Legisladores norteamericanos instan a una importante empresa consultora a finalizar su vínculo con Turquía

Quince concejales de la ciudad de Los Ángeles, el senador nacional por California Anthony Portantino y el concejal de la ciudad de Glendale Ardy Kassakhian emitieron declaraciones y cartas públicas en las que critican los lazos de la empresa norteamericana Mercury Public Affairs con Turquía y les solicitaron que pongan fin a estas relaciones.

Mercury Public Affairs es una firma de consultoría y estrategia pública que trabaja con numerosos clientes como Microsoft, American Airlines, Starbucks, Comcast, Charter Cable, SoCalGas y Grubhub. Durante los últimos años han trabajado con la Embajada de Turquía en Washington ayudando con sus estrategias políticas y de relaciones públicas.

La relación de la compañía con el gobierno de Turquía viene de largo tiempo, ya que también ha brindado sus servicios al Consejo de Negocios Turco-Estadounidense (TAIK), encabezado por un aliado cercano del presidente Erdogan, Mehmet Yalcindag.

La carta del ayuntamiento angelino, firmada por 15 concejales, expresa su rechazo ante los ataques de Turquía junto a Azerbaiyán contra Armenia y Artsaj, y especialmente al uso de mercenarios yihadistas por parte de Ankara.

“Cada empresa tiene que tomar decisiones. A la fecha, su compañía ha elegido trabajar y recibir generosos pagos de Turquía, una nación reconocida por perpetrar el primer genocidio en la historia moderna, por ser una de las más violadoras de los derechos humanos en el mundo y que con su imperialismo belicioso y su deseo de conquista amenaza la paz mundial”, expresa el mensaje.

A su vez, la carta agrega: “Como concejales electos, también debemos tomar decisiones. En este caso la nuestra es fácil. Nunca tendremos acuerdos de ningún tipo con una firma que brinda apoyo a un cliente que comete y niega genocidios. Esperamos que su empresa tome la decisión correcta y finalice su asociación inmoral con la República de Turquía”.

Por su parte, en un pedido similar, Anthony Portantino, senador por California, expresó: “Es insostenible que Mercury trabaje para suavizar las acciones de dos países que han agredido a los pacíficos civiles armenios. La compañía no debería aceptar dinero de un gobierno con una historia de 120 años de genocidio, muerte y destrucción en sus manos”.

En tanto, Ardashes Kassakhian, concejal de la ciudad de Glendale, en una declaración en la que condenó las violaciones de los derechos humanos de Turquía y Azerbaiyán y el intento de continuación del Genocidio Armenio, explicó: “Si estas empresas desean hacer algo bueno, rescindirán sus contratos con estos regímenes. y centrarán su trabajo en fortalecer la causa de la democracia en el país y en el extranjero”.

“Como ciudadanos estadounidenses, debemos exigir que las empresas que hacen negocios en nuestro estado y en nuestro país antepongan los principios estadounidenses a la obtención de ganancias y su venta al mejor postor. Insto a todos los funcionarios a que denuncien a las empresas que tienen contratos con las repúblicas de Turquía y Azerbaiyán”, continuó el legislador de la ciudad.

Por otro lado, desde el Consejo Nacional Armenio de Estados Unidos - Región Oeste (ANCA) agradecieron las declaraciones de los concejales y el senador por “tomar una posición decisiva contra la complicidad con la agenda genocida de Turquía”.

“Cualquier intento de limpiar la imagen de Turquía y encubrir sus abusos contra los derechos humanos es muy poco ético y cualquier afiliación con el estado turco debe terminar de inmediato”, expresaron desde la organización.

Esta situación con Mercury aparece luego de que otras dos importantes empresas estadounidenses, The Livingston Group y DLA Piper, rescindieran sus contratos con Azerbaiyán. Esta última firma era incluso la operadora del transporte ferroviario azerí y estuvo relacionada con el transporte del petróleo.

A propósito de esto, desde la Asamblea Armenia de Estados Unidos anunciaron que iniciarán una campaña para que las empresas de relaciones públicas y vinculadas al lobby rechacen el “dinero azerí manchado con sangre”.

"En lugar de criticar al régimen de Aliyev, que ha prometido acabar con los cristianos armenios, estas empresas deben dejar de tomar el dinero ensangrentado de Azerbaiyán y Turquía si tienen conciencia o un sentido del patriotismo", expresaron desde la organización