Las autoridades de Artsaj anunciaron a la población de Aghavno que deberán abandonar sus hogares para entregar ese territorio a Azerbaiyán
Las autoridades de Artsaj (Nagorno Karabaj) le informaron el 5 de agosto a los residentes de la aldea de Aghavno en la región de Berdzor (Lachin) que deberán abandonar sus hogares antes del 25 de agosto para entregar ese territorio a Azerbaiyán.
La aldea se encuentra en la zona del Corredor de Lachin, la ruta que conecta Armenia con Artsaj, región que en los últimos días fue objeto de ataques por parte de las tropas de Azerbaiyán. El Gobierno azerbaiyano construyó una nueva ruta -prevista en la declaración tripartita de noviembre de 2020- y pretende que la población de Artsaj la utilice, dejando liberado el territorio de Lachin. El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, aseguró que “no hay ningún plan aprobado por la Federación de Rusia, Armenia y Azerbaiyán en formato tripartito” sobre esta cuestión, pero que Armenia “ya inició la reconstrucción de la carretera Kornidzor-Tegh-M12, que supuestamente conectará con la nueva ruta”.
El ministro de administración territorial de Artsaj, Hayk Khanumyan, se reunió con los residentes de Aghavno el 5 de agosto en la única escuela de la aldea y les informó que tenían hasta el 25 de agosto para evacuar la aldea. En nombre del gobierno, también les prometió que recibirían 10 millones de drams (24.000 dólares) para comprar casas nuevas en Artsaj o en Armenia, según informó Azatutyun.
Desde el 1º de agosto, las tropas de Azerbaiyán lanzaron fuertes ataques en la línea de contacto de Berdzor, supuestamente bajo el control de las fuerzas de paz de Rusia, que fueron dirigidos contra el Ejército de Defensa de Artsaj, que sufrió un saldo de dos soldados muertos y 19 heridos, cuatro de ellos de gravedad.
“Khanumyan dijo que los azerbaiyanos vendrán y los rusos se irán el 25 de agosto”, declaró Mariam Hakobyan, residente de Aghavno, al medio Azatutyun. “Parece que la gente está hipnotizada. No sabemos qué hacer”, agregó, y señaló que la compensación de 10 millones de dram estaba “muy por debajo de los precios actuales del mercado inmobiliario”. “No tenemos adónde ir”, agregó Anna Margarian, otra ciudadana local.
“Hayk Khanumyan nos presentó un programa de evacuación, nos dijo quién irá a dónde. Pero nadie quiere irse. Si entregan armas a los residentes, nos quedaremos y lucharemos”, declaró Andranik Chavushyan, el líder de la aldea. Al referirse a sus conversaciones con el presidente de Artsaj Arayik Harutyunyan, Chavushyan remarcó que él “no puede explicar ni explicar lo que está sucediendo, no es un negociador”: “Deberíamos preguntarle a Pashinyan. Su lema es que todos tienen la culpa menos él”.