Kristapor Mikaelian: 115º aniversario del verdadero precursor del movimiento revolucionario armenio

06 de abril de 2020

Kristapor Mikaelian fue el verdadero precursor del movimiento revolucionario armenio. Realizó los anhelos del pueblo armenio, reuniendo a su alrededor –bajo una misma bandera- a los intelectuales, hombres de armas y campesinos.

La historia armenia cuenta con grandes hombres de las letras, las artes y las ciencias, pero pocos como Kristapor han reunido el genio creador, el espíritu organizador y una voluntad de hierro, capaz de imantar a las muchedumbres.

“Quiéranse los uno a los otros” fueron algunas de sus palabras. Él fue quien las introdujo al seno de la Federación Revolucionaria Armenia. Desde los albores de su apostolado hasta el trágico fin propagó esa máxima.

Kristapor Mikaelian nació el 18 de octubre en Verin Aculís, provincia de Hokhtam. Realzó sus estudios primarios en su pueblo natal; luego fue enviado por sus maestros al colegio de profesores de Tiflis, con la condición de que una vez diplomado se dedicará a la docencia en su pueblo. Más tarde allí ejerció una influencia preponderante sobre sus jóvenes compañeros a quienes contagio su fervor revolucionario. En 1885, el gobierno Zarista ordenó clausurar las escuelas armenias. Razón por la cual Kristapor y sus compañeros iniciaron una protesta, pero su pueblo no estaba preparado para una revolución. En ese mismo año se dirigió a Moscú para perfeccionar sus estudios.

Las desgracias de los armenios en Turquía y las matanzas impresionaban fuertemente a la población de Tiflis, donde se afirmó la conciencia revolucionaria y la necesidad de obrar. De esa manera en 1889 Kristapor fundó el movimiento secreto llamado “Ieridasart Haiastan” (Joven Armenia).

En la misma época, Simón Zavarian y Stepan Zorian (Rostom) llegaban desde Moscú, actuando ya en agrupaciones de patriotas armenios. La necesidad de reunir fuerzas dispersas para formar un bloque compacto se hacía sentir cada día más. Kristapor se encargó de ese trabajo y desempeño así un papel primordial en la “Federación Revolucionarios Armenios”. Fruto de este trabajo en 1890 en Tiflis fundó la “Federación Revolucionaria Armenia” (FRA - Tashnagtsutiún), junto a Rostom y Zavarian. En 1891, se publicó “Troshag” (Bandera), órgano oficial del partido recientemente fundado.

En 1898 pasó a Ginebra donde dirigió el Buró, y al mismo tiempo la redacción de “Troshag” y en Marsella publicó la revista “Pro Armenia”.

Kristapor había decidido vengar a sus hermanos armenios martirizados bajo el yugo del Sultán Rojo (Abdul Hamid), responsable de la masacre de más de 300.000 armenios. En el tercer Congreso General de la organización realizadó en la capital de Bulgaria (Sofía), se resolvió por iniciativa de Kristapor organizar el atentado contra Abdul Hamid. Kristapor ingreso a Constantinopla de incognito con la identidad judía de Samuel Faind para organizar los preliminares de la conspiración. En ese sentido, el Sultán debía ser ejecutado mediante una explosión frente a la Gran Mezquita de Constantinopla que visitaba semanalmente y que él mismo se encargaba de la organización del acto terrorista.

Kristapor no alcanzó a consumar el atentado, ya que la bomba explotó mientras manipulaba explosivos causando su muerte y la de su colaborador, Vramshapuh Kendirian, en las laderas de Vidoshi, cerca de Sofía, el 17 de marzo de 1905 a los 47 años. Otra hubiera sido la historia.

Si debiéramos sintetizar la obra de unos de los padres fundadores de la FRA - Tashnagtsutiún, es su labor política inalcanzable para unificar los diferentes grupos armados armenios que actuaban independientemente contra el gobierno otomano. Él no vería a su partido, que tenía 166.000 militantes –sobre una población de tres millones de armenios– adherir en 1907 a la Internacional Socialista y desde ya la fundación de la República Armenia de 1918.

En el 130° aniversario de la FRA - Tashnagtsutiún recordar y honrar la memoria de Kristapor es reivindicar una vez más el sentido de la lucha por la cuestión armenia desde un liderazgo y pensamiento de uno de sus principales fundadores. Es por ello que uno de las frases y reflexión de Kristapor sintetizan una vez más el objeto y sentido de la organización: “Ninguna opresión, ninguna persecución, ninguna frontera puede dividir a un pueblo, si ha tomado conciencia de la totalidad de sus derechos y tiene la decisión inquebrantable de luchar”.

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