Kamil Zeynalli, el terrorista azerbaiyano que decapitó a un anciano armenio, fue liberado por Rusia y fue recibido como héroe en Azerbaiyán

23 de febrero de 2024

El terrorista azerbaiyano e influencer fitness Kamil Zeynalli, quien decapitó a un anciano y civil armenio durante la guerra de 2020 en Artsaj (Nagorno Karabaj), fue liberado por Rusia el 22 de febrero luego de haber sido detenido en el aeropuerto Domodedovo de Moscú y viajó a Azerbaiyán, donde fue recibido como un héroe.

En 2020, soldados de Azerbaiyán publicaron y viralizaron un video con la decapitación a un anciano armenio indefenso. En las imágenes se ve a un anciano armenio intentando defenderse y rogando por su vida, mientras un soldado de Azerbaiyán lo decapita lentamente mientras sus compañeros lo filman. Ese caso fue uno de los tantos crímenes de guerra cometidos por el Ejército azerbaiyano y difundidos por ellos mismos durante la guerra como una forma de terrorismo. Zeynalli fue acusado por la Fiscalía de Armenia de ser uno de los soldados que participó en el crimen de guerra.

Durante su arribo a Bakú, Zeynalli justificó la decapitación de un anciano y no negó que haya participado del hecho. “Si confirmo que soy yo el del video, nuestros enemigos dirán que yo mismo lo confirmé. Es una manera de facilitarles el crimen. Entonces no sé nada”, dijo. Zeynalli, quien publicó en reiteradas ocasiones videos incitando a sus seguidores a cometer crímenes de guerra, aseguró que “en la guerra puede pasar cualquier cosa”.

Cuando se le consultó cómo calificaría el video de la decapitación del anciano armenio, Zeynalli declaró: “Realmente lo aprecio. Es cierto que no somos una nación agresiva. Queríamos hacer todo en orden y paz. Pero ellos tampoco entendieron. A los que entraron en nuestra tierra, los sacamos de nuestra tierra. Durante la guerra, desde el mayor hasta el más joven, tenían que dar por sentado que estábamos en tierra de Azerbaiyán, podrían matarlos mañana o en cualquier momento, por eso no deberían estar ahí. Si sabían eso y vinieron, ya no es culpa nuestra. En una guerra puede pasar cualquier cosa”.

Luego, aseguró sin pruebas que el anciano civil decapitado fue “uno de los perpetradores de la violencia contra nuestras mujeres” durante “la tragedia de Khojaly”, hecho en el que Azerbaiyán acusa de haber cometido crímenes de guerra el Ejército de Defensa de Nagorno Karabaj durante la primera guerra.

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