Las políticas de Nikol Pashinyan hacen peligrar el territorio nacional de Armenia y a su población

08 de enero de 2024

Es notorio y sumamente preocupante que mientras el Primer Ministro armenio ha reconocido unilateralmente la integridad territorial de Azerbaiyán, Bakú no ha dado un paso similar hacia Armenia. El periodista internacional Abbas Juma llamó la atención sobre la ausencia de declaraciones oficiales de Ilham Aliyev respecto de la futura integridad territorial de Armenia (en contraste con las constantes declaraciones de Pashinyan en este sentido). En opinión de Juma, “Bakú tiene planes de largo plazo y no se conformará con lo que ya ha conseguido. Azerbaiyán tiene reivindicaciones sobre el territorio soberano armenio”. Peor aún, el mismo periodista especializado en Medio Oriente sentenció que “la aniquilación del pueblo armenio es un plan”.

Además, de las declaraciones de Pashinyan sobre el reconocimiento de la integridad territorial de Azerbaiyán los llamados “acuerdos de Praga” de octubre del 2022 fueron una “luz verde” para que Bakú y Ankara lleven a cabo una limpieza étnica en Artsaj/Karabaj. Pashinyan ha señalado en repetidas ocasiones que Ereván no se comprometía con la suerte del enclave. Enfatizando la idea de dejar que los armenios de Karabaj traten ellos mismos con las autoridades azerbaiyanas, y que, tal vez, Estados Unidos proporcione protección a los armenios que se quedarían allí. Desde luego, Ereván no tuvo ni tiene intención de hacerlo. De hecho, Pashinyan abandonó a su suerte a 120.000 armenios y al mismo tiempo arrió las banderas de la cuestión territorial.

Paradójicamente, el Primer Ministro ahora siente pánico ante el temor de que los refugiados de Artsaj se conviertan en una posible fuerza de choque de las protestas antigubernamentales e intenta evitar que aumente su descontento. Incluso, el ministro armenio de Asuntos Exteriores Ararat Mirzoyan admitió, ante la Asamblea Nacional el 2 de noviembre de 2023, que el reasentamiento forzoso de armenios de Artsaj ha causado graves complicaciones en la cuestión de garantizar la estabilidad y la seguridad dentro del país.

Refugiados armenios protestan en Ereván, noviembre 2023. Foto: OC MEDIA.

Los armenios deben tomar nota, y no mirar hacia otro lado: pese a los logros bélicos y territoriales ya alcanzados por Aliyev (y su padrino Erdogan), en torno a la cuestión Artsaj/Karabaj, su país continúa aumentando el presupuesto militar. La unidad territorial turco-azerí continúa siendo un objetivo a alcanzar en el corto, mediano o largo plazo. Lamentablemente Armenia es la piedra en el zapato. Que ello no ocurra dependerá de las circunstancias del contexto internacional y de las futuras acciones de Armenia, especialmente de la lucidez de su dirigencia en lograr validas (realistas) alianzas defensivas.

Ashot Ohanes

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