Hovsep Bodrikyan, 100 años de historias
A pocos días de haber cumplido 100 años, Diario ARMENIA entrevistó a Hovsep Bodrikyan, nacido en 1921 en Rodosto, actual Turquía.
En el tramo de la entrevista que publicamos Bodrikyan cuenta, con una lucidez envidiable, su llegada a la Argentina en 1956; el mensaje a su hermano en Estambul a quien le dijo “no vuelvo más”; los primeros años en Buenos Aires; el primer negocio y sus años como empleado en Johnson & Johnson. En base a una experiencia personal que cuenta como anécdota, afirmó que “ser armenio en la Argentina le abrió puertas”.
Hovsep Bodrikyan falleció en noviembre de 2021 rodeado del amor de su hija Virginia y de sus sobrinos.
Una experiencia enriquecedora
La entrevista a Hovsep Bodrikyan se realizó durante dos tardes otoñales del mes de septiembre de 2021, en pandemia. Su sobrina, Alejandra Mellian, fue la encargada de comunicarse con la redacción de Diario ARMENIA para que documentáramos su testimonio.
Los encuentros fueron en el café de Satenig, a metros de la Av. Los Incas y Triunvirato, su barrio. Desde que abrió, hace 17 años, ese bar fue su segundo hogar. Allí se sentía cómodo y cuidado. Todos lo conocían. Hovsep tomaba su café con leche “con algo dulce” casi todos los días. El pedido estaba preestablecido. En las dos ocasiones que lo vi llegó caminando con buen ritmo, con un bastón y acompañado por Virginia, su única hija que lleva el nombre de su madre.
Hovsep nació en Rodosto, una ciudad en la costa de Tracia, en el Mar de Mármara, cuya población griega y armenia sufrió las masacres por parte del Estado turco en 1920. Cumplió con la obligación del servicio militar en distintas ciudades de Turquía. En esos años aprendió el oficio de técnico mecánico.
Junto a su hermano Garbis llegó a tener dos locales de venta y reparación de electrodomésticos en el centro de Estambul. A lo largo de la charla agradeció en varias oportunidades a su empleado turco que, arriesgándose, lo salvó de la destrucción de los negocios en pleno pogromo de septiembre de 1955.
Luego de aquel episodio buscó otro destino y emprendió un largo viaje en auto pasando por Alepo, Damasco, Beirut hasta llegar a Alejandría. Acumuló muchas anécdotas, varias relacionadas con su origen armenio. Ninguna de las ciudades por las que pasó lo convenció como para empezar una nueva vida. Decidió venir a la Argentina, a Mar del Plata, donde tenía un pariente que había llegado antes que se desatara el Genocidio Armenio. Finalmente decidió quedarse en Buenos Aires. “Este es un país amplio, libre y con futuro” dijo en un pasaje de la entrevista.
Conoció a Nevarth, su mujer, en Homenetmen. No tuvo nietos y eso lo apenaba. Respetuoso de la familia según se desprende de sus relatos. Pícaro. Atento a lo que pasaba a su alrededor. Sus ojos hacían un esfuerzo por brillar como lo hacían en su juventud. En varias oportunidades lo llevé del pasado lejano al presente y viceversa y no titubeó. No aparentaba su verdadera edad. Estaba orgulloso de sus 100 años y no era para menos. Tenía casi toda su vida documentada en fotografías cuidadosamente guardadas con las referencias de la fecha y el lugar. Le gustaba hablar y lo hacía con fluidez pero con esa pronunciación del castellano tan particular de los armenios venidos de Bolís (Constantinopla y sus alrededores).
Mientras estábamos en proceso de editar la entrevista de más de tres horas recibimos la triste noticia del fallecimiento de Hovsep Bodrikyan a sus 100 años y dos meses. Estaba recuperándose después de una operación por la rotura de la cadera. Era un hombre fuerte, con ganas de vivir. En mayo de 2021 sobrevivió al coronavirus.
Horas antes de su deceso le dijo a Virginia que encendiera el televisor porque iban a pasar su entrevista.
Fue enriquecedor conocerlo y entrevistarlo. Fui en búsqueda de determinadas historias y surgieron otras.
Pablo Kendikian
Periodista