La mirada de Daron Acemoglu sobre la deuda externa de los países durante la pandemia

07 de agosto de 2020

Daron Acemoğlu, destacado economista de origen armenio nacido en Turquía, brindó su opinión en relación al pago de las deudas por parte de los países emergentes en plena crisis económica producto de la pandemia por coronavirus. También se refirió a la actual situación en Turquía y cómo Recep Tayyip Erdogan pudo consolidar su gobierno principalmente gracias a las inversiones extranjeras.

En su artículo publicado el 23 de junio para el sitio Project Syndicate, el autor del célebre libro “¿Por qué fracasan los países?” aseguró que las naciones en vías de desarrollo enfrentan crisis fiscales con un potencial destructivo cuyas consecuencias caerán finalmente en los ciudadanos.

El economista se mostró crítico frente a aquellos que se oponen a la condenación de la deuda, asegurando que esto limitará el acceso de estos países al mercado internacional reduciéndose la inversión y el crecimiento.

“Durante mucho tiempo se ha asumido en los círculos académicos y políticos que las finanzas internacionales ayudan a las economías emergentes a construir instituciones más efectivas. Los opositores a la cancelación de la deuda han argumentado que los mercados emergentes necesitan la ‘disciplina’ que proporcionan los mercados internacionales de bonos, porque la amenaza de fuga restringe el error de los autócratas y los populistas”, expresó Acemoğlu.

Oponiéndose a esta línea de pensamiento, el considerado por muchos como futuro candidato al Premio Nobel de Economía comentó: “Este relato ya no parece verosímil. Lejos de controlar a los autócratas, las finanzas internacionales los han facilitado”.

Como ejemplo de esto, el autor de origen armenio hizo referencia a la situación en Turquía y el creciente poder de Erdogan. “Aunque sus ataques contra las instituciones de su país han coincidido con la disminución de la inversión y el crecimiento de la productividad, los inversores extranjeros lo han salvado. Con el dinero todavía fluyendo para financiar un creciente déficit de cuenta corriente, Erdogan ha podido consolidar su gobierno, incluso estableciendo un sistema presidencial que subordina el parlamento y los tribunales a él”.

“La mayor resistencia a la que se enfrenta Erdogan no proviene de los mercados internacionales, sino de la política interna. En las elecciones municipales del año pasado, su partido fue derrotado en la mayoría de las principales ciudades de Turquía, dejando su control debilitado significativamente”, agregó el especialista nacido en Turquía.

Como salida a esta problemática, el economista propuso: “Para ir más allá de este status quo roto, debemos buscar formas de reestructuración de la deuda que corten los regímenes corruptos. Una idea es establecer un organismo internacional e imparcial para establecer las reglas para las prácticas justas de préstamos de los bancos internacionales. La misma institución podría determinar si las deudas actuales de un país se acumularon bajo gobiernos democráticos o fraudulentos, y si su reembolso o servicio impondría una carga excesiva a la población”.

“La suposición de que una ronda masiva de reestructuración de la deuda significaría el fin del capital abundante para los mercados emergentes no está bien fundada. Incluso si estos países rechazan la condonación, su sobreendeudamiento impediría una mayor inversión en infraestructura, alivio de la pobreza y nuevas tecnologías”, agregó.

Siguiendo con este punto y de cara al futuro el economista finalizó:”La reestructuración y cancelación de la deuda debe enmarcarse claramente como una medida de emergencia que discrimine entre aquellas instituciones que han actuado adecuadamente y aquellas que han llegado a acuerdos con gobiernos corruptos y autoritarios. Necesitamos un nuevo organismo internacional no solo para supervisar las reglas de los futuros compromisos, sino también para respaldar un nuevo marco global de normas. Solo eso puede garantizar la legitimidad del sistema a los ojos de los países en desarrollo y las instituciones financieras internacionales por igual”.

Acemoğlu es hijo de docentes, su padre era profesor universitario, mientras que su madre daba clases en una escuela secundaria armenia en Estambul. Doctor en economía egresado de la Escuela Económica de Londres, ha conseguido numerosos premios y distinciones a lo largo de su carrera, entre ellos la medalla John Bates Clark y el premio TW. Shultz, por sus destacados aportes.

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