La lucha olvidada de Bob Dole para que Washington reconozca el Genocidio Armenio

08 de junio de 2021

Arzobispos armenios, filántropos, médicos y enfermeros habían acudido a una funeraria de Chicago para despedir al doctor Hampar Kelikian, y entre ellos, una persona sentada y emocionada llamó la atención de su hija Alice, Bob Dale.

En aquel momento, en 1983, Dale era un hombre bastante famoso. Senador durante 14 años y candidato a vicepresidente en una lista republicana, fue un serio aspirante a la presidencia. Sin embargo, nada de ello hubiera ocurrido sin este cirujano, al que el propio Dale denominaba como Dr. K.

Cuando el político regresó de la Segunda Guerra Mundial como un condecorado héroe en el campo de batalla, el Dr. K se encargó de tratarlo. En el transcurso de tres décadas y media de amistad, Kelikian se convirtió en su segundo padre, maestro e inspiración.

Durante las frecuentes visitas de Dole a la casa de Kelikian, el médico le compartió su trágica historia familiar en medio de los horrores que comenzaron en 1915 con el Genocidio Armenio. Tres de las hermanas del médico habían muerto quemadas, mientras que él se había visto obligado a escapar de su tierra natal.

Estas historias quedaron en la mente de Dole hasta fines de la década de los 80 y principios de los 90, cuando inició su campaña para instar al gobierno a reconocer lo que los historiadores consideraban indiscutible, que había existido un genocidio. Bloqueado por otros senadores y una Casa Blanca reacia a enfurecer a Turquía, nunca pudo conseguir su objetivo mientras estuvo en el cargo.

“Dole fue un campeón sin igual”, expresó Peter Mirijanian, un consultor político y empresarial armenio estadounidense en Washington. “Habría sido mucho más difícil conseguir el reconocimiento del Genocidio sin él. Lo mantuvo vivo”.

A pesar de que Kelikian era 20 años mayor que Dole, insistía en llamarlo “capitán”, apodo que siguió utilizando cuando su relación pasó de médico-paciente a una amistad. El doctor se convirtió en su guía dentro de la comunidad armenia. Incluso llegó a afirmar que gracias a él conoció a “todos los armenios del país”. Muchos de ellos se convirtieron en aliados cuando encabezó su lucha en 1990 para aprobar una resolusión que proclamaba al 24 de Abril como “Día en memoria de las víctimas del Genocidio Armenio”.

Pese a esto, finalmente no pudieron superar las tácticas de Robert Byrd, senador demócrata de Virginia Occidental, quien se alineó con funcionarios del Pentágono y el Departamento de Estado para no generar un malestar con Turquía. “Dole estaba realmente enojado con Byrd”, explicó Alice Kelikian.

Posteriormente, el entonces legislador emitió un comunicado en el que calificaba la negativa del Senado como "una burla a los que murieron, un insulto a los que sobrevivieron y un repudio al dolor de sus familias que viven hoy con nosotros”. 34 años pasaron hasta que el presidente Biden se hizo eco de estas palabras. “Ha tardado mucho en llegar”, expresó Dole, quien pudo vivir para presenciarlo. 

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