La Cancillería de Armenia pidió a la diáspora de América Latina que participe en la reconstrucción del país

04 de mayo de 2021

El ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Ara Aivazian, pidió a la diáspora de América Latina que participe en la reconstrucción del país en una entrevista brindada a la agencia EFE el 4 de mayo.

"Quizás sufrimos la derrota militar. Pero no nos rendimos, seguimos en pie y tenemos que hacer todo lo posible para que en un corto plazo de tiempo tanto los armenios de Montevideo como de Buenos Aires, México o Canadá sientan que tienen una segunda patria histórica, Armenia", remarcó Aivazian en declaraciones brindadas en castellano, ya que fue embajador armenio en distintos países latinoamericanos.

De acuerdo con el Canciller, "es responsabilidad de cada armenio contribuir en su capacidad, intelectual, moral o económica", para crear "una Armenia segura, moderna y en desarrollo".

"Y ahora es bueno recordar que el primer país que reconoció el Genocidio Armenio fue un país lejano geográficamente, pero espiritualmente muy cercano, un país pequeño, pero muy poderoso a la hora de defender los valores universales. Me refiero a Uruguay", en 1965, afirmó.

En ese sentido, destacó que hay importantes comunidades armenias en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil y Venezuela, y pequeñas diásporas en México y otros países de América Central, cuyos miembros "quizás no hablen armenio, pero a veces son más armenios que los que hablan bien armenio".

"La presencia de comunidades armenias es un puente natural que puede vincular a Armenia con regiones tan lejanas. A principios de los años 2000 Argentina se convirtió en el principal inversor extranjero en Armenia y hay una presencia empresarial muy fuerte", precisó.

El jefe de la diplomacia armenia resalta que las inversiones argentinas cambiaron el "clima de negocios", pero que "no solamente estos países son importantes para Armenia, sino viceversa".

"Necesitás de dos para bailar un tango. Para que Armenia, ese pequeño país, sea un imán que atraiga a todos los compatriotas que viven en el mundo", afirmó.

En ese sentido, aludió a la ubicación geográfica del país caucasiano y su "participación como miembro plenario en la Unión Económica Eurasiática, un mercado de 180 millones de personas".

"Y nuestra vecindad. Tenemos un vecino importante que es Irán, otro mercado de 80 millones de personas, con el que tenemos histórica y tradicionalmente lazos importantes políticos y económicos. Yo creo que Armenia puede ser un punto de entrada súper conveniente para varios países, incluido de América Latina", señaló.

Más adelante, admitió que el país quedó "muy debilitado" luego de la guerra desatada por Turquía y Azerbaiyán en 2020, pero consideró que con la decisión de convocar elecciones anticipadas en junio se reducirá "al mínimo" la actual "brecha" entre el Gobierno y la sociedad.

"Cuando pongamos la casa en orden, cuando haya una visión, una estrategia que nos guíe en estos momentos oscuros, tenemos que hacer partícipes en primer lugar a nuestra diáspora. Estoy convencido de que esta decepción, esta desilusión la superaremos juntos (…) tenemos una visión de cómo hacerlo, para que sea un orgullo para nuestros compatriotas en todo el mundo. Estoy seguro de que este pequeño país va a ser un modelo a seguir", aseveró.

El diplomático opinó que Armenia no es "una democracia ideal", pero que "no es fácil ser una democracia cuando tu entorno es hostil, cuando tu entorno es autócrata".

"Pero creo que nuestra ventaja comparativa es nuestra democracia, que también nos vincula con la familia de países democráticos y con la Unión Europea. Es un tiempo para trabajar duro con un objetivo, que es la última oportunidad para el pueblo armenio, no sólo para el pueblo que vive aquí, sino para los armenios que preservaron su identidad en los rincones más lejanos del mundo", finalizó.

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