La cocina del genocidio y el papel de los paramilitares

18 de abril de 2023

Teşkilât-ı Mahsusa fue una organización criminal otomana, creada, financiada y protegida por el estado para ejecutar la cacería de los ciudadanos armenios de las provincias orientales del Imperio.

Desde hace décadas el discurso oficial de la República de Turquía se empeña en denominar al genocidio armenio de 1915-1923 como “los incidentes de 1915” o más ampliamente, los “trágicos sucesos de 1915, en los murieron tanto armenios como turcos, en el contexto de la Primera Guerra Mundial”.

Pero nada más lejos de la realidad. Contra toda idea de hechos fortuitos, producto del descontrol que provocó la conflagración bélica, el genocidio armenio fue madurando durante al menos tres años, desde el comienzo de las Guerras Balcánicas de 1912-13 y estuvo planificado y organizado por el propio estado otomano contra sus ciudadanos de origen armenio.

Tras la derrota en las Guerras Balcánicas, a manos de una coalición numéricamente mayor, integrada por los reinos de Bulgaria, Serbia, Grecia y Montenegro, el Imperio Otomano se vio obligado a retroceder y mirar lo que ocurría en el frente interno.

Uno de los factores que generaron las guerras balcánicas fue el regreso de cientos de miles de soldados del frente occidental que demandaban vivienda y trabajo, luego de años de servir a la Patria. La solución fue “limpiar” las seis provincias orientales, donde predominaba la población armenia, para reubicar allí a parte de sus soldados que volvían derrotados de la guerra.

Pero en este período que va de 1913 a 1914 hubo dos hechos muy relevantes que, a la postre, contribuyeron a que se tomara la decisión de aniquilar literalmente a los armenios.

La primera en términos cronológicos, fue la conformación de la Organización Especial, en turco Teşkilât-ı Mahsusa, a comienzos de 1914 a cargo de Behaeddin Shakir y Nazim Bey, el primero de ellos considerado uno de los ideólogos del genocidio armenio y ajusticiado en 1922 por el militante tashnagtsagán Aram Yerganián en Berlín.

Grupo de tareas

Los antecedentes de la Organización Especial se remontan a 1913, durante la Segunda Guerra Balcánica, donde el ministro de Guerra del Imperio, Enver Pashá, había ordenado la creación de este grupo paramilitar para acciones de sabotaje y terrorismo en el marco de las acciones bélicas.

Para su conformación Behaeddin Shakir y Nazim Bey reclutaron bandas nómades y mano de obra desocupada, en especial kurdos y circasianos, a los que les añadieron unos 10.000 criminales convictos, a los que se les ofreció literalmente la libertad si servían al Estado y colaboraban “como fuerza independiente del ejército regular otomano, que pudiera ser usada para ataques a civiles”.

El investigador turco radicado en Alemania, Taner Akçam, atribuye concretamente a Mehmet Talaat Pashá, ministro del Interior del gobierno del Comité Unión y Progreso (CUP-Jóvenes Turcos) la idea del incentivo para la integración de Teşkilât-ı Mahsusa.

“Talaat Pashá, como ministro del Interior, dio órdenes de que todos los presos condenados por los peores delitos, como asesinato, violación y robo, pudieran tener su libertad si accedían a unirse a la Organización Especial para matar armenios y saquear sus propiedades”, señaló Akçam en su libro “Un acto vergonzoso”, publicado en 2007.

Durante su investigación, basada en fuentes oficiales turcas, el investigador pudo determinar también que varios miembros prominentes de la Organización Especial tuvieron destacado desempeño en el genocidio armenio, y que también participaron en el Movimiento Nacional Turco, que emergió de la guerra civil de posguerra a instancias de Mustafá Kemal Atatürk, pieza clave en la fundación de la República de Turquía.

Acta de reformas

El otro factor determinante en la decisión de avanzar hacia la aniquilación total de la nación armenia, fue el acta firmada en febrero de 1914, en la que el CUP se comprometía a una serie de reformas para los armenios otomanos, a instancias de las potencias occidentales y de Rusia.

Pero como los otomanos habían estado en el bando perdedor en los Balcanes, él sentimiento nacionalista y las ideas radicales florecieron en la dirigencia turca para revivir al imperio mancillado, por lo que los líderes del CUP se juramentaron que no volvería a repetirse con los armenios lo que había pasado en Macedonia y Rumelia (Rumania y otros países de Europa Oriental). Así, la “Cuestión Armenia” estaba en la mira.

El plan de reformas de las provincias orientales firmado el 8 de febrero de 1914 establecía para los armenios representación proporcional en los consejos locales, que debían ser gobernados con importantes grados de autonomía, bajo la administración de dos Inspectores Generales europeos.

El estallido de la Primera Guerra Mundial el 28 de julio de 1914, le dio la oportunidad a la dirigencia otomana de intentar salir de la presión de los países occidentales, alineándose con el otro bando beligerante, liderado por el Imperio Alemán.

Comienzo del infierno

El investigador turco Oktay Özel, especializado en historia otomana y que trabajó en la Universidad Bilkent de Ankara, publicó en 2020 un ensayo (“El rol de Teşkilat-ı Mahsusa (organización especial) en el genocidio armenio”), en que afirma:

“Las operaciones de la Organización Especial (OE) para destruir el liderazgo político de (los) Tashnak y Hınchak en el área de sus operaciones en las provincias orientales asumió una nueva intensidad y se expandió en alcance cuando los otomanos entraron en guerra a principios de noviembre”.

Agregó que “las operaciones también se dirigieron a las aldeas armenias a ambos lados de la frontera, por lo que la población civil fue objeto de atrocidades denunciadas por muchos observadores musulmanes y no musulmanes”. Y precisó que durante los dos primeros meses de las “deportaciones reales, en abril y mayo de 1915”, continuaron las atrocidades relacionadas con la OE.

“Según Ebulhindili Cafer Bey, quien fue una de las figuras centrales de la Organización Especial en la región de Erzurum e inició personalmente las masacres contra los convoyes armenios durante la deportación con su propia banda paramilitar o çete, la OE se formó desde el principio para la ‘destrucción de los comités y bandas armenios, que tanto daño habían hecho’, dentro y fuera del imperio”, recordó Oktay Özel.

Carlos Boyadjian
Periodista
coboyadjian@yahoo.com.ar

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