Johanna Vanesa Duarte: "Las instituciones armenias de argentina son las que expresan las problemáticas del pueblo armenio para que luego puedan ser canalizadas en las instituciones federales"

17 de mayo de 2023

Johanna Vanesa Duarte es Directora de Asuntos Parlamentarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina. Tras haberse conformado el Grupo Parlamentario de Amistad Argentino-Armenio, la funcionaria habló del rol de las instituciones nacionales para escuchar y atender los temas de las instituciones de la comunidad armenia del país, en una entrevista con Diario ARMENIA.

¿Cuál es el rol/aporte de la Dirección de Asuntos Parlamentarios en la federalización de la política exterior Argentina?

—La Argentina es un país donde el federalismo se expresa en las instituciones políticas y en la elaboración de las políticas públicas. El poder originario en nuestro país radica en las provincias, cuales conforman nuestra nación, y por lo tanto sus representantes en el parlamento son quienes tienen el poder para proponer y reformar leyes nacionales. De esta forma el poder legislativo adquiere un lugar fundamental para que el Estado argentino despliegue sus relaciones con otros estados a nivel mundial.

Nuestra Dirección oficia de enlace entre la Cancillería y el Congreso Nacional, por lo tanto, trabajamos de manera coordinada con las Comisiones de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados/as y de Senadores/as para darle tratamiento a los proyectos de ley enviados por el Poder Ejecutivo en tanto acuerdos o tratados internacionales que fortalezcan las dimensiones económicas, culturales, políticas, sociales, educativas, científicas, ambientales entre otras de las provincias y de las relaciones internacionales que las jurisdicciones desplieguen. En paralelo, y de gran importancia, realizamos el acompañamiento al trámite de aprobación y designación de Cónsules Honorarios propuestos por el extranjero para las jurisdicciones provinciales y municipales.

Pero son las/os legisladoras/os quienes representan el interés nacional en los organismos internacionales parlamentarios como el Parlasur, el Parlatino o la Eurolat, de gran relevancia en el último tiempo como así en cumbres internacionales como la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas; y allí participa la Dirección asistiendo de manera técnica y logística fortaleciendo las intervenciones y los proyectos de nuestros/as representantes en el exterior.

Nuestra Dirección se encuentra bajo la órbita de la Subsecretaría de Asuntos Nacionales, a cargo de Marina Cardelli, la cual realiza el vínculo con las diferentes autoridades y niveles de gobierno sub-nacional, pudiendo garantizar el seguimiento de las gestiones de estos actores en la esfera internacional. Por tanto, resulta una herramienta de relevancia para la planificación e instrumentación de una política exterior que incorpore la dimensión federal, y además garantiza que las políticas provinciales estén en concordancia con las nacionales. Dentro de la Subsecretaría también existe la Dirección de Asuntos Nacionales estrictamente, conducida por Nicolás Sabuncuyán, la cual tiene una relevancia fundamental, ya que es la lleva adelante y pone en funcionamiento las articulaciones entre las autoridades de las provincias y de las mismas con puntos focales en el exterior. Principalmente está abocada al trabajo del Consejo Federal de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, donde se expresan absolutamente todas las problemáticas y demandas provinciales.

—¿Qué desafíos tiene la Dirección en este sentido? ¿Cuáles son las demandas desde las provincias o las economías regionales?

—Uno de los principales desafíos de la Dirección está en el fortalecimiento a través del asesoramiento permanente a los representantes legislativos en las relaciones entre los Grupos Parlamentarios de Amistad o las Ligas Parlamentarias de Amistad. También y en base a las demandas de los/as representantes dialogar y cooperar con las Presidencias de las Comisiones de Relaciones Exteriores para el tratamiento de proyectos legislativos. Las presidencias de las Comisiones de ambas cámaras han puesto en debate el tratamiento el proyecto que lideraran las representaciones del Ejecutivo sobre la Fundación Internacional UE-ALC donde se verían fortalecidos los sistemas educativos de las provincias. Estás ultimas también encuentran muy relevante la discusión del Proyectos UE-Mercosur que potenciaría la exportación de producciones regionales.

Resulta interesante destacar que las demandas expresadas de los legisladores/as son fieles y tienen concordancia con las que se expresan en el Consejo Federal. Desde la gestión, hemos logrado que el mismo recobre impulso y funcionamiento, y a lo largo de estos años ha sesionado de manera plenaria en tres oportunidades y sus comisiones funcionan de manera sistemática con reuniones periódicas. De allí podemos obtener que los representantes provinciales en materia de política exterior expresen con rotundidad la necesidad de diversificar la producción y encontrar mercados competitivos, participar en ferias y misiones comerciales, insertar a nuestro país en cadenas globales de valor de avance tecnológico, pensar y construir corredores bioceánicos con países limítrofes, y realizar un uso sostenible y racional de los recursos naturales, potenciando las exportaciones. Es importante destacar que los mismos son potestad de las provincias, en base al artículo 124 de la Constitución Nacional. En todas las sesiones hemos escuchado también la necesidad de fortalecer los sistemas de salud provinciales o tener políticas efectivas contra la violencia hacia las mujeres, pero sin lugar a dudas destaco la importancia que se le otorga a América Latina como zona de paz, y la Cuestión Malvinas como política de Estado. Todo este debate está enmarcado en la importancia de proteger y potenciar la producción regional y local, ampliar vínculos comerciales entre provincias, pero sobre todo con países limítrofes y bloques político-comerciales regionales.

—La diplomacia parlamentaria es una herramienta fundamental en los procesos de integración y cooperación, a nivel regional y global. ¿Cuáles son los principales proyectos en los que está embarcado nuestro país en cada uno de esos niveles y como son abordados desde la dirección?

—A nivel regional nos encontramos en un proceso en el cual nuestro país apuesta a fortalecer los bloques regionales como el Mercosur expresado en el acuerdo de asociación estratégica con la Unión Europea, cual construye un marco regulatorio común, que potencia nuestra producción y exportación, el desarrollo industrial local, incluyendo a pymes y pequeños y medianos productores, luego de 20 años de negociación sería un gran acuerdo internacional para ambos bloques.  En este sentido, considero que revitalizar la UNASUR sería fundamental para profundizar la integración: el Parlasur como instancia de debate legislativo supranacional puede convertir sus declaraciones y postulados en resoluciones vinculantes. Lograr una unión suramericana puede entre otras cosas fortalecer los posicionamientos de la región en las instancias de Naciones Unidas, Conferencia de las Partes, Consejo de Seguridad, entre otros, en un contexto internacional de transición, con guerras comerciales y tecnológicas o escaladas de conflictos históricos de por medio; pero sobre todo resulta importante en la defensa de los recursos naturales, vitales para el desarrollo humano, cuales son parte de una agenda geopolítica y económica mundial. Tenemos un gran debate histórico en América Latina entorno al paso de una integración económica a otra más política, cultural y social.

Nuestro país se encuentra realizando acuerdos en materia comercial y de inversiones tanto con la potencia China, dentro de la Franja de la Ruta y la Seda, como con los Estados Unidos. Hemos apostado a lograr una autonomía y una equidistancia que nos permitiría insertarnos en los mercados o las cadenas globales de valor pero decidiendo soberanamente. Hemos confrontado con discursos belicistas e injerencistas en política interior y discutido la arquitectura financiera internacional, y hemos llevado como país la Causa Malvinas a todos los foros parlamentarios regionales y globales. Si hubo una constante en estos años de gobierno, es que nuestros representantes parlamentarios y ejecutivos, de forma transversal,  han apostado siempre a mayores niveles de integración comercial, económica y política a nivel regional, y a la diversificación de acuerdos con países emergentes de Asia y Medio Oriente.

Las iniciativas más importantes que se discutieron en el corto tiempo están relacionadas con Acuerdos de Cooperación Técnica, Científica o Educativa con países europeos o asiáticos, y en los foros regional se discute mucho sobre el impacto de pandemia Covid-19 en los sistemas educativos. Esta pandemia llevo a repensar el rol de los Estados-Nación y sus políticas de cuidado para los más humildes, pero también a repensar integralmente nuestros sistemas de salud, cobertura médica y la universidad del derecho a la salud.

Protocolos del Mercosur sobre Comercio donde las provincias pueden ampliar oportunidades y diversificar producción-exportación (la cuestión comercial estuvo muy presente en el Congreso argentino, existiendo diversas instancias impulsadas por la OMC y la Unión Interparlamentaria,  para trabajar los vínculos y las potencialidades comerciales). Recientemente el Senador Rodríguez Saa, ha impulsado en el Parlatino un proyecto de seguimiento de los acuerdos de libre comercio para proteger la producción y exportación local.

Previamente aprobado en otros parlamentos a nivel regional, en nuestro Congreso se debatió otorgarle jerarquía constitucional a diversas Convenciones, pero en particular a la Convención Interamericana sobre Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la Mujer, cual fue aprobada por las Cámaras. En las Comisiones y en las instancias Plenarias de los Parlamentos Regionales (Parlasur o Parlatino) se discuten propuestas de equidad de género en los bienes de consumo, como así el impacto del comercio sobre las mujeres.

La política ambiental es un debate permanente también: que la región tenga un Fondo Verde, que los países más desarrollados realicen los giros financieros prometidos para mitigación del Cambio Climático a nuestros países en vías de desarrollo, como la discusión en torno al Agua como Derecho Humano. Los países de la región discuten la transición ambiental y proyectos de desarrollo sostenible, el cuidado del Amazonia, y la producción racional y sustentable de los recursos como el litio.

En cuanto a nuestra relación bilateral con Armenia, es importante destacar que la Argentina es el quinto inversor en el país armenio, enfocado en los sectores aeroportuario, vitivinícola, desarrollo inmobiliario, y prestación de servicios financieros. En las últimas visitas diplomáticas hemos puesto el foco en la importancia de seguir el camino de la diversificación y ampliación de las inversiones directas en materia educativa y científica, agrícola y soberanía alimentaria, e inteligencia artificial. Destaco la cooperación técnica a través del Fondo Argentino de Cooperación Internacional (FO.AR) para el desarrollo agrícola; nuestro país tiene en total más de 10.900 proyectos de transferencia de conocimiento en pos del desarrollo económico y social. En el año 1993 realizamos nuestro primer Acuerdo de Inversiones, cual nos ha traído múltiples beneficios y desafíos económicos, cuales entiendo podrán ser ampliados a través de la construcción de la Cámara de Comercio Argentina en Armenia. Las IED en materia agropecuaria y sanitaria, el intercambio comercial en sectores del software y la informática, y el desarrollo de servicios tecnológicos para el campo de la energía y la minería conforman un temario de oportunidades que podemos abordar tanto en el campo parlamentario como en la búsqueda de relaciones políticas, comerciales y culturales.

Recientemente se conformó el grupo parlamentario de amistad Argentino - Armenio en la Cámara de Diputados de la Nación. ¿Cuál es el potencial del grupo en la profundización de los vínculos bilaterales?

—El año pasado se cumplieron 30 años del primer Acuerdo de Cooperación Básica entre nuestros países, al que se agregó el Protocolo de Establecimiento de Relaciones Diplomáticas; nuestra relación bilateral siempre fue respetuosa de los principios de soberanía y no injerencia en asuntos internos, tal como postula la Carta de Naciones Unidas. Durante este tiempo, hemos avanzado en muchísimos acuerdos de cooperación en materia educativa-científica y tecnológica, agrícola, ganadera y productiva, de migraciones y trabajo, como así sobre inversiones y desarrollo económico. Considero que los Grupos Parlamentarios de Amistad (GPA) como el trabajo coordinado con las Presidencias de las Comisiones de Relaciones Exteriores del Congreso Nacional, permiten explorar la viabilidad de nuevos acuerdos en base al contexto cambiante.

Nuestra Dirección de Asuntos Parlamentarios es la que puede potenciar el vínculo bilateral a partir de coordinar con legisladores/as, embajadas y cónsules honorarios las agendas, proyectos de acuerdos, y posibles encuentros y visitas. Los GPA tienen el potencial de construir una agenda para fortalecer los vínculos bilaterales a través del parlamento argentino y la Asamblea Nacional Armenia como así trasladar las demandas y proyectos a los organismos interparlamentarios como la UIP o las Asambleas Parlamentarias Regionales. Considero que nuestra relación se vio muy fortalecida a partir de la promulgación en Argentina de la Ley 26.199 en el año 2007, cuando institucionalizamos el Día de Acción por la Tolerancia y Respeto entre los Pueblos en conmemoración del genocidio armenio. El mismo fue el resultado de un debate político transversal a todas las coaliciones y bloques parlamentarios, y eso también se expresa en las conmemoraciones, actos y proyectos que se presentan en la Cámara de Diputados/as y Senadores/as de la Nación como en las Legislaturas provinciales o municipales.

Respetando los principios universales planteados anteriormente, y en miras de la paz y el respeto y garantía de los Derechos Humanos, la coordinación a nivel parlamentario la considero una base fundamental para que nuestros representantes, cancilleres, presidentes a través de instancias como las Consultas Políticas (Buenos Aires 2022), los Encuentros entre mandatarios, o la acción conjunta en Naciones Unidas, pueda visibilizar nuestros reclamos y dictaminar resoluciones contundentes.

Veo con muy buenos ojos y con mucha expectativa la reciente consolidación del Grupo de Amistad en la Cámara de Diputados/as presidido por Gabriela Estevez. Además de todos los desafíos planteados, considero que el GPA puede fomentar las Visitas Parlamentarias a la Cámara de Diputados, realizar reuniones inter-parlamentarias con el GPA de Argentina y Uruguay, y visibilizar a través de seminarios, foros y charlas la historia, la cultura y la importancia económica de la nación armenia.

—En este sentido, ¿puede la comunidad aportar a su desarrollo?

—Creo que la comunidad a partir de sus instituciones políticas puede aportar más de lo que cree. Como he manifestado anteriormente, nuestra relación bilateral está caracterizada por altos niveles de integración, cooperación y diálogo en distintas dimensiones políticas: cultural-educativa y científica, productiva y comercial, y parlamentaria. La Embajada armenia en nuestro país es la segunda más grande del Hemisferio Occidental, el pueblo armenio trabajador y profesional establecido en todo nuestro país motoriza sectores económicos y productivos fundamentales, y las políticas comunitarias culturales y religiosas desde inicios de siglo pasado hasta la actualidad construyen una identidad política-histórica expresada en diversas instituciones armenio-argentinas.

Nuestros representantes se hacen eco de las grandes y vastas movilizaciones políticamente transversales, multiculturales, y sin distinción etaria o de clase socio-económica. La Mesa Interjuvenil de la Comunidad Armenia en Buenos Aires ha impulsado una vez más las movilizaciones contra el genocidio, de las cuales participan distintas agrupaciones armenias, colegios y entidades eclesiásticas. La participación de los Ministros/as y de Legisladores/as es habitual. Como así también, y devenidos de distintos interbloques parlamentarios, las Cámaras de Diputados/as y Senadores/as, impulsan proyectos de declaración para adherir de forma progresiva en todas las localidades a la Ley por el Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos.

Es la comunidad armenia a partir de sus instituciones las que organizaron este años las actividades culturales, políticas e históricas: la muestra fotográfica en el Senado de la Provincia de Buenos Aires estuvo a cargo de la Colectividad Armenia Región Capital y la Iglesia Armenia; la actividad en el Salón Dorado de la Legislatura Porteña donde se declaran de interés distintos libros sobre la memoria o historias de vida es impulsado por las Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación a través del Consejo Nacional Armenio y la Asociación Cultural Armenia; o los actos por el 108° aniversario del Genocidio Armenio cual tuvo sede en el Instituto Universitario de Derechos Humanos Madres de Plaza de mayo, organizado por el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica, donde expusieron referentes intelectuales, internacionales y legisladoras.

En definitiva, las instituciones armenias de la sociedad civil argentina son las que expresan las demandas y problemáticas del pueblo armenio para que luego puedan ser canalizadas en las instituciones federales y democráticas. Creo que todo este trabajo desplegado es fundamental para que nuestros representantes discutan nuevos acuerdos en materia educativa, para que cada día más escuelas, institutos y universidades debatan en profundidad la causa armenia y el genocidio, o acuerdos internacionales referidos a viajes de intercambio escolar o el trabajo joven. La relación SUR-SUR es algo que debemos ampliar y profundizar a través de institutos agropecuarios, universidades, fundaciones quienes piensen y elaboren proyectos de cooperación técnica e investigación, comerciales y de inversiones.

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