualquier lugar en donde se encuentre. En este caso, HOM nos permite dar ese paso, siendo fieles a nuestra identidad nacional y a nuestra historia, posibilitándonos ser solidarios a través de donaciones, que luego en Armenia se transformarán en elementos de primera necesidad para nuestros soldados y nuestros compatriotas.
Toda ayuda es importante, sea pequeña o grande. Toda donación suma. Y es el resultado lo que nos permite llegar más y mejor. Por eso es importante no ser indiferentes. Pues es imperativo demostrar con hechos.
Dra. Graciela Kevorkian